* Escrito por Luz Cecilia Andrade .
25.07.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Entre las deudas que el sistema sanitario tiene hacia las mujeres, se encuentra su salud cerebral, la cual ha sido históricamente poco estudiada, pero en los últimos años, investigaciones de diversos ámbitos han sumado esfuerzos para realizar estudios que exploran los procesos de este órgano y qué factores lo atraviesan para que las mujeres desarrollen ciertas enfermedades que son más frecuentes en ellas que en los hombres.
Por ejemplo, en las últimas décadas se ha visto que las mujeres se ven más afectadas por el Alzheimer que los hombres debido a diferentes factores entre los que se destacan los fisiológicos, pero no son los únicos.
Los casos registrados de mujeres con Alzheimer, al menos en México, es mucho mayor debido a que desde hace 35 años, se empezó a notar un ligero incremento en la cantidad de mujeres respecto a los hombres en la población. Para 2020, esta diferencia se ha acentuado hasta llegar a 4 millones más de mujeres. Al 2020, se tenían registrado 95 hombres por cada 100 mujeres, detalla el INEGI.
Al margen de una mayor prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en mujeres, son también las mujeres las quienes en su mayoría asumen el rol de persona cuidadora cuando la enfermedad se manifiesta en un ser querido y también son las mujeres las que mayoritariamente representan el colectivo profesional en la atención sociosanitaria directa, enfatiza la Fundación Pasqual Maragall.
Por su parte, Alicia Castillo Martínez, académica de la licenciatura en Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UNAM, en entrevista con Ciencia UNAM, explicó que existe una técnica que permite observar cómo se conectan las neuronas de las mujeres y hombres en las diferentes partes del cerebro. Durante estas pruebas se observó que ellas tienen una mejor conexión neuronal entre los dos hemisferios, mientras que ellos tienen mejor comunicación entre la parte delantera y trasera del mismo hemisferio.
Se cree que estas diferencias biológicas, entre muchas otras, pueden estar relacionadas con el hecho de que las mujeres son más propensas a ciertos padecimientos, como la depresión o el Alzheimer.
A nivel global, se calcula que más de 60 millones de personas mayores de 65 años viven con Alzhéimer, de ellas 8.1 por ciento son mujeres y 5.1 por ciento son varones, detalla la DGCS, UNAM.
Debido a que está enfermedad neurodegenerativa no es fácil de detectar en etapas tempranas, las y los investigadores buscan crear una prueba especial para mujeres y así lograr la detección temprana de Alzheimer. De ser posible, esto permitirá retrasar la evolución de la enfermedad entre cinco y siete años, lo cual repercutirá de manera positiva en la calidad de vida de las mujeres, explica la doctora Martínez.
¿Por qué hay más casos de Alzheimer en mujeres?
A través de un artículo de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, la doctora Anna Brugulat, neuropsicóloga e investigadora del BarcelonaBeta Brain Research Center, explica que existen una combinación de factores (además de la edad) que contribuyen a una prevalencia de Alzheimer en mujeres que en hombres, como una mayor vulnerabilidad a la acumulación de la proteína tau, exposición a los estrógenos y factores de riesgo cardiovascular.
Anna Brugulat indica que algunos estudios recientes demuestran que las mujeres, en comparación con los hombres, presentan una mayor vulnerabilidad a la acumulación cerebral de la proteína tau. Esta proteína, junto con la proteína beta amiloide, contribuye al correcto funcionamiento de las neuronas.
Cuando hay una mayor acumulación de esta proteína en el cerebro, se vincula al desarrollo del Alzheimer y en mujeres se asocia con la aparición de un deterioro cognitivo más rápido. A la fecha, aún se investiga por qué puede haber una mayor prevalencia de esta proteína en el cerebro de las mujeres, en su mayoría adultas mayores.
Otras investigaciones sobre los factores de riesgo del Alzheimer en mujeres se han enfocado en la menopausia, uno de los procesos fisiológicos más importantes en su vida, pues durante este proceso los ovarios dejan de producir estrógenos.
Se ha demostrado que los estrógenos tienen un papel relevante en la cognición y en la neuroplasticidad en las mujeres. Hay evidencia científica reciente que relaciona el descenso de niveles de estrógenos durante la menopausia con una mayor vulnerabilidad al desarrollo de la enfermedad Alzheimer en mujeres adultas mayores.
De acuerdo con Anna Brugulat, las mujeres que presentan una menopausia tardía y, por tanto, un mayor tiempo de exposición a los estrógenos, estarían más protegidas de los cambios cerebrales característicos del Alzheimer que aquellas que dejan de producirlos de forma temprana.
Otro factor que influye en el desarrollo particular de Alzheimer en mujeres es la presencia de factores de riesgo cardiovascular como diabetes, colesterol o hipertensión. En la mediana edad estás enfermedades se asocian con un mayor riesgo de futuro deterioro cognitivo, desarrollo de Alzheimer u otros tipos de demencia.
La doctora Brugulat señala que estudios recientes indican una asociación de Alzheimer en las mujeres postmenopáusicas, especialmente aquellas con hipertensión y diabetes, que en los hombres. Por ello, la investigadora destaca la necesidad de controlar estos factores de riesgo en mujeres postmenopáusicas para reducir el riesgo de deterioro cognitivo.
TSalud con perspectiva de género
Actualmente, el género es un factor determinante para la investigación de ciertas enfermedades, así como para la atención de las mujeres. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el género influye en la salud y el bienestar de las mujeres en tres ámbitos:
- Los determinantes de la salud relacionados con el género, incluida la interacción con otros determinantes sociales y estructurales.
- Las conductas en la esfera de la salud en función del género.
- La respuesta del sistema de salud en función del género.
Sin duda, la promoción de sistemas de salud que eviten las inequidades relacionadas con el género puede reducir las inequidades sanitarias. Los sistemas de salud deben tomar en cuenta las cuestiones relacionadas con el género a la hora de prestar servicios; dar información y realizar investigaciones; brindar productos y tecnologías médicas; personal capacitado en perspectiva de género y una justa financiación dedicada a la salud de la mujer.
En resumen, estos datos y resultados demuestran la necesidad de investigar específicamente el impacto del Alzheimer (y otras enfermedades) en mujeres para poder diseñar intervenciones preventivas y de atención personalizadas.
Parte de este problema se debe a la falta de reconocimiento de problemas que el modelo sanitario tradicional y heteronormado conlleva en su práctica diaria. Uno de los retos principales está en la falta de perspectiva de género en el diseño y análisis de las estructuras, las investigaciones y las estrategias de atención en salud, apunta el portal Ecofeminista.
Analizar estos obstáculos a detalle sirve para evidenciar la necesidad de promover cambios en el área de salud y alcanzar un modelo más justo para todas las mujeres, niñas y adolescentes.