- Palabra de Malinche .
/Escrito por Cirenia Celestino Ortega*/
Nos encontramos en la antesala de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (CRM ALyC) y las diferentes posturas frente a los derechos humanos de las mujeres se hacen presentes.
En el marco de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, preocupa la avanzada de grupos conservadores. Por ejemplo, la reciente noticia del Congreso salvadoreño, controlado por el partido Nuevas Ideas del presidente Nayib Bukele, que recientemente aprobó reformar la Constitución para permitir la reelección presidencial indefinida y extender el mandato de cinco a seis años.
No obstante, los conservadores y fundamentalistas con declaraciones indeseables se topan con la defensa feminista que repite “nunca más podrán pasar” y gracias a la virtualidad, rápidamente son cancelados.
Figuras del espectáculo, los deportes y funcionarios, encuentran eco en las políticas que posibilitan graves violaciones a los derechos humanos.
En 2020, justo antes de la pandemia, tuve la dicha de asistir a Santiago de Chile, a la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, coincidieron en que el patriarcado, el capitalismo y el extractivismo, atentan constantemente contra los Derechos Humanos de las mujeres e impiden el avance en la región.
En 2022, en Buenos Aires Argentina, hoy con Milei, la XV (CRM ALyC), ya se anunciaba el trabajo de cuidados como parte del sistema económico.
Frente al Capítulo J Mujeres y medios de difusión, el que ha presentado menor avance tras 25 años, las feministas exigieron “atención inmediata a la discriminación, violencia y acoso que enfrentan las mujeres en el mundo del trabajo, en particular las periodistas, porque la transformación de los medios y la comunicación digital y sus abordajes sexistas es necesaria para la transformación cultural a la que aspiramos.”
En esta edición de la XVI (CRM ALyC), que se celebrará la próxima semana en la Ciudad de México. Destaca la realización de dos Foros Feministas el 11 de agosto y el Foro Oficial los días 12 al 15 de agosto. La sociedad del cuidado es el tema central. Pero no debemos olvidar un tema clave, la erradicación de la violencia contra las mujeres donde los medios de comunicación tienen un papel protagónico.
La cobertura periodística de la violencia contra las mujeres en México, en la región reproduce justificaciones de la violencia, exhibe los cuerpos violentados de las mujeres y descontextualiza la violencia al mostrarla como casos aislados.
Esta representación mediática perpetua la idea de que “ser mujer” es sinónimo a ser víctima, además de que la alta exposición de violencia naturaliza e insensibiliza a la sociedad frente a estos hechos y no permite entender la violencia contra las mujeres como la muestra extrema de la desigualdad.
Se hace necesario reflexionar sobre el impacto de las coberturas sexistas en el acceso a la justicia, las experiencias de las víctimas con las coberturas sexistas y cómo el acompañamiento mediático ha hecho la diferencia en los casos.
La cobertura periodística de la violencia contra las mujeres desde la ética feminista es una estrategia para el acceso a la justicia.
La necesidad de un Periodismo ético para la cobertura de la violencia contra las mujeres se enmarca en las recomendaciones generales 33 (2015) y 35 (2017) del comité CEDAW.
CEDAW reconoce que los medios de difusión y las tecnologías de la información y las comunicaciones cumplen una importante función reafirmando y reproduciendo los estereotipos de género así como ayudando a superarlos, por ello recomienda la sensibilización a los medios de difusión buscando que tomen medidas para promover una cultura y un entorno social en el que las solicitudes de justicia presentadas por mujeres sean consideradas legítimas y aceptables, en lugar de una causa adicional de discriminación y/o estigmatización.
En las Observaciones finales sobre el décimo informe periódico de México (2025) el Comité CEDAW hace énfasis en la persistencia de actitudes y estereotipos patriarcales profundamente arraigados, que siguen socavando la condición social de las mujeres y constituyen la causa fundamental de la desigualdad entre los géneros normalizadas a través de representaciones en los medios de comunicación y prácticas sociales que perpetúan opiniones estereotipadas sobre la violencia de género, la autonomía de las mujeres y su capacidad para tomar decisiones.
Como parte de las recomendaciones emitidas por los organismos internacionales, se han creado leyes nacionales para la vigilancia de los medios frente a los estereotipos de género y la violencia contra las mujeres como lo es la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia en México que indica la responsabilidad de Vigilar que los medios de comunicación no fomenten la violencia contra las mujeres y que favorezcan la erradicación de todos los tipos de violencia, para fortalecer el respeto a los derechos humanos y la dignidad de las mujeres (Art. 38) y vigilar que los medios de comunicación no promuevan imágenes estereotipadas de mujeres y hombres, y eliminen patrones de conducta generadores de violencia (art. 41).
En el marco de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, debemos revisar el rol de los medios de comunicación para alcanzar los objetivos de igualdad y su uso social para frenar discursos discriminatorios y sexistas.
Estarán presentes otros temas como el acceso al aborto en la región, los obstáculos para acceder a la justicia, las brechas de género en los diferentes ámbitos, entre muchos otros.
Sucederá en México como aquella primera Conferencia Internacional de la Mujer de 1975. Aunque la presidenta ha dicho que no tiene contemplado asistir, es heredera de todas estas mujeres que posicionaron en el ojo público global la importancia de abrir espacios en la política para las mujeres.
*Periodista feminista y defensora de los derechos humanos de las mujeres.