*Escrito por Luz Cecilia Andrade/ Fuente: Foto Wendy Rayón /
21.09.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El día de ayer se aprobó en el Pleno de la Cámara de Diputados la reforma a diversos artículos de la Constitución Política con el objetivo de que la Guardia Nacional (GN) sea adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), órgano castrense que ha sido acusado de múltiples violaciones a los derechos humanos, desapariciones forzadas, homicidios, violencia sexual a mujeres, adolescentes y niñas y vínculos con el narcotráfico.
Con 362 votos a favor —cifra que supera por mucho el requisito de la mayoría calificada— 133 en contra y cero abstenciones, la reforma a la GN pasa al pleno de la Cámara de Senadores después de más de 12 horas de ánimos acalorados entre las fracciones del PRI, PAN y MC y la aplastante mayoría de Morena, PT y PVEM, quienes al final de una larga jornada en el Pleno salieron con una clara victoria dibujada en sus rostros.
Esta madrugada Morena y aliados demostraron una vez más el músculo legislativo que, con mofa, incluso aseguraron que les sobraban los votos para aprobar esta reforma que a consideración de organizaciones de la sociedad civil como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Juárez A.C. (CentroProdh), Data Cívica e Intersecta no resuelve la violencia en el país, al contrario, restringe la transparencia y reduce las posibilidades de una verdadera rendición de cuentas para la ciudadanía.
Por horas, la línea discursiva que siguieron las y los legisladores se centró en lanzar acusaciones en voz alta sobre las inconsistencias de la reforma, sus afectaciones a un verdadero estado de derecho y cómo esta decisión podría llevar a México a un régimen autoritario.
También resaltaron las palabras “hipocrecía”, “doble cara” y “narcopresidente”, pues se habló de cómo en años pasados el presidente se negaba a la idea de militarizar las fuerzas civiles.
“Que el Ejército no se utilice para suplir las incapacidades de los civiles”, se escuchó a través de un audio la voz de Andrés Manuel López Obrador en la tribuna que la diputada Patricia Flores Elizondo de Movimiento Ciudadano, exjefa de la oficina de la presidencia con Felipe Calderón, reprodujo durante su participación cuando el presidente era oposición.
Además, de este hecho, diversas fotografías con letreros de “No a la Militarización” de López Obrador y Mario Delgado fueron alzadas en tribuna mientras se discutía la reforma para que la Guardia Nacional quede bajo el mando del Ejército, que más tarde fue aprobada por la mayoría calificada de Morena y sus aliados.
Las pugnas avivadas por audios y fotografías del presidente por su “hipocresía” frente a la reforma militar también enardecieron las respuestas de la bancada de la mayoría, quienes en repetidas ocasiones nombraron los actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y narcotráfico de exmandatarios como Genaro García Luna, acusado de recibir sobornos del crimen organizado; Luis Carlos Palomino, acusado de tortura y ex coordinador de seguridad regional de la policía federal de Felipe calderón y Mauricio Montiel ex secretario de seguridad pública, acusado del nexos con el narco tráfico, entre otros.
“La lista sigue y sigue y no tendría tiempo para acabar de nombrar a todos. Pero ¿qué creen compañeras y compañeros?, todos estos son del PRIAN. ¿Cuál es el común denominador?, ustedes. Este es el modelo que ustedes quieren y entienden cuando hablan de seguridad (…) lo mínimo que podrían hacer con estos antecedentes sería apoyar esta iniciativa”, argumentó Nora Tessica Merino Escamilla, diputada por el Partido del Trabajo (PT).
En materia de género, se prevé que esta reforma recrudezca la violencia contra las mujeres, en especial para aquellas que se encuentran en situaciones de conflicto armado por grupos delictivos; migrantes, mujeres racializadas, indígenas y de bajos recursos.
Pero poco importó discutir sobre las consecuencias de esta reforma para ellas, lo que evidencia la indiferencia por velar por sus intereses en materia de seguridad en el sexenio que se autoproclama como un “tiempo de mujeres”.
“La reforma elimina los escasos controles democráticos como transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana. Involucrar a las fuerzas armadas en tareas como el control migratorio también ha vulnerado especialmente a las mujeres que han sido afectadas por la violencia sexual”, arguzó Patricia Mercado de la bancada de Movimiento Ciudadano (MC) en tribuna, una de las pocas legisladoras y legisladores que nombró las afectaciones a las mujeres por este dictamen.
La militarización en vilo
En la recta final del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Jefe del Ejecutivo dio a conocer un paquete de 20 reformas, llamado Plan C, donde propuso la reforma a la Guardia Nacional. Esto, durante la ceremonia por la conmemoración del 107 aniversario de la Constitución de 1917, en Palacio Nacional, para reformar la Constitución del país.
Previo a esta iniciativa, el periodo de militarización actual en México tiene relación con la creación de la Guardia Nacional (GN) en 2019. Esta institución estaba ligada a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y nació con la tarea de intervenir en la de seguridad pública de México.
Al respecto, Nancy Carmona Arellano, coordinadora del área de políticas públicas de la organización Equis Justicia, aseveró para Cimacnoticias que cuando el Ejército comienza a tomar atribuciones que no le corresponden, estamos hablando de un proceso de militarización, uno que perpetúa violaciones sistemáticas a los derechos humanos de niñas y mujeres.
Al respecto, documentos de Equis Justicia señalan que el despliegue de las fuerzas armadas en el espacio público compromete la seguridad y la vida de las personas debido a que las expone a violencia directa e indirecta de los enfrentamientos del crimen organizado, mismo que asesina a mujeres y niñas y usa sus cuerpos como botín.
Por ello, no es sorpresa que las mujeres a la fecha sean quienes menos confían en las fuerzas militares y teman más a sus actos violentos, como las agresiones sexuales o la desaparición forzada, asegura Carmona Arellano.
La situación sobre la reforma militar también ha preocupado a las organizaciones internacionales. De acuerdo con un reciente análisis del Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hay más de 100 mil soldados realizando tareas policiales, de seguridad pública y control migratorio, algo que está estrechamente relacionado con el aumento de personas detenidas, desaparecidas y víctimas de ejecución en el país.
«Si bien los miembros de la Guardia Nacional están capacitados en derechos humanos y en la recolección de pruebas, el Grupo de Trabajo observa que hay reportes constantes de violencia al realizar arrestos y detenciones arbitrarias por parte del personal militar. Aunque se informó que las detenciones arbitrarias cometidas por personal de la Secretaría de la Defensa Nacional y de Marina habrían disminuido, 60 de las 240 denuncias de detención arbitraria entre 2018 y 2023 siguen sin resolverse.»
Grupo de Trabajo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)<
Por su parte, un análisis de Data Cívica e Intersecta en colaboración con grupos y organizaciones feministas titulado Análisis de la propuesta de reforma constitucional sobre las fuerzas armadas señala de qué forma afecta esta reforma a las mujeres en el país. Entre los principales focos rojos se encontraron:
- La exacerbación de la violencia: en los municipios en los que se registran enfrentamientos en los que participan las fuerzas armadas, a corto y largo plazo aumentan los homicidios de hombres y mujeres.
- Se ha documentado que la Guardia Nacional y el personal militar están entre los principales agresores de las niñas y mujeres migrantes. Las someten a violencia física y psicológica, muchas veces frente a sus hijas e hijos. Las mujeres reportan que la violencia consiste, entre otras, en extorsiones, tortura de sus parejas frente a ellas, amenazas de detención, intimidación, abuso sexual y separación familiar.
- Se exhiben, en promedio, mayores tasas de homicidios de hombres y, de manera reciente también de mujeres en las entidades con secretarías de seguridad estatales encabezadas por las fuerzas armadas.
Por último, el documento también hace referencia a los criterios para la participación legítima de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública, recomendados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos tras la resolución del caso Alvarado, —relacionado con la desaparición de dos mujeres y un hombre por elementos castrenses en 2009, en Chihuahua— con el propósito de salvaguardar los derechos humanos de las personas.
Los criterios señalan:
- Que toda intervención se encuentre justificada y resulte excepcional, temporal y restringida a lo estrictamente necesario en las circunstancias del caso.
- La intervención de las fuerzas armadas está subordinada y complementada a las labores de las corporaciones civiles, sin que sus labores puedan extenderse a las facultades propias de las instituciones de procuración de justicia o policía judicial o ministerial.
- Debe ser regulada mediante mecanismos legales y protocolos sobre el uso de la fuerza, bajo los principios de excepcionalidad, proporcionalidad y absoluta necesidad y de acuerdo con la respectiva capacitación en la materia.
- De ser fiscalizada por órganos civiles competentes, independientes y técnicamente capaces.
No obstante, estos criterios no se incluyen de forma explícita en la nueva reforma a la Guardia Nacional y tampoco se cumplen.
“La iniciativa tampoco incluye algún tipo de control civil o fiscalización. Todo lo que actualmente existe en el quinto transitorio de la reforma constitucional de 2019, dejaría de existir con la iniciativa”.
¿Qué plantea la iniciativa de reforma a la Guardia Nacional?
El miércoles 18 de septiembre, la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados de la LXVI Legislatura emitió la declaratoria de publicidad del dictamen que reforma diversos artículos de la Constitución Política, donde se propone que la Guardia Nacional (GN) sea controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
La iniciativa y el dictamen aprobado por la Comisión de Puntos Constitucionales de la LXV, legislatura proponen modificar dos puntos torales del régimen constitucional:
- Primero, pretenden convertir a la Guardia Nacional en una de las cuatro instituciones que integran la Fuerza Armada Permanente, incluso dándole fuero militar. La GN tendría la facultad de investigar delitos y estaría adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional. La iniciativa y el dictamen son el último en una larga lista de esfuerzos por lograr un piso jurídico para convertir a la Guardia Nacional en una corporación militar.
- En segundo lugar, la reforma busca que el Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México puedan participar de forma permanente en labores de seguridad pública. No obstante, la iniciativa es silente sobre las condiciones de dicha participación y solo señala que le corresponde al Congreso determinar en una ley “los requisitos y límites” de la participación de las fuerzas armadas en estas funciones.
De aprobarse la iniciativa, lo extraordinario se volvería permanente y se perderían los pocos límites constitucionales que existen para la participación de las fuerzas armadas en seguridad pública.
En este sentido, algunas participaciones en tribuna el día de ayer también señalaron esta opacidad en los límites constitucionales con la modificación del artículo 129, el cual plantea que “en tiempos de paz ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”. La modificación ahora dice que “en tiempos de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tenga previstas en esta constitución y las leyes que de ella emanen”.
“¿Qué quiere decir este cambio en términos de cohesión específicas que se le entregarán a las fuerzas armadas?”, cuestionó Patricia Mercado de Movimiento Ciudadano en tribuna.
“El artículo 129, ese que van a reformar, no ha sido reformado nunca desde 1917, pero eso tiene una razón de ser. No se ha reformado porque ese artículo constituye un poderosísimo límite para el Ejército, para salvaguardar lo civil de lo militar y hoy, ustedes, con esta reforma, lo que hacen es destruir ese candado, ese candado que no había sido tocado desde 1917”, también reclamó la diputada panista Paulina Rubio.
Además del artículo 129, el dictamen publicado en la Gaceta Parlamentaria plantea modificaciones a los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89 y 123 de la Carta Magna. Con su modificación se propone:
- Definir a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública, pero con personal de origen militar.
- El titular de la Guardia Nacional es designado por la Presidencia a propuesta del titular de SEDENA.
- La SEDENA manejará el presupuesto de la Guardia Nacional.
- La Guardia Nacional estaría bajo el mando de la SEDENA para implementar la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, misma que sería diseñada por la Secretaría de Seguridad.
- Los miembros de la Guardia Nacional solo podrían ser juzgados por tribunales militares.
- La Guardia Nacional también podría realizar labores de investigación.
- El personal militar y naval que pasen a la Guardia Nacional dejarán de ser parte de la fuerza armada de origen, pero se les respetará sus derechos laborales
- El personal de la extinta Policía Federal será cesado de la Guardia Nacional y pasarán a la Secretaría de Seguridad
- El Congreso estaría facultado para crear una Ley de Seguridad Interior que regule la participación del Ejército, Marina y Fuerza Aérea en temas de seguridad pública.
- Abre la puerta para permitir que los militares puedan desempeñar más funciones ajenas a la disciplina militar en tiempos de paz, diluyendo los actuales límites constitucionales.
Directo al pleno de la Cámara de Senadores
Al final de la extenuante deliberación sobre el dictamen de la Guardia Nacional, la reforma pasa al Pleno de la Cámara de Senadores como una realidad que garantiza una institución con formación, disciplina y control castrense que, según expertas y expertos, pone en peligro a la ciudadanía, en especial a grupos vulnerables, como mujeres, infancias, migrantes, mujeres racializadas, entre otras.