** El Baldón .
/ José Miguel Cobián /
Comenzar por el final es fácil. Destruir el seguro popular para quedarse con los fondos de los mexicanos ahorrados durante 18 años, demostró ser un error, que los diputados y senadores de Morena y aliados ya reconocieron, al desaparecerlo.
Las cuentas que no deja la operación de la salud pública estilo morena son las siguientes: En el manejo de la pandemia, somos uno de los países con peores resultados, medidos con los datos duros de exceso de muertes, 750,000 mexicanos murieron por deficiencias en el manejo de la salud pública por parte del gobierno de Morena.
El seguro popular sin duda era perfectible, pero decidieron por razones ideológicas destruirlo, y además, llevar a nuestro país a un retroceso sin precedente en salud pública. Los legisladores con su lacayuno actuar legislaron al vapor, sin tener un diagnóstico claro, sin reglas de operación, sin la mínima atención a lo que conviene a los mexicanos, aprobaron sin analizar absolutamente nada, solo queriendo quedar bien con un presidente que los sobaja, ignora y ningunea. Los legisladores de morena le hicieron un enorme daño al país, en esa y en otras iniciativas en las cuales no asumen su papel como diputados y senadores, y se convierten exclusivamente en levanta dedos acorde a lo que su jefe de bancada les indique. Son la escoria de las legislaturas mexicanas, y eso es mucho decir, considerando el tipo de legisladores que hemos tenido en pasadas legislaturas.
15 millones de mexicanos perdieron la protección en salud que les brindaba el seguro popular, al destruirlo. En octubre de 2019 ya habían aprobado la ley, logrando dañar a los mexicanos, al grado de que pareciera que el gobierno de morena tiene eso como meta. Para quién lo dude, puede analizar los datos de CONEVAL, y el aumento de carencia en protección salud, una medida de pobreza, aumentó en esos quince millones de mexicanos, por cierto, entre los más pobres.
El seguro popular tenía un fondo para enfermedades catastróficas, esas que son carísimas de atender. A lo largo de 18 años, se habían ahorrado cien mil millones de pesos, que estaban a disposición de cualquier emergencia y que se usaban para atender las enfermedades más caras de los mexicanos que no tenían acceso a otro tipo de servicio de salud.
Hoy lo que tenemos es un sistema de salud absolutamente discriminatorio, que divide a los mexicanos en categorías. Están protegidos aquéllos que trabajan en la economía formal, y están asegurados por sus patrones, en un sistema de salud que conocemos con Seguro Social. Están también asegurados los trabajadores al servicio del estado en un sistema que conocemos como ISSSTE. Pero el resto de los mexicanos, no tienen opción. El seguro facultativo que ofrece el IMSS no es lo suficientemente barato para muchas familias. Ante ello, la opción que existió y se llamó seguro popular, fue destruida por Morena, sin sustituirla por algo mejor.
Otra consecuencia del sistema absurdo que primero diseñaron y ahora destruyeron los de Morena, es el aumento brutal del desabasto de medicamentos. Para quienes insisten en que es equivalente al de sexenios anteriores, baste señalar que no tienen la menor idea de lo que hablan. En el último año del gobierno de Peña Nieto se dejaron de abastecer de manera completa un millón de recetas, en lo que va del sexenio el gobierno ya reconoció públicamente que se han dejado de surtir de manera completa 25 millones de recetas, mientras que estudios de analistas del sector público establecen que en realidad se han dejado de surtir de manera completa, 55 millones de recetas.
Se cancelaron miles de consultas externas, se redujo el número de mastografías a mujeres en riesgo de padecer cáncer de mamá, escasearon los medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas y crónico degenerativas, en algunos casos, medicamentos de los cuales depende la vida o la muerte del paciente, como es el caso de los niños con cáncer, o de los pacientes que requieren retrovirales para el HIV.
Es tan malo el resultado del gobierno de morena en cuestiones de salud, que mientras por razones políticas decidieron que únicamente el gobierno federal distribuyera las vacunas de COVID, hoy ya no tienen esas motivaciones pero no han corregido, todavía los grupos de riesgo no pueden obtener refuerzo de su vacuna porque el gobierno ha prohibido que se puedan vender libremente, es decir, aunque no le cuesten, el gobierno prefiere exponer a adultos mayores y enfermos inmunodeprimidos a la muerte, que permitir el libre comercio de vacunas. El colmo es que hay antivirales que ya se demostró son efectivos vs el COVID, y en México está prohibido importarlos, porque si se importaran, los mexicanos comenzarían a exigirlos en las instituciones públicas de salud, y el gobierno prefiere ahorrar dinero a salvar vidas de mexicanos.
Tenemos el primer retroceso de esperanza de vida, desde que terminó la revolución mexicana. Gracias a este gobierno, regresamos a la esperanza de vida de 1991. Perdimos 30 años de avance en salud pública. Medida también con las estadísticas del gobierno federal.
La ignorancia del pueblo de México, y la falta de difusión de estos datos por parte de una oposición política que no asume su papel, hace que el gobierno sea aplaudido en todos y cada uno de sus fracasos. Consideran que mientras tengan el apoyo de las masas ignorantes, no requieren ser eficientes, y por eso, las mañaneras se usan para engañar, mentir y manipular mentes débiles, para evitar que se perciba el desastre que han causado a México los de Morena.
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