¿Dónde quedó la República amorosa de Amlo?

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Por Inocencio Yáñez Vicencio.

En el 2012, Andrés Manuel López Obrador, tuvo como bandera que condensaba su larga lista de propuestas lo que llamó la República amorosa. Cómo siempre, sin más, hubo quienes por interés o por ingenuidad interpretaron está arenga como un abandono a su recurrente convocatoria a privilegiar el conflicto y la polarización aún cuando armó grupos de esquiroles para reventar los mítines de sus oponentes. Seis años después ya cuajados aparecieron en la IBERO , Orizaba… Los televisos que por órdenes confesas del Peje fueron purgados de la empresa no sólo le destinaron su proclama sino que los socios de ella, produjeron programas, noticieros y parodias que delataban su preferencia por el caudillo de Macuspana.

Durante los espacios que se abrieron en el Senado de la República para discutir la tristemente célebre Ley Televisa, que suprimia que los partidos contrataran directamente tiempo en las cadenas radio y televisión, recuerdo a Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre y otros sus discursos dirigidos a los legisladores como si le hablarán a súbditos, que en su arrogancia les recordaron que tendrían carrera política en tanto se sometieran a sus designios.

Lo decían sabiendo que los dueños de los medios de comunicación habían moldeado una audiencia tal que los partidos abrazaban la concepción de política que convenía a los grandes capitales y la imágen de político, que no tomaba partido y que daba la impresión de no romper un plato, es decir, que no era líder social, el cual era visto como mugroso, por eso los partidos postularon advenedizos, ciudadanos, saludos de la iniciativa privada y de los consorcios mediáticos o de sus despachos.

Fueron esas cadenas de radio y televisión, que junto con iglesias, escuelas confesionales, casas editoriales, periódicos de circulación nacional, compañías de cine, teatro, las que al no hacer distinción entre política como liberación y política como dominación, buscando que la toma de decisiones comunes en lugar del demos se traslade al mercado , las que le pavimentaron la gran avenida al populismo, para que desde fuera de la política, AMLO , aprovechara el desprestigio de la política, en parte ganado a pulso pero en parte magníficada por los que quieren siempre decidir nuestro destino al margen de los desposeidos.

Hoy lloran, no por ver la destrucción que ha hecho Morena de las instituciones republicanas y democráticas dijo por el poder que perdieron. No nos extrañe. Así son los barones del dinero, cuando no tienen el poder, quieren que tenga límites y que se ponga a competir y su legitimidad dependa de los votos que manipulan mediáticamente. La verdad que nunca pensaron y si lo hicieron, no quisieron aceptar que alguien capitalizaria su campaña contra la política, se ubicaría desde fuera, haría campaña haciendo portavoz de los decepcionados de la política y haría política atacando la política.

Los partidos cooperaron también al sustituir la competencia de programas por la competencia de imágenes. Borraron diferencias para que quien ganara no provocara sobresalto, dejando asignaturas pendientes que laceraron a los que menos tienen, lo que aprovecharon los pepenadores de problemas, para despertar clientelas electorales.
Para no volver a caer en estas trampas de los traficantes de la política, tenemos que insistir en la necesidad de levantarle la corteza al árbol, de ver lo que hay detrás del revestimiento de las palabras y las cosas, de desmontar ideologías.

Que no es fácil. Claro que no, pero si no lo hacemos no vamos a salir de la jaula en que nos encontramos, más cuando hay quienes ni ven los barrotes.
El Estado liberal, surgido de los escombros del feudalismo, es un Estado construido por la clase social que derrotó a la clase feudal y señorial, que al no poder sostenerse únicamente por la fuerza, echó manos de la ideología, es decir, de hacer pasar está forma de dominación clasista, como una forma neutral, como un Estado de todos. Liberal porque a los siervos los liberó del basallaje y del señorío, porque necesitaba el burgués de mano de obra que fuera a engrosar las filas del mercado laboral y a constituir la reserva para mantener salarios bajos. Libertad de cambiar de amos. El contrato es otro mito que se da entre iguales ante la ley, pero entre desiguales socialmente. Los fisiocratas le aportan el dejar hacer, dejar pasar, que da forma a la libertad como no invasión del espacio particular, exaltando el darwinismo social. La soberanía pesa del monarca por derecho divino al pueblo, pero con voto cesitario. Del absolutismo se salta a un poder limitado por el derecho y por contrapesos constitucionales.
La izquierda consecuente ha tenido y tiene en el liberalismo una forma superior al ejercicio personalizado y concentrado del poder. No fue accidental que la gran revolucionaria Rosa Luxemburgo, le dijera a Lenin, que sin derechos individuales no triunfaria la Revolución socialista. Habermas mismo, hoy, los reclama como conquista universal.

El cambio del eje izquierda -derecha por el eje ricos y pobres, puede servir para irritar y ganar votos, pero ya Lenin, denunciaba lo peligroso que era : El izquierdismo como enfermedad infantil, por no ser resultado de la contradicción de un modo de producción, concepto abstracto, que en una formación económica aparece el modo de producción dominante con las dos clases fundamentales más las clases y fracciones de clase correspondientes a relaciones persistentes y las de relaciones nacientes, por lo que con ese eje de ricos y pobres, Morena, como nadie contribuye a distorsionar la verdadera lucha de las clases sociales que sufren el despojo del excedente de su trabajó por los dueños de los medios de producción.

Morena no es un grupo de izquierda, ni siquiera su vanguardia es de izquierda. Está integrada por grupos contestatarios. La forman algunos militantes que pertenecieron al partido comunista, que en México tuvo un origen anarcosindicalista, transfugas del PRI, residuos clasemedieros, lumpen políticos, mantenidos de Carlos Ahumada, asambleas de barrios, vagoneros, ambulantes, brigadistas, porros, ex estudiantes de prepa popular…jefaturados, no por alguien que abandonó al PRI, no por estar en desacuerdo con su ideología, con su programa o sus reglas sino porque no le dieron una candidatura. Por eso adopta un discurso y medidas para satisfacer esa miscelánea política. A veces es pro abortista, otras veces neoliberal. Antes combatió a Carlos Salinas, hoy defiende su máxima obra, como es el Tratado de Libre Comercio.

Claudia dice defender la soberanía y a la vez hace todo por complacer a Donald Trump: simula atacar a los cárteles del crimen, persigue la venta de mercancía china, cierra la frontera con Guatemala, ofrece empleo a los repatriados, cuando debía saber que nuestros connacionales cruzaron el Río Bravo, en busca no sólo de empleo sino de buenos salarios, empleos que descaradamente confiesa que no los ofrece su desgobierno sinó las cúpulas empresariales, porque los empleos que pudo darle a nuestros paisanos, ya se los dio a centroamericanos y caribeños.

Ni una protesta a la militarización de nuestra frontera norte. Ya adoptó Quédate en México. Anuncia albergues cuando escuchamos voces que le reclaman que canceló 30 albergues. Félix de que Trump diga que resultado de esta empinada, no hay problemas con México. Nada bien sentirían si tuvieran un poco de vergüenza esos monigotes que se adelantaron a organizar un acto de unidad en torno de la presidenta, toda vez que está visto que lo que hace es entregarse a los designios norteamericanos. Bueno que otra cosa podemos esperar de una banda que asaltó los órganos electorales para que las elecciones de dónde emanaron sen puro trámite y produzcan la mayoría calificada que necesitaba para secuestrar la soberanía de la nación y destruir la división de poderes y con ello, como afirma Montesquieu: destruir la libertad.

Este mismo día vemos que en Sinaloa, Tabasco, Guerrero, Veracruz… se producen crímenes y secuestros, resultado de haber creído la soberanía a grupos criminales. Pero los paleros de Rocío Nahle, felices unos de que abandone Veracruz en plena crisis de seguridad y de migración, porque la cifra de posibles repatriados veracruzanos, que maneja Manuel Huerta, debía de preocupar a cualquiera, menos a la Zacatecana. Quienes pretenden ayudar a Rocío Nahle, soslayando está omisión, mirando hacia lo que hizo su antecesor, cometen un acto de complicidad con quien antes que cualquier cosa debe vigilar por nuestra seguridad y no andar de turista. Está crítica a sus bufones nada tiene que ver si me caen bien o mal, es una crítica a un abandono de funciones constitucionales.
Rocío Nahle, tiene que dar cuentas del escándalo de corrupción que protagonizó en la Refinería de Dos Bocas como también haber surgido de un proceso electoral manipulado. Obrador mostró que nunca se puede reconocer un resultado supuestamente fraudalento, Menos nosotros que tenemos las pruebas de que Morena asaltó los órganos electorales para consumar su fraude.

Siempre me ha dolido perder amigos, pero ninguna amistad es eterna, siempre debe estar sujeta a la verdad y al cumplimiento de la palabra. No es cualquier cosa ser congruente. Los que escribimos debemos tener presente a Francisco Zarco, que murió pobre pero rico en gloria. Nuestra tarea es ir más allá de la corteza, es resistir al poder y ser leales a principios, entendidos como las ideas rectoras que guían nuestro trabajo.