Por Yamiri Rodríguez Madrid
Desde la semana pasada, quien ha tenido una intensa actividad mediática, es el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Si bien su acusación contra ex funcionarios peñistas se diluyó por la renuncia del ex secretario de Hacienda y la detención del abogado Juan Collado, esta semana regresó a la cargada.
No solo el priista dio una serie de entrevistas “exclusivas” a un grupo de reconocidos periodistas veracruzanos, sino que además difundió un video grabado previo a su entrega en Guatemala hace poco más de dos años. Por el interés que despertó dicho video, varios medios nacionales lo buscaron y también a ellos les dio largas entrevistas en las que contó, con lujo de detalle, cómo se pactó su entrega. Aprovechó la ocasión para lanzarse directo contra el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, así como contra el ex gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, a quienes señaló de estar en un supuesto contubernio político-electoral, dada su amistad.
A la par del escándalo que generan sus declaraciones, llama la atención el trato que le dan las autoridades penitenciarias, pues pareciera que hay hasta una sala de prensa montada en el penal para que atienda las peticiones de los medios. Nos hace también preguntarnos si a todos los reclusos se les da la misma flexibilidad para hacer uso del teléfono sin que nadie les haga el mínimo ruido o interrupción, así como para enviar cartas a los medios de comunicación.
Todo lo anterior hace especular a muchos veracruzanos si es que Javier Duarte de Ochoa ya negoció la reducción de su condena a cambio de soltar todo lo que sabía o si esto le valdrá, de plano, obtener su anhelada libertad.
Ya lo adelantó el veracruzano ante los micrófonos: aún habrá más información por revelar, por lo que este salpicadero apenas comienza.
@YamiriRodriguez