*Un crimen que expone fallas institucionales y alerta sobre violencia juvenil.
24.09.2025. Perote, Veracruz.- El cuerpo de Jesús Israel Hernández, joven veracruzano de 16 años asesinado el pasado lunes en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM, fue recibido este miércoles por su familia en el municipio de Perote, donde será sepultado tras una misa programada para este jueves al mediodía.
El crimen, perpetrado por otro estudiante del plantel, ha conmocionado a la comunidad universitaria y ha encendido alarmas sobre la seguridad en espacios educativos.
Jesús Israel cursaba el cuarto semestre de preparatoria y vivía en la Ciudad de México con familiares. Era descrito por sus allegados como un joven tranquilo, dedicado a sus estudios y con una vida cotidiana marcada por la sencillez.
El lunes 22 de septiembre, mientras compartía un momento con su novia en el estacionamiento del CCH Sur, fue atacado por Lex Ashton, estudiante de 19 años, quien lo agredió con una guadaña, provocándole heridas mortales en el cuello y el abdomen.
El agresor
Lex Ashton, el presunto responsable, no solo atacó a Jesús Israel, sino que también intentó herir a su novia, Guadalupe, quien logró escapar, y lesionó a un trabajador del plantel, Armando “N”, de 65 años, que intentó intervenir. Tras el ataque, Ashton se lanzó desde el tercer piso del edificio de Idiomas, sufriendo fracturas en ambas piernas. Actualmente permanece hospitalizado bajo custodia policial.
La madre del agresor había alertado al 911 horas antes del crimen, informando que su hijo portaba un arma blanca y que faltaban objetos en su habitación. Sin embargo, no se activaron protocolos preventivos ni se realizó una intervención oportuna por parte de las autoridades educativas o de seguridad capitalina.
Investigaciones preliminares señalan que Lex Ashton compartía contenido en redes sociales vinculado a grupos misóginos conocidos como “incels”, que promueven discursos de odio hacia mujeres y jóvenes considerados “populares”.
En sus publicaciones previas al ataque, Ashton exhibía armas blancas, gases pimienta y una sudadera con la palabra “Bloodbath”, además de anunciar su intención de atacar a siete estudiantes.
Indignación en la comunidad universitaria.
El asesinato de Jesús Israel ha generado una ola de indignación entre estudiantes, docentes y padres de familia del CCH Sur. Bajo la consigna “No me quiero morir en CCH Sur”, se han realizado protestas y ofrendas en memoria del joven, mientras se exige a la UNAM y a las autoridades capitalinas la implementación urgente de medidas de seguridad: detectores de metales, cámaras de vigilancia y presencia policial permanente.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha iniciado una carpeta de investigación por homicidio calificado y lesiones dolosas. El caso ha sido asumido con especial atención por la comunidad jurídica, ante la gravedad del ataque y las omisiones previas que podrían configurar responsabilidad institucional.
Incels
El término **“incel”** proviene del inglés *involuntary celibate* (célibe involuntario), y se refiere a una comunidad —principalmente en línea— compuesta por hombres que se identifican como incapaces de establecer relaciones sexuales o afectivas con mujeres, a pesar de desearlo. Aunque el término nació en los años 90 como parte de un foro de apoyo, con el tiempo ha evolucionado hacia espacios digitales marcados por discursos de odio, misoginia y violencia simbólica.
La radicalización incel ha sido objeto de estudio por instituciones académicas y agencias de seguridad, debido a su potencial para generar violencia real. En contextos escolares, como el caso del agresor en el CCH Sur, la presencia de símbolos, publicaciones y lenguaje vinculado a esta ideología puede ser un indicador de riesgo que requiere atención inmediata.