Edad de Oro.

  • A Juicio de Amparo.

/ María Amparo Casar /

Difícil elegir la mejor manera de definir la llegada de Trump a la presidencia de USA. Puesta a decidir escogería la de que se juntaron el hombre más poderoso del mundo y el hombre más rico del mundo. Una definición práctica de oligarquía.
Cuando se habla de que comenzará para los Estados Unidos una edad de oro (golden age) pienso que mejor deberíamos decir que se inicia una edad chapada en oro (Mark Twain). Trump dijo: fui enviado por dios. Alguien muy acertado añadió: y acogido por los magnates.

Desde hace muchos muchos años son pocos los que creen en la separación entre el poder económico y el poder político en las democracias. Sobre ello se han escrito cientos de libros. Cómo olvidar, por citar sólo un par, a C. Wright Mills en La Elite del Poder o a W. Domhoff en Who Rules America. La conclusión es inevitable: la élite económica, los intereses corporativos. Ni los populistas de izquierda, mucho menos los de derecha, separan esos dos poderes.

Pero, como en todo, hay grados. En EE. UU. el financiamiento proviene por una parte de los lobbys y por otra de los seguidores, simpatizantes y ayuda de los voluntarios de campaña.

Barak Obama innovó. Recurrió a las pequeñas donaciones. Tan sólo en sus primeros tres meses de campaña consiguió 86 millones de dólares de entre una base de aproximadamente 500 mil electores para para financiar su campaña. Por ejemplo, aceptó donaciones de entre 50 y 200 dólares a través de los celulares.

Sin duda debe haber llegado a la Casa Blanca con compromisos de grandes empresarios, pero insisto hay grados de la penetración del dinero en la política.
Van algunos datos. El donante más grande de la campaña de Trump fue Elon Musk con 239 millones de dólares. Le siguió Linda McMahon con 21; Howard Lutnick con 11; Kelly Loeffler con 2.9 y; Scott Bessent con 1.4 millones. Tan sólo estos cinco donantes llenaron las arcas de la campaña de Trump con 275.3 millones de dólares que equivalen a 5,688 millones de pesos. Para que se de usted una idea, el total de dinero público a los partidos políticos para las campañas de 2024 en México, fue de 660.9 millones de pesos por candidato (aunque nadie lo respetó).

Contrario a lo que se había visto hasta ahora, incluso en la primera presidencia de Trump, cada uno de estos grandes donantes ocupará una cartera en el gabinete. El Sr Musk será el Secretario de Eficiencia Gubernamental; McMahon será la Secretaria de Educación; Lutnick el de Comercio; Loeffler la Administradora de PYMES y; Bessent el Secretario del Tesoro.

O, desde otra numeralia,

O, desde otra numeralia, en 2017 el gabinete de Trump valía 6 mil millones de dólares; en 2025 vale 14 mil millones de dólares sin contar la riqueza de Musk. El de Biden en 2021 valía 118 millones (todas las cifras de Chas Danner, Intelligencer)

Un gabinete chapado en oro. ¿A qué intereses responderá? Mayor conflicto de interés no podrá haber. Por ejemplo, A pesar del poder monopólico que ya existe en redes sociales, Trump afirmó apenas ayer que no tendría problema con que Elon Musk comprara TikTok.

En 2017, en su primera presidencia, ganó sin el apoyo incondicional del Partido Republicano. Basta recordar el ejemplo de Liz Cheney (representante del Parido Republicano) quien junto con otros diez miembros del partido votó a favor de abrir un juicio en 2021 por la sedición del 6 de enero de ese mismo año.

Entonces Trump guardó algunas formas y buena parte del gobierno estuvo compuesto por miembros del partido con experiencia gubernamental. Hoy, no hace falta.

Agreguemos que tiene las dos cámaras, el poder judicial y la voluntad de usar a manslava su poder reglamentario como ya hemos visto. Al menos hasta ahora.

La narrativa es de un cinismo proverbial. Con toda razón, Gideon Rachman del Financial Times comenta que Trump llegó al poder prometiendo ser el líder que terminaría por romper el poder de la elite corrupta. Entendiendo por ello lo que se llama el deep state (gobierno profundo) que “atormenta al americano de a pie”. El establishment burocrático. Esa elite que lo procesó penalmente. No por otra cosa está nombrando a Musk como Secretario de eficiencia gubernamental.

En un mundo tan revuelto y con tan poco aprecio por la democracia, no temo las órdenes ejecutivas de Trump sino posibles poderes de emergencia para evadir los pocos contrapesos que hoy tiene la democracia de los Estados Unidos
Si así es hacia adentro, ¿qué puede esperar México?