Egresa el primer posgraduado en Estudios de Género .

* Egresa el primer posgraduado en Estudios de Género.

*/ Leonardo Frías Cienfuegos./

19.02.2024. México- David Arturo Sánchez Garduño se convirtió en el primer egresado del Posgrado en Estudios de Género de la UNAM. Se trata de un programa único en su tipo en el ámbito nacional que data de 2020, y responde a la necesidad de contar con profesionales de alto nivel que puedan intervenir en el campo laboral y contribuir teóricamente en la producción académica de los estudios de género y feministas.

La investigación del también egresado de la Facultad de Psicología (FP) de esta Universidad, analiza el nexo entre las desigualdades de género, el trabajo de cuidados y la migración calificada de mujeres en Latinoamérica.

La tesina “Análisis sobre la intensidad del trabajo de cuidados en los flujos de migración calificada hacia México desde una perspectiva de género e interseccional”, que obtuvo mención honorífica, desarrolló un trabajo cualitativo-exploratorio sobre la intensidad del trabajo de cuidados en el contexto de flujos migratorios sur-sur a partir de las experiencias de 21 mujeres migrantes latinoamericanas (centro, Sudamérica y Cuba), residentes en México.

“El tema de los cuidados es medular, está muy presente en la agenda feminista actual, en las cuestiones de estudios de género”, resaltó Sánchez Garduño. Definió que como objetivo general buscó analizar cualitativamente la intensidad del trabajo de cuidados que realizan mujeres migrantes calificadas en México, las cuales por definición son aquellas que cuentan con educación terciaria (universitaria) y altamente calificadas si cuentan con posgrados.

“Esta migración viene a los países de destino, ya sea a continuar sus estudios de posgrado, a desempeñar sus actividades laborales –como muy probablemente en las naciones de origen no encontraban condiciones para realizarlo– o a buscar una buena remuneración acorde a su grado de preparación”, explicó.

Añadió que es un flujo al cual se le tiene entendido como si fuere una migración voluntaria, laboral, en términos de crecimiento personal, académico y profesional, que lo es, pero se pierde muchas veces de vista que encuentran diversas desigualdades que impiden su libre desarrollo.

Migrantes-cuidadoras
David Arturo Sánchez encontró con su investigación que este flujo migratorio es parte de la internacionalización de trabajos de cuidados, pues las mujeres migrantes siguen desempeñando esta labor intensiva desde los países de destino.

“Los cuidados, en ese sentido, se vuelven no solamente una práctica de sostenibilidad de la vida cara a cara, intensiva, sino que se convierten en una práctica transnacional, porque implica estar al pendiente de otra familia en la nación de origen”, subrayó.

Las mujeres que entrevistó son migrantes latinoamericanas, calificadas, madres que además de ser las principales responsables del cuidado de sus familias en su contexto local (México), son garantes también del cuidado económico, afectivo de sus padres, de sus madres, de sus hermanas, de nietas en otras latitudes.

Se trata, entonces, de prácticas de cuidado que multiplican la apropiación del uso del tiempo femenino para dichas actividades, que no están contabilizadas de esa manera en los estudios del uso del tiempo.

La migración calificada, aclaró, “no suele pensarse que esté en condiciones de vulnerabilidad, porque tienen las credenciales, las cartas de invitación, y su nivel socioeconómico no es el que solemos entender en una situación de vulnerabilidad, pero las cargas de cuidado podrían no permitir que ni siquiera sea aprovechada en el sentido de su fuerza de trabajo calificada. Es decir, el no tener sistemas de cuidado en los países va en detrimento del aprovechamiento de la fuerza de trabajo, lo cual se aumenta conforme más calificada sea dicha fuerza”.

Ante esto, Sánchez Garduño concluyó: “Si bien los cuidados son base de la sostenibilidad de la vida cotidiana, intergeneracional y transnacionalmente, su injusta organización devela un proceso de explotación de género específico de la fuerza de trabajo femenina que atraviesa las fronteras entre países. La carga de trabajo de cuidados opera de modo diferencial entre hombres y mujeres a lo largo del curso de vida y a través de diversos marcadores sociales: género, lugar de origen y nivel educativo”.