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/ Yamiri Rodríguez Madrid /
A unos días de que en Morena definan quién ocupará la candidatura en el Puerto de Veracruz, los Yunes azules comienzan a mover sus fichas en el ajedrez político. El pleito entre los hermanos Miguel y Fernando no es más que fingido a fin de que Fernando vuelva a postularse por la alcaldía porteña, pese a sus pobres y pésimos resultados. Claro, lo hará a través de Acción Nacional a fin de él conservar ese coto, mientras que su padre y su hermano avanzan con Morena.
Pero sus movimientos, aseguran, van más allá. Sabedores de que la gobernadora Rocío Nahle no los puede ver ni en pintura, harán valer su acuerdo nacional y en el que se acordó mantener la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, Medellín y hasta Alvarado, con regidurías incluidas. Los Yunes del estero se sienten muy seguros de esto, pues afirman que tienen el aval hasta del expresidente Andrés Manuel López Obrador y Miguel chico ya trabó amistad con Andy López Beltrán.
Con esa jugada de los Yunes, la diputada federal Marijose Gamboa iría por Boca del Río, por lo que tendría que enfrentarse a la diputada local y empresaria de medios, Bertha Ahued Malpica. A la también diputada local, Indira Rosales San Román, la mandarían por Medellín, aunque quién sabe si cumpla con la residencia mínima. Habría que ver quién es el o la tapada por Alvarado, sobre todo si Polo Deschamps es el candidato de Morena en dicho municipio.
De concretarse este escenario, reitero, el trabajo de Fernando Yunes Márquez como presidente municipal de Veracruz habla por sí solo: lo arrastra, pero al ser los dueños, amos y señores de la estructura en el Puerto -que no se confunda Paty Lobeira porque esa nunca ha sido de ella-, y con una ayudadita desde México, con el padrinazgo de su flamante amigo Adán Augusto López y compañía, creen que podrían sacar avante la elección.
Esto hará que sea aún más complicada la elección en el Puerto. Habrá que ver de qué cuero salen más correas, pero esto se pone color de hormiga.
@YamiriRodriguez