“El agua no puede ser vista como mercancía”, en la nueva ley general de Aguas: Manuel Huerta

*Alerta sobre presiones para permitir el fracking en la zona de Chicontepec.

14.11.2025 Xalapa, Ver.- El senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara señaló que la iniciativa de la nueva Ley General de Aguas, actualmente en discusión en la Cámara de Diputados, requiere un análisis profundo porque impacta directamente a los sistemas comunitarios de gestión del agua, a los pueblos originarios y a la protección de los recursos naturales.

Huerta informó que, aunque forma parte de la Comisión de Asuntos Hídricos del Senado, asistirá el próximo lunes al parlamento abierto en San Lázaro “como un participante más”, con el objetivo de conocer de primera mano el debate y las propuestas presentadas por organizaciones ciudadanas y legisladores.

“Hay una intención de entrar al debate y a la aprobación de una ley que los movimientos están planteando. Es importante escuchar a quienes defienden los sistemas comunitarios del agua”, afirmó.

Huerta destacó que en México se han logrado avances legislativos en materia de derechos de los pueblos originarios, lo que también impacta en la forma en que estas comunidades gestionan el agua. Recordó que en muchas regiones indígenas existen órganos propios de representación por temas, incluido el manejo del recurso hídrico, por lo cual cualquier reforma debe reconocer sus autonomías.

El senador insistió en que una pieza clave de la nueva ley debe ser el reconocimiento de contabilidades autónomas del agua, una propuesta impulsada desde el movimiento “Agua para Todos y Todas”, y que él mismo ha promovido en diversos municipios de Veracruz. Sin embargo, reconoció que enfrentan resistencia de otros grupos políticos y económicos.

De acuerdo con Huerta, la iniciativa también toca intereses de empresas transnacionales, como Nestlé, que buscan instalarse o ampliar su presencia en Veracruz. Señaló que uno de los riesgos es que el recurso hídrico siga tratándose como “mercancía”, en lugar de un bien natural que debe ser protegido.

“El agua no puede ser vista como mercancía. Debemos evitar de múltiples formas que siga ocurriendo”, dijo.

Recordó además que en el puerto de Veracruz sigue pendiente la revisión del modelo de privatización del servicio de agua, heredado de administraciones pasadas y criticado por organizaciones ciudadanas por su deficiente funcionamiento.

El senador también alertó sobre presiones para permitir el fracking en la zona de Chicontepec, una práctica extractiva altamente cuestionada por su impacto ambiental y que, aseguró, ya intentan introducir.

“Estamos opuestos. En la administración pasada no era una práctica posible, pero ahora traen intentos. Las comunidades indígenas ya se están organizando para impedirlo”, afirmó.

Dijo haber dialogado sobre el tema con autoridades de la Secretaría de Energía, sin obtener una postura clara, por lo que pidió mantenerse alerta.

Huerta reiteró su oposición a proyectos impulsados desde Tamaulipas o Nuevo León para llevarse agua del río Pánuco, lo cual generaría afectaciones en comunidades del norte de Veracruz. Aunque se trata de iniciativas “muy costosas” y actualmente sin viabilidad, reconoció que las intenciones continúan.

Durante el encuentro, dijo que las malas prácticas ambientales persisten en muchas regiones, acompañadas de omisiones de autoridades locales y estatales. Sostuvo que la nueva ley debe ofrecer mecanismos claros para evitar abusos, ordenar el manejo del recurso y fortalecer la participación ciudadana.

“Da escalofrío ver la omisión de autoridades. Necesitamos una legislación clara y acciones contundentes para proteger el agua”, expresó.

Asimismo, recordó que la defensa del agua continúa siendo una demanda histórica, mencionando luchas locales como la oposición a la privatización del sistema operador de Veracruz, congelada en el Congreso pese a investigaciones del ORFIS y al trabajo de legisladores como el fallecido diputado Antonio Arteaga.

Finalmente, Huerta reiteró que la protección del agua es una causa social constante y que las reformas legales deben acompañarse de conciencia comunitaria y participación directa.

“Es una lucha permanente en defensa de la naturaleza. Las soluciones vendrán cuando las comunidades tomen conciencia y actúen”, concluyó.