Por Nidia Marín
En un buen número de naciones en el mundo, los electores están castigando a quienes estuvieron en el poder y no cumplieron ni con sus promesas y tampoco con sus obligaciones, así como a los que se dedicaron a dividir a las sociedades, confrontarse con otros países y revivir añejos conflictos (México en el primer caso e Israel en el segundo).
Más allá del caso mexicano, cuyos resultados en las urnas recorrieron el mundo vía los medios de comunicación mexicanos y extranjeros, los casos de Estados Unidos, Israel, Perú, Ecuador entre otros
Las confrontaciones van de la mano de la pandemia. Su impacto político ha dejado en el camino cadáveres de contagiados, restos mortales de políticos y pacientes afectados por miles entre gobernantes y líderes.
Regiones como América no se salvaron del triple zarpazo (crisis de Covid, económica y política), seguramente porque en el continente se desarrollaron elecciones que resultaron riesgosas e impredecibles.
Baste recordar que en Estados Unidos tras el triunfo como presidente del país de Joe Biden, ocurrió el asalto de adeptos a Donald Trump al Capitolio el “Día de los Santos Reyes”, el 6 de enero, con saldo de 6 muertos.
En plena crisis sanitaria, también es para rememorar el proceso electoral presidencial en Ecuador, donde triunfó la derecha con el ex banquero Guillermo Lasso, en medio de severas tensiones, ya que la gente del expresidente Correa se negaba a aceptar el triunfo de la derecha.
Chile fue otro ejemplo con el hundimiento del oficialista Chile Vamos y el triunfo de la Unidad Constituyente en el proceso electoral regional. Falta ahora que se lleven a cabo las presidenciales el 21 de noviembre, donde se habla de que los candidatos serán: Daniel Jadue (comunista), Joaquín Lavín (conservador) y Pamela Giles.
Y uno más que aun no concluye realmente es el caso de Perú, donde el izquierdista Pedro Castillo se supone triunfó sobre Keiko Fujimori. Hay que recordar que en 2020 este país tuvo tres presidentes. Hoy, se habla de mega fraude y el asunto traspasó las fronteras, ya que los 17 ex Jefes de Estado y de Gobierno de Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) instaron a los contendientes a que haya paz.
El documento lo firmaron: Oscar Arias, de Costa Rica; José María Aznar, de España; Enrique Bolaños, de Nicaragua; Felipe Calderón, de México; Rafael Ángel Calderón, de Costa Rica; Federico Franco, de Paraguay; Osvaldo Hurtado, de Ecuador; Luis Alberto Lacalle, de Uruguay; Mauricio Macri, de Argentina; Jamil Mahuad, de Ecuador; Mireya Moscoso, de Panamá; Andrés Pastrana, de Colombia; Ernesto Pérez Balladares, de Panamá; Jorge Tuto Quiroga, de Bolivia; Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica; Álvaro Uribe, de Colombia y Juan Carlos Wasmosy, de Paraguay.
En México, ya sabemos lo sucedido: aunque el partido en el poder triunfó en varias entidades, el presidente López Obrador ya dio a conocer lo que pareciera una venganza ante el fracaso de Morena entre la clase media (alta, baja y demás) de la capital del país y de las Zonas Metropolitanas de la República: enviará una reforma electoral presuntamente para que exista una independencia real y no domine el conservadurismo (¡ya enloqueció del coraje!) y reducir el costo de los procesos.
En estos seis meses que le restan al 2021 las crisis políticas serán constantes en América Latina, porque habrá elecciones en varias naciones y en la mayoría de estos países las confrontaciones ya iniciaron.
Argentina (con su presidente “mamut” descendiente de europeos) llevará a cabo elecciones legislativas el 24 de octubre, mientras que Honduras realizará las presidenciales el 28 de noviembre.
Con todo y Covid habrá procesos electorales en el mundo. En julio, presidenciales en Santo Tomé y Príncipe y en Palestina. En octubre, en Cabo Verde y Ubekiztán; en noviembre, además de Nicaragua, en Haití (segunda vuelta) y en Honduras; en diciembre, en Gambia y Libia.
Los cambios, se asegura, serán mayores que la permanencia política de los que hoy están en el poder.
