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16.07.2025 BPNoticias.- El fenómeno de la manosfera en redes sociales se hace cada vez más notorio por la violencia abierta y velada que crece. Basta darse una vuelta por las redes para darse cuenta que las mujeres son victimas de las mismas violencia que en la esfera física, salvo que es más difícil matarlas aún cuando no están exentas, como se ha visto en los últimos feminicidios de influencers.
La reacciones machistas en las redes sociales ha dado pie a que se le llame a estos sujetos “machitrolles”, porque que van desde lo absurdo y lo cretino hasta la abierta celebración del odio hacia a las mujeres.
Son tipos de violencias normalizada en Internet que debe ser identificadas y denunciadas como tal. Es violencia machista que se encuentra dentro de un espectro más amplio de tipos de violencia que se dan contra las mujeres por el solo hecho de ser mujeres.
En los chats particularmente, el comportamiento machista se manifiesta a través de discriminación, provocaciones, descalificaciones y boicot a los aportes de mujeres, comentarios despectivos, exclusión, bromas sexistas, publicación de pornografía y la imposición de roles de género tradicionales, especializándose en crear crear un ambiente hostil y excluyente para las mujeres.
Estos comportamientos, aunque a menudo se presentan como “normalizados”, pueden tener un impacto significativo en la participación, expresión de ideas, libre expresión, autoestima y la salud mental de las mujeres, perpetuando la desigualdad de género y negándoles su libertad y una vida digna libre de violencias.
Estos tipos de comportamientos digitales y mensajes son el corazón de la misoginia, que oprime y objetiviza a las mujeres y que también pone a unas contra otras, cuando mujeres privilegiadas hacen uso de posición otorgada por el macho que detenta el poder, para perpetuar la desigualdad y la violencia de género.
El feminismo busca promover la solidaridad entre las mujeres también, además de desmontar lo que hemos aprendido en este sistema conservador y hegemónico. El cambio es más lento en los espacios de tecnología como acceso a la Internet, donde están invisibilizadas muchas agresiones mientras la brecha digital sigue siendo enorme.
Existen 200 millones de mujeres menos que hombres en la Internet y muchas que acceden a esta manosfera, continúan inmersas en la matrix del machismo feminicida promoviendo la masculinidad enfatizada, la hostilidad hacia las mujeres y/o la oposición radical al feminismo.
Manifestaciones del machismo en chats:
Comentarios y bromas sexistas:
Estos pueden incluir chistes o comentarios que se burlan de las mujeres, las cosifican o las minimizan, reforzando estereotipos negativos.
Interrupción y minimización:
En conversaciones, los hombres machistas pueden interrumpir a las mujeres o minimizar sus opiniones, mostrando falta de respeto y validación igualmente lo hacen en el mundo virtual desplazando sus aportes descaradamente para mostrar su “poder” de macho.
Control y vigilancia:
Algunos comportamientos pueden incluir el control de la actividad en línea de las mujeres, como la revisión de sus mensajes, restricción de su acceso a ciertas plataformas, vigilancia constante para desplazar o descalificar sus comentarios de manera inmediata.
Acoso y amenazas:
En casos más graves, los chats pueden ser utilizados para difundir discursos de odio, realizar amenazas o ejercer violencia verbal y psicológica directa y cuando su campaña logra su cometido de justificar su violencia, excluirlas, desaparecerlas como lo hacen n los feminicidios.
Rechazo a la diversidad:
La homofobia y la transfobia también son formas de machismo, donde se ataca a personas por su orientación sexual o identidad de género, con igual manera de las violencias anteriores.
Rechazo a la colaboración:
En algunos contextos, los hombres machistas pueden mostrar resistencia a sus contribuciones y colaborar con mujeres en tareas o proyectos, perpetuando la desigualdad y la ideas machistas sobre el trabajo de la mujer.
Impacto del machismo en chats:
Impacto psicológico:
Los comportamientos machistas pueden causar ansiedad, depresión, baja autoestima y estrés en las mujeres.
Daño a la reputación:
La difusión de información personal, la creación de perfiles falsos y/o creación de chats alternos para descalificar y burlarse de las mujeres que no les rindan obediencia y reverencias, pueden dañar la reputación de las mujeres para quitarles autoridad y descalificar su voz.
Aislamiento social:
La violencia en línea puede llevar al aislamiento y la desconexión de las mujeres con sus redes sociales y en algunos casos el suicidio, como se ha visto en el caso de influencers.
Normalización de la violencia:
La impunidad de los agresores, el aval de algunas mujeres que siguen inmersas en la matrix del machismo y la falta de mecanismos para denunciar y la ausencia de denuncias, pueden llevar a la normalización de la violencia en línea.
Últimamente para descalificar a las mujeres en línea las mismas instituciones le dan la vuelta a la violencia política en razón de género para callarlas
Es importante destacar que el machismo en los chats es una forma de violencia que no debe ser tolerada y que existen recursos para denunciar y combatir estos comportamientos, como la denuncia a las autoridades o la búsqueda de apoyo en organizaciones especializadas en la lucha contra la violencia de género.
10 ejemplos de micromachismos en la vida cotidiana