El Covid-19 y la Debacle Social Mexicana.

Alguien como tú.

Gladys de L. Pérez Maldonado.

A casi un mes -más o menos- que las autoridades de Salud en México determinaron un pare en algunas actividades públicas, como las instituciones académicas, órganos jurisdiccionales del Fuero Federal y Local, en principio, y que después se fue extendiendo a actividades comerciales, bancarias, etc., bajo la invitación de #QuédateEnCasa, para efecto de contener la transmisión del virus Covid-19 entre la población, se han empezado a sentir los efectos emocionales de incertidumbre, pues no se vislumbra con certeza el fin de esta contingencia.

El virus al que nos enfrentamos a nivel mundial, es aún desconocido para la ciencia, mucho esfuerzo están haciendo las y los investigadores de la salud para encontrar la fórmula que lo debilite y así deje de cobrar tantas vidas de manera arrasadora.

Es infortunado reconocer que los mexicanos no estamos hechos para acatar órdenes, ni siquiera aquellas que nos benefician. La indiferencia de mujeres y hombres -sin importar edad o preparación académica- ante este fenómeno nos está llevando a la ruina social en nuestro país.

Las personas no acatan el quedarse en casa y únicamente ir a la calle por razones necesarias a su actividad laboral, para comprar víveres y medicinas o por alguna emergencia de salud o familiar, de lo contrario, anteponen el egoísmo natural del Ser Humano y por motu proprio deciden que el Covid-19 no existe o que no se van a contagiar ni ellos ni sus familias, sin importarles en los más mínimo el esfuerzo de las autoridades de salud, del personal médico que trabaja en los hospitales y menos aún les son interesantes las cifras que día a día se dan a conocer de los contagios y decesos entre la población, que de la misma manera desmienten y siguen con sus actividades de distracción, aduciendo que se aburren en casa.

Lo cierto es que estamos viviendo una cuarentena debido a un virus extraño que nos cambió nuestro ritmo de hacer las cosas, hoy no debemos salir a la calle pues nos podemos contagiar, hoy mueren muchas personas en el mundo y en México por ese algo que no vemos pero está ahí, hoy tenemos que cuidar a nuestros padres porque son por su edad vulnerables al contagio, hoy no podemos trabajar en nuestras oficinas, para evitar estar más personas de las debidas en un mismo lugar, estamos confinados a un solo espacio, que es nuestra casa con nuestra familia, por lo que trabajamos día a día, estamos en el lugar que menos disfrutamos diariamente y nos percatamos que no estamos acostumbrados a gozar por lo que luchamos trabajando sin desdén y que es más, nos causa disgusto.

Este cambio de vida ha provocado la falta de civilidad en la sociedad mexicana, por un lado el personal médico es agredido por algunos ciudadanos, pues los ven como un foco de contagio del Covid-19, por otro, el personal médico se agrede entre ellos, provocado por el desconcierto de la enfermedad que deben combatir y el estado de ánimo se exalta por cuestiones administrativas y de ideales sindicalistas, se denosta al Consejo de Salud General en cuanto a su actuación de respuesta para proporcionar insumos necesarios de protección a los centros hospitalarios, además se invita públicamente a no creer en sus cifras y no respetar sus determinaciones, y aunado a todo esto, la violencia al interior de la familia se ha incrementado.

El Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de México dio a conocer la estadística de las llamadas realizadas a la Línea Mujeres, tomando como Fuente la información de datos abiertos de la Ciudad de México, consulta realizada el 13 de abril de 2020, por Violencia de Género Familiar de Tipo Física en lo que va del año 2020, se detalla que en el mes de Enero se realizaron 58 llamadas, en Febrero 150 y en Marzo 266. En cuanto a la Violencia de Género Familiar de Tipo Sexual, durante este año en los meses de Enero se recibieron 5 llamadas, en Febrero 9 y en Marzo 27.

En relación a la Violencia de Género Familiar de Tipo Física en el mes de Marzo 2020, se identificó que el agresor en un 74.8 % es la pareja de la víctima, el 12. 0 % la hijastra/o, el 3.8 % el padre, el 6.8 % otros hombres de la familia, el 1.1 % la madre, el 1.1 % otras mujeres de la familia y el 0.4 % restante no se especificaron a los agresores.

Con respecto a la Violencia de Género Familiar de Tipo Sexual en el mes de Marzo de este año que transcurre, en un 55.6 % el agresor fue la pareja de la mujer, el 22.2 % el tío, el 11.1 % el padrastro, el 11.1 % el padre, el 5.6 % el cuñado y el 44.4% no se identificó al agresor.

Además, en este mismo mes de Marzo se realizaron 361 llamadas por violencia psicológica, 266 por violencia física, 27 por violencia sexual, 18 por violencia patrimonial, 16 por violencia económica y 3 que no se determinan.
La Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM ha dado a conocer que a partir del 30 de Marzo al 12 de abril de este año, se han atendido mas de 41 mil llamadas de emergencia de mujeres al 911 e incrementado 30 % las peticiones de asilo de mujeres de acuerdo de acuerdo a información de la Red Nacional de Refugios.

La debacle social mexicana durante la contingencia decretada por motivo del Covid-19, nos lleva a contabilizar el aumento en las cifras de violencia familiar contra las mujeres a consecuencia de la convivencia prolongada con sus agresores y nos invita a reflexionar sobre la falta de civilidad latente entre las personas que también genera violencia y desconcierto en la sociedad, analizando nuestra propia naturaleza y dejando a un lado el egoísmo y la ira provocada por el desconocimiento de cómo enfrentar una situación adversa a nuestras costumbres, pues lo único que podemos hacer para resolverla es #QuedarteEnCasaYa y permitir que las autoridades de Salud y el personal médico de los Centros Hospitalarios hagan su trabajo.