El dulce adiós a Ahued

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Entiendo que en el mundo hay una división entre personas sencillas y personas complicadas.
Las primeras son aquéllas con las que es fácil relacionarse y convivir, hacer acuerdos, emprender negocios, trabajar en equipo. Son gente bien vista, buscada, con muchas amistades y conocencias, amables.
Las segundas son imposibles en su trato, todo lo enredan, todo lo violentan. Cualquier acuerdo con ellas termina irremediablemente en conflicto. Son poco confiables por lo mismo, misántropas, desagradables.
Ricardo Ahued Bardahuil es un hombre sencillo. Lo ha sido toda su vida, desde que despachaba con mucho orgullo en la tienda de su padre hasta cuando se convirtió en una figura pública, respetable.
La simpatía natural es un don que se trae, como la capacidad de escribir bien o de cantar. Bo se puede enseñar y menos ejercerla de manera artificial. La vida del joven Ricardo transcurrió así, en medio de la chamba pesada, y fue una cualidad que destacó mucho más cuando se convirtió en candidato a presidente municipal de Xalapa, y que le sirvió grandemente para ganar esa elección de manera amplia.
Ese don de gentes que exhibe el empresario y político se hizo notar de manera fehaciente ayer en el Senado: tal vez no sea exagerado decir que nunca nadie había recibido tantas frases elogiosas como las que cayeron como maná sobre la persona del hoy Senador con licencia.
Fue todo un espectáculo del buen gusto escuchar cómo sus iguales en la Cámara Alta fueron pidiendo la palabra y fueron desgranando felicitaciones y reconocimiento para el compañero que se despedía, porque se va como precandidato de Morrena a Presidente Municipal de Xalapa, lo que es casi decir que será candidato… y alcalde.
El primero fue Miguel Ángel Mancera, quien habló a nombre del PRD y le llamó “senador comprometido, senador profesional, que siempre ha sido perfectamente congruente con su pensamiento y con su acción”.
En la lista se fueron apuntando para despedir a Ricardo Ahued unas y otros senadoras y senadores: Emilio Álvarez Icaza, la compañera veracruzana Gloria Sánchez Hernández (“Será una doble fortuna para Xalapa que Ricardo vuelva a ser Presidente Municipal”), la petista Geovanna Bañuelos de la Torre, Beatriz Paredes Rangel, José Luis Pech Várguez, Noé Castañón Ramírez, Xóchitl Gálvez Ruiz, Roberto Moya Clemente, Ricardo Velázquez Meza, José Narro Céspedes, Manuel Añorve Baños, Guadalupe Covarrubias Cervantes, Heriberto Galindo Quiñones, Josefina Vázquez Mota, José Ramón Enríquez Herrera, Gina Cruz Blackledge, Bertha Caraveo Camarena, Eruviel Ávila Villegas, Jorge Carlos Ramírez Marín, Gerardo Novelo Osuna.
Fue un hecho inusitado en una Cámara en la que ha habido muchos barullos, muchos pleitos, muchas batallas. Ricardo Ahued Bardahuil resultó el gozne que pudo conectar a todas las bancadas por una vez en la historia de este Congreso federal.
Fue todo un espectáculo ver cómo los representantes iban pidiendo la palabra hasta completar 21 oradores que coincidieron en llamar a Ahued congruente, profesional, honesto, confiable.
Todos dijeron que lo van a extrañar como Senador.
Nosotros también….

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