Del gandallismo Político
Ahora se sabe que el verdadero dueño de la escuela “patito”, Centro Universitario Cúspide, podría ser el propio Martí Batres, pues quienes aparecen como propietario y director, respectivamente, son: Fabrizio Peralta Pérez y Fernando Horacio Cordero Durán, quienes hace años colaboraron con Batres, el primero como su chofer y el segundo como Jefe de Departamento. Difícilmente ambos personajes podrían haber contado con los recursos económicos suficientes para invertir en una escuela, por mediocre e ineficaz que sea.
Así que para intentar burlar la ley y poder designar a su cuñado Ulisses Ruiz al frente de la Fiscalía, Batres habría simplemente ordenado que le expidieran un título y paralelamente mover sus hilos e influencias en el gobierno federal para que le expidieran de inmediato la cédula profesional, un trámite que regularmente tarda entre tres y seis meses se hizo de un día para otro ¡qué tal el gandallismo político?… Anónimo en redes.