El EZLN rompe el cerco y anuncia su expansión en Chiapas

**El grupo armado informó que a sus 27 municipios autónomos y cinco caracoles agregó 11 territorios, para un total de 43 áreas rebeldes.

**La llegada de un nuevo gobierno no nos engañó. Sabemos que el Mandón no tiene más Patria que el dinero, y manda en el mundo y en la mayoría de las fincas que llaman ‘países’. Sabemos también que la rebeldía está prohibida, como están prohibidas la dignidad y la rabia…”

/Redacción /.

Chiapas, 18 agosto 2019.- El cerco gubernamental quedó atrás, no sirvió y nunca servirá. Seguimos caminos y rutas que no existen en los mapas ni en los satélites y que sólo se encuentran en el pensamiento de nuestros más antiguos”, indica en el extenso escrito firmado por el subcomandante insurgente Moisés, vocero del grupo guerrillero.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunció la expansión del territorio rebelde bajo su influencia en Chiapas que sumados a los cinco caracoles originales, da 16. Es decir, a sus 27 municipios autónomos y 5 caracoles agrega 11 territorios, para un total de 43 centros zapatistas.

Los municipios constitucionales de Chiapas con nuevas zonas zapatistas son Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Chilón, Tila, Amatenango del Valle, Motozintla y Chicomuselo.

En su comunicado titulado “Y rompimos el cerco, proclamó el rompimiento del cerco gubernamental anunciando la creación de municipios autónomos y rebeldes al referir que la expansión de su influencia en territorio chiapaneco empezó en octubre de 2016.

“Después de años de trabajo silencioso, a pesar del cerco, a pesar de las campañas de mentiras, a pesar de las difamaciones, a pesar de los patrullajes militares, a pesar de la Guardia Nacional, a pesar de las campañas contrainsurgentes disfrazadas de programas sociales, a pesar del olvido y el desprecio, hemos crecido y nos hemos hecho más fuertes”.

El jefe zapatista, refiere que “la llegada de un nuevo gobierno no nos engañó. Sabemos que el Mandón no tiene más Patria que el dinero, y manda en el mundo y en la mayoría de las fincas que llaman ‘países’. Sabemos también que la rebeldía está prohibida, como están prohibidas la dignidad y la rabia…”

Al respecto expone que “El Mandón y sus capataces construyen muros, fronteras y cercos para tratar de contener ése que dicen que es un mal ejemplo. Pero no lo pueden hacer, porque la dignidad, el coraje, la rabia, la rebeldía, no se pueden detener ni encerrar. Aunque se escondan detrás de sus muros, sus fronteras, sus cercos, sus ejércitos y policías, sus leyes y decretos, esa rebeldía llegará a pedirles cuentas tarde o temprano. Y no habrá perdón ni olvido”.

“Este crecimiento exponencial, que hoy nos permite salir nuevamente del cerco, se debe fundamentalmente a dos cosas:

Una, y la más importante, es el trabajo político organizativo y el ejemplo de las mujeres, hombres, niños y ancianos bases de apoyo zapatistas. De manera destacada, de las mujeres y jóvenes zapatistas. Compañeras de todas las edades se movilizaron para hablar con otras hermanas con o sin organización. Los jóvenes zapatistas, sin abandonar sus gustos y querencias, aprendieron de las ciencias y las artes, y así contagiaron a más y más jóvenes. La mayoría de esa juventud, principalmente mujeres, asumen cargos y los empapan de su creatividad, ingenio e inteligencia. Así que podemos decir, sin pena y con orgullo, que las mujeres zapatistas no sólo van delante para, como el pájaro Pujuy, marcarnos el camino y no nos perdamos: también a los lados para que no nos desviemos; y atrás para que no nos retrasemos.

La otra es la política gubernamental destructora de la comunidad y la naturaleza, particularmente la del actual gobierno autodenominado “Cuarta Transformación”. Las comunidades tradicionalmente partidistas han sido lastimadas por el desprecio, el racismo y la voracidad del actual gobierno, y han ido pasando a la rebeldía abierta o escondida. Quien pensó que con su política contrainsurgente de limosnas, dividiría al zapatismo y compraría la lealtad de los no-zapatistas, alentando la confrontación y el desánimo, dio los argumentos que faltaban para convencer a esos hermanos y hermanas de que es preciso defender la tierra y la naturaleza.

El mal gobierno pensó y piensa que lo que la gente espera y necesita son limosnas monetarias.

Ahora, los pueblos zapatistas y muchos pueblos no zapatistas, así como los pueblos hermanos del CNI en el sureste mexicano y en todo el país, le responden y demuestran que está equivocado.

Entendemos que el actual capataz se formó en el PRI y en la concepción “indigenista” en la que los originarios anhelan vender su dignidad y dejar de ser lo que son, y que el indígena es pieza de museo, artesanía multicolor para que el poderoso oculte lo gris de su corazón. Por eso su preocupación de que sus muros-trenes (el del Istmo y el mal llamado “Maya”) incorporen al paisaje las ruinas de una civilización, para que deleiten al turista.

Pero los originarios estamos vivos y rebeldes y resistiendo; y el capataz ahora pretende reeditar a uno de sus caporales, un abogado que alguna vez fue indígena, y que ahora, como a lo largo de la historia mundial, se dedica a dividir, perseguir y manipular a quienes alguna vez fueron sus semejantes. El titular del INPI se talla todos los días la conciencia con piedra pómez para eliminar todo rastro de dignidad. Piensa él que así se blanquea su piel y su razón es la del Mandón. El capataz lo felicita y se felicita: no hay nada mejor para tratar de controlar rebeldes que un arrepentido, convertido por paga, en títere del opresor”.

La semana pasada el EZLN anunció su reaparición en la escena pública. Ahora dice que ésta se llamó Samir Flores, en honor al luchador social asesinado en Morelos y que ahora da por terminada.

“Nos salimos sin pedir permiso y ahora estamos de nuevo con ustedes… El cerco gubernamental quedó atrás, no sirvió y nunca servirá. Seguimos caminos y rutas que no existen en los mapas ni en los satélites, y que sólo se encuentran en el pensamiento de nuestros más antiguos”.

“Con nosotras, nosotros, zapatistas, en nuestros corazones caminó también la palabra, la historia y el ejemplo de nuestros pueblos, de nuestros niños, ancianos, hombres y mujeres. Fuera encontramos casa, alimento, oído y palabra. Nos entendimos como sólo se entienden entre sí quienes comparten no sólo el dolor, también la historia, la indignación, la rabia”.

“Entendimos, así, no sólo que los cercos y muros sólo sirven para la muerte, también que la compra-venta de conciencias de los gobiernos cada vez es más inútil. Ya no engañan, ya no convencen, ya se oxidan, ya se rompen, ya fracasan. Así salimos. El Mandón quedó atrás, pensando que su cerco, cercados nos mantenía. De lejos vimos sus espaldas de Guardias Nacionales, soldados, policías, proyectos, ayudas y mentiras. Fuimos y regresamos, entramos y salimos. 10, 100, 1,000 veces lo hicimos y el Mandón vigilaba sin mirarnos, confiado en el miedo que su miedo daba”.

“Como una mancha sucia quedaron los cercadores, cercados ellos dentro en un territorio ahora más extendido, un territorio que contagia rebeldía”.