El Frente Amplio decidió por el modelo que representaba Xóchitl, explica Beatriz Paredes.

* Se optó por una lógica más mercadotécnica y una candidatura que se percibiera como más fresca y menos vinculada al político profesional, expone la priista.

24.03.2024. Ciudad de México.- Luego de que Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez compitieran internamente por la candidatura a la presidencia de la oposición en el 2024 y que en un desenlace sorpresivo, materialmente le impidieron la consulta a las y los simpatizantes para la decisión final, Beatriz Paredes habla sobre el episodio y reconoce que no se le fue informado la resolución a la que había llegado el Frente Amplio Opositor.

El 30 de agosto, a unas horas de la votación interna y pública, Alejandro Moreno anunciaba que Xóchitl Gálvez Ruiz era la ganadora del proceso del Frente Amplio por México y la convertía de facto en la candidata a la Presidencia de la República de la oposición para el proceso electoral de 2024, ante el asombro de la priista.

A siete meses del evento en el que decidió su partido, presidido por Alejandro Moreno, el que llaman “Alito”, darle la candidatura presidencial a quien representaba la derecha en el FAM, la expresidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI) habló del tema y reflexionó sobre los proyectos que se enfrentaron para competir contra la Cuarta Transformación.

Durante una larga entrevista con una activista política identificada como Mariana Chanez, “La Chávez” admitió que sí le afectó el que nadie le notificara que las cúpulas partidistas ya habían tomado la decisión de quién era la candidata, sin embargo, decidió reconfigurar su futuro político para tener una nueva visión de cara a las elecciones.

“Siempre las cosas, desde luego, te afectan, pero yo soy jugadora de ajedrez no boxeadora”, advirtió con una sonrisa que iluminó su cara.

La interlocutora, que se autodefine como politóloga apartidista, la cuestionó sobre si “un hombre” decidió por toda la coalición, a lo que la priista explicó que habría que tener en cuenta la complejidad del panorama político en México, donde diversas fuerzas compiten por el poder y buscan encontrar la mejor manera de enfrentar al partido en el gobierno.

Para Beatriz Paredes los intereses que se mueven en la política tienen diversos niveles y para ella la política siempre será un asunto colectivo y no de particulares.

“No, no, no me consultaron, pero no creo que haya decidido él (un hombre). Yo creo que este es un tema de grandes intereses, yo no pienso que la política sea un asunto de carácter individual. Yo pienso que cuando ya se encuentra uno en las…hay como estadios de la política, entonces está(n) los subsuelos de la política, los inicios y luego las grandes ligas. En las grandes ligas, esté es un tema de grandes intereses”, sentenció.

La estrategia presentada por la senadora Beatriz Paredes Rangel, donde iba implícito el regreso del Partido Revolucionario Institucional de la Presidencia República al PRI, no fue bien vista por los que incidían en el “Frente Amplio por México”.

En un desayuno en la casa de la senadora priista con su entrevistadora, Paredes detalló que en su decisión de participar en el proceso interno su apuesta era convencer a los partidos de la alianza de que era más viable postular una candidata de centro izquierda, que una de centro derecha debido a que era más funcional (competitivamente) en aspecto ideológico y discursivo para disputar, en este caso, la presidencia de la Republica.

“Era más funcional, en esta competencia, un candidato o una candidata de centro izquierda, que una candidata de centro derecha. Más funcional y competitivo, consideró.

La expresidenta del PRI señaló que había un segmento del electorado que nunca votaría por Morena y sus aliados, pero que aún había una parte indecisa que podría ser más receptiva a una propuesta de centro izquierda.

Desde su perspectiva estratégica, considera que este electorado es más progresista que conservador, lo que hacía que una candidatura de izquierda fuera la opción más idónea para la contienda.

Paredes también hizo referencia a la militancia del PRI que optó por no votar por el partido en las elecciones de 2018, y sugirió que un candidato o candidata de izquierda podría atraer a estos votantes indecisos de regreso al tricolor o a la coalición de los partidos opositores.

“Esa era mi apuesta y por la hipótesis de que muchos priistas votaron en 2018 por Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), y que probablemente una parte de esos priistas votarían si yo era la candidata de la alianza”, opinó.

Sin embargo, reconoció que su apuesta no fue la más acertada en términos de los intereses de la oposición, ya que se optó por una lógica más mercadotécnica y una candidatura que se percibiera como fresca y menos vinculada al político profesional.

Expuso que el resto de la historia es anécdota, aceptó que cualquier resultado siempre afecta, pero sentenció, divertida:  “yo soy jugadora de ajedrez, no boxeadora”.

 

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