* La Corte .
/ Azul Etcheverry /
“Nacimos en 2008 como una organización ciudadana, en medio de una profunda crisis de seguridad pública y violencia criminal…”, es la primera frase que se encuentra tras la pregunta “¿Quiénes somos?” en la página web de México SOS, de Alejandro Martí, quien lamentablemente perdió la vida el pasado lunes.
15 años de la creación de la organización. La tristeza se comparte entre la gran pérdida y también por observar que las condiciones por las que fue creada esta asociación no son diferentes hoy en día, “profunda crisis de seguridad pública y violencia criminal” son los comunes denominadores en varias regiones del país. No queremos hacer del lamentable fallecimiento un tema político, sino solamente replicar el mensaje de Alejandro: urgencia y demanda por seguridad y justicia en nuestro país.
Empresario, filántropo, ingeniero, arquitecto y padre de a quien el crimen organizado le arrebató la vida de su hijo de 14 años en 2008. En una imagen de resiliencia y valentía, Martí logró convertir la rabia en una búsqueda robusta y sólida de justicia, en una lucha para exhibir las carencias gubernamentales, exigir mejores condiciones y contribuir desde la trinchera de la sociedad civil a la misma sociedad civil.
Tan sólo hablando del referido sitio web de México SOS, cuenta con noticias de actualidad en materia de seguridad pública, material multimedia, un apartado de tips para seguridad en el hogar, calle, transporte público y con niños, infografías del mismo tema por estado, incluso algunas relacionadas con el cuidado de personas con coronavirus por la reciente pandemia. Ahí mismo podemos encontrar los logros del colectivo entre los que destacan la creación del número único de emergencias 911, revisión y modificación de la Ley General de Víctimas y el diseño y aprobación de la Ley de Geolocalización que permite a las autoridades tener acceso a la ubicación de teléfonos móviles vinculados a delitos como secuestro.
Es complejo pensar en que el dolor de pérdida de un padre se haya transformado en estos logros, que un ser humano que atravesó semejante situación haya tenido la capacidad de crear mecanismos, no sólo de exigencia, sino que también buscan evitar que otros pasen por lo mismo. Empatía y nobleza en su máxima expresión, algo de lo que carecemos hoy en todos los espacios, desde nuestros líderes hasta entre nosotros como sociedad.
“Si no pueden, que renuncien” fue otra de las frases por las que es recordado y hoy queremos traerla al tema no para ningún partido, pues desde la creación de su colectivo tres administraciones de diferente color han estado en el poder. Hoy, en memoria de su autor, la frase va para cualquiera que, teniendo una posición de poder, no tenga las mismas agallas que Alejandro, la misma valentía o misma hambre de ver un país mejor, tranquilo y en paz para todos.
