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/ Juan José Barrientos /
Hace unos 50 o 70 años había árboles en los traspatios de las casas del centro histórico de Xalapa, pero han desaparecido a medida que se “aprovechaba” el espacio, y yo creo que el ayuntamiento debería hacer algo para revertir esa tendencia, reconociendo e incentivando a los propietarios que conservan algunos.
Se les podría descontar un porcentaje del predial por cada árbol que tengan de determinadas especies propias de la región.
En la CDMX, la jefa de gobierno, Clara Brugada acaba de proponer un nuevo impuesto ecológico, por el que se cobrarán 58 pesos por cada tonelada de dióxido de carbono emitida por fuentes fijas, y lo que yo propongo es recompensar a los propietarios por el oxígeno emitido por los árboles que tengan en sus casas.
Se trata de conservar o recuperar las áreas verdes que existían en el interior de cada manzana.
Recuerdo, por ejemplo, a un vecino ya octogenario que tenía un inmenso árbol de hule, por el que se le debía condonar el predial, aunque no es una especie propia de la región.
No le hubiera caído mal un descuento, porque tenía una pensión exigua y en varias ocasiones me pidió algún préstamo para pagar el agua o la luz.
Yo no necesito ningún descuento, pero quisiera apoyo para podar de vez en cuando el fresno que tengo al frente de mi casa, pues temo que alguna rama se desgaje y le caiga a un auto de los que circulan por la calle.
En la Dirección de Medio ambiente, me han dicho que no lo pueden podar, porque está en una propiedad privada, pero yo no pretendo que lo hagan gratis, sino solo que me ahorren el trabajo de buscar alguien que lo pode, sin arriesgarse demasiado, pues los empleados de Parques y jardines tienen vehículos provistos de grúas elevadoras y en unos minutos lo podrían atender.
Hace unos meses logré que le cortaran una rama unos empleados de la Comisión Federal de Electricidad que estaban reparando unas líneas y tenían una escalera y un machete, pero fue algo excepcional, y no sé qué haré la próxima vez que necesite que lo poden.
De cualquier modo, hay que hacer algo para reconocer y apoyar de algún modo a quienes conservan o han sembrado árboles en sus casas.
No basta con los árboles “de la calle”. Hay que tener algunos en casa.