Enrique Quintana.
Coordenadas
No está claro hasta dónde quieran llegar Morena y el gobierno en el pulso que tienen con el INE, pero la verdad es que están jugando con fuego.
11/04/2021
Enrique Quintana
El día de hoy, el Instituto Nacional Electoral (INE) deberá resolver si ratifica la cancelación de las candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, o si les impone alguna sanción diferente y los deja competir.
El viernes pasado, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) prefirió escurrir el bulto y optó por no tomar la decisión.
Los magistrados reconocieron que los aspirantes de Morena incurrieron en falta, pero se preguntaron si la cancelación de las candidaturas era la sanción adecuada.
De acuerdo con la ley, podría imponerse una multa sin necesidad de llegar a retirar las candidaturas.
Es precisamente esa definición la que muchos esperábamos que adoptara el Tribunal, pues el INE ya había fijado su posición.
Ahora, como papa caliente, la decisión retorna al Instituto.
Si el Consejo General del INE ya votó la resolución, sería extraño que ahora reconsiderara.
No es imposible, pero no parece haber ningún elemento informativo adicional que pudiera cambiar la decisión… salvo la presión.
Las huestes de Salgado Macedonio salieron el sábado de Guerrero y van a apostarse frente al INE para tratar de generar un ambiente de presión en contra de los consejeros.
En la sesión del INE del pasado 25 de marzo, la votación fue de 7 votos por retirar la candidatura y 4 en contra de esa resolución.
Estuvieron por la salida de Salgado Macedonio de la contienda Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Dania Ravel, Beatriz Zavala, Jaime Rivera, Carla Humprey y Martí Faz. En contra votaron José Roberto Ruiz Saldaña, Adriana Favela, Norma de la Cruz y Uuc-kib Espadas.
Para mantener la candidatura de Salgado Macedonio, sería necesario que dos consejeros o consejeras que votaron por imponer la sanción hace algunas semanas, ahora cambiaran el sentido de su voto.
No es imposible que suceda, pero es poco probable.
La actitud asumida por Salgado polariza aún más las cosas, pues si sus huestes rodean las instalaciones del INE y se renuevan las amenazas de impedir que se realicen las elecciones en Guerrero si no se repone la candidatura, una votación a su favor podría ser interpretada como producto de la presión, lo que restaría autoridad moral al Instituto.
El tono beligerante de diversos funcionarios públicos en contra del INE tampoco ayuda a su causa.
El que la misma secretaria de Gobernación haya acusado al “árbitro” de parcialidad y protagonismo abona en la necesidad del INE de reafirmar su independencia.
No está claro hasta dónde quieran llegar Morena y el gobierno en el pulso que tienen con el INE, pero la verdad es que están jugando con fuego.
El INE es una de las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos. Las críticas sistemáticas de la 4T no han hecho mella en su credibilidad.
De acuerdo con la Encuesta de Cultura Cívica del INEGI, el 59.6 por ciento de la población mayor de 15 años tiene algo o mucha confianza en el INE. Ese porcentaje solo es superado por las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional.
En contraste, el nivel de confianza de la Presidencia de la República es de 52.5 por ciento y el de los senadores y diputados federales está en 22.9 por ciento.
Si la actitud de los dirigentes de Morena hubiese sido la del respeto al árbitro y no se hubieran presentado acciones de presión en su contra, quizás el INE podría tener más espacio para reconsiderar su decisión.
En el caso de Salgado, creo que tenemos un conflicto en ciernes pues dudo que pueda haber un cambio de decisión.
Quizás pueda ser diferente en el caso de Raúl Morón, a partir de que el tribunal consideró que no hubo omisión en la entrega de su informe de gastos de precampaña sino retraso.
No va a ser el último litigio entre el INE y las fuerzas de la 4T. Veremos probablemente en las próximas semanas conflictos frecuentes.
Le recordamos que, para Morena, es crucial retener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados ya que en 2023 hay que nombrar a cuatro nuevos consejeros en sustitución de Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, José Roberto Ruiz Saldaña y Adriana Favela. Y ese nombramiento lo realiza la Cámara de Diputados por mayoría calificada.
Por cierto, en la votación respecto a Salgado del 25 de marzo, los votos de los cuatro se dividieron, 2 a favor y dos en contra.
Un cambio por personajes más inclinados hacia Morena, en los casos del consejero presidente y del asiento de Ciro Murayama, pueden ser cruciales en el proceso electoral del 2024.
Si Morena no cuenta con mayoría calificada, tendrá que negociar y la integración de los nuevos consejeros del INE, incluyendo a su nuevo presidente, no podrá ser favorable a los intereses de la 4T.
Nos esperan tiempos complejos y hoy será una de las pruebas que van a marcar dirección en este proceso electoral.