- Zona de Reflexión .
Ya la semana pasada advertíamos los desafíos que enfrenta la participación política de las mujeres, y a riesgo de sonar repetitiva, vuelvo al tema, porque la renuncia masiva de candidatas en Zacatecas es un foco rojo altamente preocupante por lo que guarda detrás de él.
Originalmente se había dicho que eran 58 las candidatas que renunciaron, después 153 y ahora son 217 las renuncias de mujeres candidatas a distintos puestos locales de elección popular en zacatecas.
Esto es una gran alerta que no debe dejarse pasar como si nada, especialmente por parte de la autoridad electoral estatal que no debe minimizarse, todo lo contrario, el deber del Instituto Estatal Electoral es clarificar qué pasó en la entidad que 57% de las renuncias son de mujeres.
Esto no es una casualidad ni mucho menos, sino que es producto de un patrón de los partidos, que viene ocurriendo desde hace varios años y es momento de parar.
Hasta ahora no se tiene claridad, desde la autoridad electoral, el porqué de las renuncias de las candidatas a diputaciones, alcaldías, regidurías y sindicaturas de las tres coaliciones y de nueve partidos.
La transparencia en los procesos electorales es muy importante para generar confianza tanto en quienes compiten como en la ciudadanía.
Y lo que tenemos en Zacatecas ese una gran opacidad.
Información que logramos tener en Cimacnoticias señala que la renuncia masiva de candidatas tiene que ver con que ellas fueron registradas por los partidos y coaliciones sin su consentimiento, lo cual es grave y refleja un desaseo interno de los partidos y las coaliciones en la asignación de candidaturas.
Sin embargo, la responsabilidad de las renuncias no se esta enfocando en los partidos, sino que se deja en las propias mujeres, que no querían ser candidatas en este proceso y que fueron registradas sin su consentimiento, y eso no se dice.
La narrativa que se está colocando, incluso desde las autoridades electorales estatales es que las renuncias se deben a supuestas razones personales de las candidatas, como si fuera un problema de falta se seriedad de las mujeres. Cuando la falta no es de ellas.
El hecho confirma la manipulación y juego sucio de los partidos que se escudan en las mujeres.
Recordemos la elección de 2009, donde los candidatos suplentes para garantizar su curul invitaron a sus novias, madres, hermanas a ser titulares para cumplir con la cuota de género, con el acuerdo de renuncia, una vez que se les diera la titularidad, para garantizar que ellos quedaran con la curul. Todo bajo el conocimiento de los dirigentes políticos.
A las que se les juzgó fue a ellas como si fueran las artífices del fraude, cuando fueron las piezas de una estrategia masculina.
Pero esto queda oculto y en el imaginario colectivo son ellas las que “renuncias” y no ellos y los partidos los que defraudan.
Y con esta visión se sigue alimentando la deslegitimación de las mujeres en la política.
Y es lo mismo que está ocurriendo en Zacatecas.
Pero además con este actuar los partidos y coaliciones, quedan libres de responsabilidad, como en 2009, porque no se mira la práctica de las instituciones políticas sino las supuestas decisiones personales de las candidatas.
Nada de esto hace bien a la democracia, ni mucho menos a la aceptación de las mujeres en el mundo político.
Por ello, las instituciones electorales deben analizar estos casos desde la perspectiva de género y no mirar solo a las personas sino amplíar su visión a las prácticas partidarias fraudulentas que usan en este caso a la paridad para otras negociaciones opacas, escudándose en las mujeres, y en supuestas razones personales. Ese es el centro.