/ Alejandra Martínez /
El mayor temor de los supremacistas blancos y la ultraderecha de Estados Unidos se está haciendo realidad. El país es cada vez más diverso, y los latinos empujan esa heterogeneidad.
De acuerdo con información dada a conocer por la Oficina del Censo; en 2021, la población hispana creció en 767 mil 907 personas, mientras que los blancos aumentaron sólo en 79 mil 836, lo que de hecho significa una disminución de 0.03%.
Los estados donde hay mayor población latina son California, Texas y Florida.
Desde hace unos años, entre los extremistas circula la “Teoría del gran reemplazo” que señala que la raza blanca pronto será minoría en Estados Unidos y apunta a que el peor escenario sería el crecimiento de la inmigración musulmana.
Pero esta idea no surgió en EU, sino en Europa; en 2010 el francés Renaud Camus aseguró que hay una confabulación de una élite para sustituir a los europeos blancos por personas de Medio Oriente y África, porque se cree que son dóciles y manipulables.
Esta teoría rápidamente se extendió y fue mencionada en 2015, tras el asesinato de 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda.
Esta creencia ha alimentado al racismo en EU y motivado masacres contra población no blanca, en un país enamorado de las armas de fuego. El más reciente ejemplo ocurrió a mediados de mayo pasado, cuando un joven blanco acudió a un área de Búfalo, cuya población es mayoritariamente de raza negra, y disparó a quemarropa contra familias que compraban en un supermercado, matando a 10. El asesino, Payton Gendron, publicó un manifiesto en el que temía la sustitución de los estadounidenses blancos.
En 2019, el joven blanco de 21 años, Patrick Wood, mató a 23 latinos en un supermercado de El Paso, Texas, alentado por motivaciones racistas y externado su apoyo al ataque de Nueva Zelanda en 2015.
En el contexto electoral, en el que los republicanos usan la migración como arma contra los demócratas, se difunde la idea de que éstos últimos buscan la llegada de foráneos para crear un electorado a fin a ellos. Una idea simplista que ignora las carencias y faltas de oportunidades que motivan a una persona a dejar todo para buscar un mejor futuro.
No obstante, de acuerdo con sondeos, los estadounidenses temen una mayor influencia de migrantes en sus elecciones. Uno de cada tres adultos de verdad cree que hay un plan para sustituir a los nacidos en EU por inmigrantes, y tres de cada 10 piensan que la llegada de extranjeros hará que los estadounidenses pierdan influencia económica política y cultural, de acuerdo con Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos y The Associated Press.
Los ultraconservadores en EU, los mismos que respaldan el discurso xenófobo de Donald Trump, temen que la diversidad cambie su cultura, política y formas de su vida cotidiana.
Pero la migración difícilmente “exterminará” a los blancos, y es necesaria para sectores que requieren mano de obra como el campo y las industrias.
De hecho, en el país hay escasez de mano de obra, y esto ha agravado la inflación más alta en 40 años.
EU también enfrenta una fuerte tasa de natalidad, la peor caída en 20 años, por lo que, quieran o no, para mantener su fuerza de trabajo necesitan extranjeros.
Estados Unidos es y seguirá siendo un país de migrantes.