EL PAÍS SE HUNDE, PERO TODAVÍA RESPIRA .

*Línea Política .

/ Agustín Contreras Stein /

LA PRESIDENTE Claudia Sheinbaum, ya se encuentra entre la espada y la pared. Presiones ejercidas desde el exterior y las que se están gestando dentro del propio país, la estarían obligando, en este momento a tomar decisiones históricas, bajo un estricto análisis de las condiciones políticas, de inseguridad y corrupción que ya cubren con su manto todo el territorio nacional.

De acuerdo con algunas opiniones emitidas por conocedores del tema, así como de algunos representantes de los diversos sectores de la sociedad, la presidente, tendría que actuar de inmediato y ya no esperar hasta la mitad de su gobierno, para deshacerse de la sombra de su antecesor y tomar ella misma las riendas del poder.

Primero, se vería obligada entregar al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, a la justicia norteamericana, donde, supuestamente ya existe una carpeta abierta por varios delitos, para poder someterlo a la jurisdicción de aquella nación, en el supuesto caso de que se tenga conocimiento de paradero.

Segundo, solicitar la ayuda a los organismos internacionales y con base en el respeto y los acuerdos necesarios, sin menoscabo de la soberanía nacional, recibir toda la asesoría de la inteligencia policial para tratar de parar la ola de inseguridad que persiste, porque en México, ya no existe posibilidad alguna de que sea el propio gobierno quien lo solucione.

Tercero, coordinarse estrecha y estrictamente con los gobernadores de los treinta y dos Estados, más el gobierno de la ciudad de México, para tomar los acuerdos procedentes, tomando en cuenta que México, es un país federado, sin importar ideologías ni siglas partidistas, pues en este caso, lo que está en juego es la paz y la tranquilidad del país, devolviendo con ello la gobernabilidad que se ha perdido en por lo menos las dos terceras partes del territorio nacional.

Cuarto, en su calidad de comandante supremo de las fuerzas armadas, iniciar una reestructuración del mando militar, a fin de que haya una verdadera coordinación con el gobierno y las fuerzas del orden establecidas.

Quinto, someter a los ex funcionarios y algunos de la presente administración, a una profunda investigación para que los responsables de la corrupción sean castigados y extraditados, en su caso, a los que sean solicitados por la justicia exterior.

Coordinar y depurar a los cuerpos de la policía, como la guardia nacional, para que se ajusten a los lineamientos emitidos por el propio gobierno de la república.

Sexto, terminar con el fallido capricho de “Abrazos, no balazos”.

México, se hunde, pero todavía respira, aunque sea por sus propias heridas.

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VERACRUZ, EL VIOLENTO CAOS ELECTORAL

PARECE IMPARABLE, sin remedio, sin solución alguna a los problemas de inseguridad. Así se ve a Veracruz, donde continúan los hechos sangrientos, algunos de carácter común y otros propiciados por el mismo proceso electoral que se desarrolla. Las campañas políticas huelen a sangre, a muerte, a desesperación e impotencia, muy a pesar de los cientos de miles de elementos policiales que supuestamente resguardan el orden en todo el territorio estatal.

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XALAPA, UNA ELECCIÓN NO DEFINIDA

XALAPA, ES UN municipio particularmente especial, donde difícilmente se sabe como es que votará el ciudadano común, porque de la noche a la mañana se experimentan cambios generados por la reflexión política o bien por las presiones ejercidas desde el oficialismo o por las dádivas de los programas sociales, pero en términos generales, en Xalapa, existe una gran capacidad del electorado para emitir su voto. Y si alguien les cae mal o sus propuestas no son buenas y viables, aunque este alguien sea una monedita de oro, votarán, finalmente, por quien mejor les convenga. En Xalapa, sí es necesario el perfil político y el suficiente carisma para ser candidato. Ya se verá que pasa en estas elecciones del primero de junio, el proceso electoral de mayor interés para los veracruzanos.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.