Por Yamiri Rodríguez Madrid
Después de que hace unos días lo criticaran en redes sociales por andar paseando en las plazas comerciales semivacías del estado, en lugar de perseguir delincuentes, el secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, afirmó que casi casi tiene un bozal para las entrevistas y que el único que puede salir a medios es su homólogo en Salud, Roberto Ramos Alor.
Es decir, para Gutiérrez Maldonado y para el resto de las autoridades estatales el tema de la seguridad está en un segundo plano –así ha estado desde que arrancaron-, a pesar de que hace unos días una periodista fue asesinada en Papantla; tres mujeres y dos menores, ejecutados en ese mismo municipio del norte de la entidad y toda la cascada de crímenes que se registran a lo largo y ancho de nuestra geografía estatal, sin importar si estamos en pandemia por el Covid-19.
El feminicidio es uno de los principales flagelos de este estado, pero el Secretario no se ha sentado con los múltiples colectivos de mujeres que existen. Vaya, él, tan engolosinado que está de las redes sociales, nunca ha subido una foto coordinándose con la fantasmagórica titular del Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM), por lo menos.
Cuando María Elena Ferral fue asesinada, con una escaza sensibilidad lanzó un tweet dando condolencias, así como su respectiva cadena de WhatsApp, como si el tema de la inseguridad le fuera ajeno, como si fuese él otro actor político al que le conduele lo que pasa en este estado, siendo, por si no se había percatado, uno de los principales responsables de frenar la ola de sangre.
Si con esa banalidad se aplica la mal llamada estrategia de seguridad, ¿qué podemos esperar los veracruzanos? Además del coronavirus, hay que cuidarse de los asesinatos, de las violaciones, secuestros, extorsiones, robo de autos y demás delitos que siguen y seguirán a la orden del día.
@YamiriRodriguez