El poder de las palabras.

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/ Por Inocencio Yáñez Vicencio. /

No se domina sólo por la fuerza. Todo bloque dominante necesita de un rosario de ideas que transforme el látigo en anestesia que adormezca y haga su no aceptada por lo menos resignada la dominación. Por eso es importante analizar cada píldora dorada o no que nos recete el grupo gobernante. Pero qué significa analizar? Qué es el método analítico? Sin duda alguna, una de las grandes aportaciones de Descartes es el método analítico. Con todo sus límites, el autor del Discurso del Método ( 1637 ), hizo una gigantesca contribución a la ciencia no obstante pretender armonizar la verdad científica con la religión, que de no pender sobré su cabeza la espada de la Santa Inquisición, estoy seguro hubiera llegado más lejos. Es cierto que hoy el método analítico es mucho más, pero lo cito, porque es de justicia reconocerle que sentó sus bases, las cuales hay que tener presentes. Nos dice que consiste en dividir un todo, descomponiendolo en el mayor número posible de partes o elementos constitutivos , con la finalidad de observar las causas, la naturaleza y los efectos y proceder por último a su comprensión y rearticulacion. El análisis va de lo concreto a lo abstracto, de lo general ( compuesto ) a lo específico (; simple) e incluye dos fases esenciales: el análisis y la síntesis. Propone cuatro pasos metodológicos. No dar como cierta ninguna cosa si no es evidente; Dividir cada una de las dificultades; realizar las reflexiones por orden llendo de lo simple a lo complejo y; realizar recuentos, para no omitir nada. Los trabajos de Norberto Bobbio, ilustran su aplicación. El profesor de Turín hacía gala del método analítico.

No siempre puedo compartir mis lecturas, pero está vez quiero una que puede ser muy útil: Dice José Carlos Bermejo, que: La democracia no es sólo el gobierno de mayoría, puesto que muchas dictaduras han contado con el apoyo mayoritario de sus gobernados en determinados momentos ( como ocurrió en el caso del nazismo, el fascismo italiano,el comunismo soviético, e incluso el franquismo), sino también un sistema que reconoce el derecho a la existencia de las minorías, de los disidentes y de los que crean que esté propio sistema puede ser examinado, discutido, criticado y puesto en tela de juicio. La democracia es un sistema político que parte del reconocimiento de los derechos inalienables de todos los ciudadanos y que pone los medios para que esos derechos, además de ser reconocidos, puedan ser efectivos. Derechos como el trabajo, la salud, la educación y la participación en la vida pública.

Todos los ciudadanos que viven en país democrático tienen el derecho y el deber a interesarse y de participar en la vida colectiva y en la vida pública mediante su voto. Sin embargo, la participación electoral, que puede ser clave a la hora de echar a un gobierno, no tiene sentido si los ciudadanos carecen de información y no pueden basar su voto en algún tipo de conocimiento que les permita discernir el sentido de lo que están votando. Muchos dictadores han convocado referéndums sobre toda clase de temas, esperando siempre que el voto en ellos sobre un asunto concreto, una ley fundamental por ejemplo, se entendiese sencillamente como una clara adhesión a su persona. Es evidente que esto no tiene nada que ver con la democracia.
Después de tener claro que aplicando el método analítico y relacionando lo que sabemos del paradigma democrático, podemos de afirmar categóricamente que la declaración de Claudia Sheinbaum, que califica nuestra actual democracia como la mejor del mundo, porque si comparamos lo que realmente tenemos con el ideal, académicamente consensuado, descubrimos que no sólo no somos la mejor del mundo sino que somos cualquier otra cosa menos una democracia. No éramos lo mejor antes que llegara Morena, pero , aún siendo deficitaria, éramos una democracia.

Toda vez que Morena ha colocado al frente del INE una militante suya, que ha asaltado el Tribunal Electoral Federal, que se apoya en el narco para levantar la estructura electoral opositora, que pone el Ejército y a la Guardia Nacional a llevar a sus mítines contingentes, que denuncia penalmente a los diputados que votan contra las iniciativas presidenciales, que destruye al poder judicial, que suprime a los órganos autónomos, que no le da curso a los escándalos de corrupción de SAGALMEX, de la Refinería de Dos Bocas, de Notimex…Que ha emprendido una campaña de escarnio contra sus adversarios , que ha limpiado cabales de radio y televisión de críticos y hasta suspendido medios impresos y lanzado a la zozobra a periodistas independientes, no puede definirse el régimen morenista más que de dictadura con fachada democrática.

En este escenario, no nos extrañe que a nivel nacional se pronuncien disparates como el de que tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca o que tenemos la democracia mejor del mundo, o como lo que reproduce un repugnante bufón de Veracruz, en el sentido de que Rocío Nahle, ya hizo lo que ningún gobernador había hecho: modernizar el transporte público, falsedad que se cae con solo salir a la calle y ver las mismas unidades, en todas sus modalidades, el caos en los paraderos, los horarios a capricho, los conductores sin capacitarse, las paradas a mitad del arroyo, las calles de las colonias deñadas, las tarifas de taxis sin regular, y lo más importante, sin seguridad para los usuarios y los concesionarios… Habría que fumar de la buena para escribir que ya se modernizó el transporte público, que debía de incluir todo el estado, cuando ni siquiera han dado a conocer un plan y su ruta crítica, pero bueno, como en todos los gremios, habemos, entre los que nos atrevemos a escribir, que por el sólo hecho de saber teclear, incursionananos en este ofició sin ni siquiera tener en cuenta que los gobernantes tienen a su partido para que les produzca apoyo y aplausos y que a los representantes de los medios les toca resistir al abuso y a la arbitrariedad del poder, cualquier otra cosa es corrupción. Lo cierto es que así como en otros oficios se cuelan sabandijas, en este las hay, como puede verse que reproduce por unos cuantos centavos los exabruptos oficiales, por fortuna los hay los que no se doblan ante las amenazas de los cuatreros.

No, no son meras ocurrencias de los vándalos que se han intronizado en el poder, se trata , como buenos seguidores del teorico de la propaganda del nazismo J. Goebbels, que no textualmente, pero les enseñó que una mentira repetida muchas veces termina por convertirse en verdad. Más en un pueblo que no investiga, cree, sobre todo si de por medio está una limosna. Así como habrá quienes repliquen las mentiras con que Morena se ha propuesto gobernarnos, así los que queremos refundar la República y la democracia, debemos estar prestos para desvelar las patrañas de los cuatreros, como bien dice hoy la periodista Denise Dressner: Aquí nadie se rinde.