*Palabra de Malinche.
/ Escrito por Cirenia Celestino Ortega /
“El poder de los medios” es una frase que pudiese ser gastada, un lugar común entre quienes nos dedicamos al análisis de este gran espacio de influencia. Sin embargo, no es menor cuando se nos presenta la evidencia.
Recientemente, Aristegui noticias lanzó una amplia investigación periodística realizada a partir de la recepción de una filtración masiva de Germán Gómez y una segunda fuente anónima. En ella se reveló los servicios que brindaba Televisa a ciertas figuras de la esfera política para posicionar o hundir a determinadas personas con fines políticos y económicos.
Cabe destacar que la publicación de esta investigación periodística sucede en un contexto de violencia agudizada.
Ejemplo de ello es el feminicidio de la periodista y fotógrafa Avisak Douglas, el pasado 20 de mayo 2025, luego de un ataque registrado a la casa de campaña de Xóchitl Tress Rodríguez, candidata del partido Movimiento Ciudadano (MC) a la presidencia municipal de Juan Rodríguez Clara, en Veracruz.
Caso que nos recuerda a María del Sol Cruz Jarquín, también periodista víctima de feminicidio en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, cuando acudió a cubrir los actos de campaña de Hageo Montero, hermano de Francisco Montero, el titular de la entonces Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) el cual sigue en la impunidad a casi siete años (2 de junio de 2018).
Así como los casos de feminicidio de 2 candidatas: Cecilia Ruvalcaba de Movimiento Ciudadano quien aspiraba a la presidencia municipal de Teocaltiche, Jalisco, y Yesenia Lara Gutiérrez de Morena, aspirante a la alcaldía de Texistepec, Veracruz.
Así como el feminicidio de Ximena Guzmán secretaría particular y asesinato de José Muñoz, asesor, de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, asesinados a unos 20 minutos de Palacio Nacional al comienzo de la conferencia mañanera del 20 de mayo.
Además de las amenazas que ha reportado la periodista Adela Navarro Bello, directora general del seminario ZETA en Tijuana, Baja California, tras publicar una investigación sobre el ocultamiento de narco fosas por parte de la Fiscalía General del Estado (FGE) y la revocación de visas de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, y su esposo, Carlos Torres.
Regresemos a Televisa. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales (ENCCA, 2024), en México, el 74 por ciento de la población consume televisión abierta por 2.3 horas diarias y 50 por ciento sintoniza noticiarios. Si a esto sumamos que Televisa y TV Azteca son las dos cadenas que dominan la televisión abierta y el noticiero nocturno de Televisa, En Punto con Enrique Acevedo, destaca como el más visto (HRMedia, 2014).
Además del monopolio televisivo, sería necesario sumar las marcas que mantienen a la empresa como líder en el sector de las comunicaciones: Univisión, Sky, Izzi, Bestel, Editorial Televisa, Intermex, Play city y el Club América, entre muchas otras.
Con estos datos cobra mayor relevancia la frase “el poder de los medios”, es decir no solo es una empresa que controla el sector de las comunicaciones, sino que, además, es necesario revisar el uso que se les da a esos contenidos.
Por un lado, apenas en 1 de cada 10 noticias de Televisa es consultada una mujer, la presidenta. La desigualdad es más evidente cuando se revisan los contenidos de entretenimiento a través de los cuales se reproducen estereotipos de género, clase y escenas de sexismo como la cosificación y la banalización de la violencia contra las mujeres. Razón suficiente para llamar la atención sobre las producciones de la empresa.
Es decir, se trata de un medio de comunicación que atenta contra los derechos de las audiencias, particularmente, de las mujeres, contra la libertad de expresión y el derecho a la información.
Un punto central de la investigación de Aristegui señala el uso de “documentos fabricados para campañas sucias”, donde la empresa crea personajes. Destaca el caso del exministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, hoy coordinador de Política y Gobierno de la presidencia y; Enrique Peña Nieto a quien se atribuye su triunfo como presidente electo a partir del impulso de su candidatura por la televisora.
La investigación también nombra a mujeres como: la periodista Anabel Hernández quien ha revelado los nexos de García Luna con el narco, Kate del Castillo quien apuntó sobre las actrices de la empresa que son prostituidas; ambas atacadas por las comunicaciones de Televisa.
Esta violencia nos recuerda que las mujeres no son bienvenidas al espacio público, ni al periodismo, ni a la política, y hay un riesgo en las periodistas que acompañan a las políticas. Riesgo por ser mujeres, por estar el espacio público y político.
Edison Lanza, ex Relator Especial para la Libertad de Expresión (2018) lo señaló: “los obstáculos y la violencia que afronta habitualmente el periodismo en la región se ven acrecentados o adoptan formas específicas como consecuencia de las desigualdades de género por el hecho de ser mujeres… estos riesgos se enmarcan en el fenómeno extendido de exclusión de las mujeres de la vida pública»
Felicidades a Aristegui y su equipo y a todas las periodistas que usan el poder de los medios para explicar a la ciudadanía la complejidad- y corrupción- del poder, las que se apropian del espacio público y honran a las que ya no están.
Periodista feminista y defensora de los derechos humanos de las mujeres. /Cimac Noticias/
