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/ Yamiri Rodríguez Madrid /
El presidente municipal de Poza Rica no sale de una, cuando ya está en otra. Hace poco más de cuatro años, el Pulpo Remes presumía su amistad con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que le valió ser candidato de Morena y, con su fama de beisbolista de la década de los 60’s, arrasar en las urnas, pero en las vueltas que da la vida, hoy está a punto de terminar su administración en medio del descrédito y repudio social.
El primer clavo de su cruz fue llegar a las zonas devastadas por las inundaciones, el 12 de octubre, -es decir, cuatro días después-, a bordo de su camioneta de lujo, mientras la gente estaba en el lodo. Se entiende que tiene 84 años y que una caída a su edad puede ser mortal, pero hay de actitudes a actitudes y la suya enardeció a los damnificados, quienes le arrojaron lodo, palos y piedras.
El segundo fue su declaración desfachatada sobre el muro de contención en el Río Cazones que no realizó y que, como autoridad, no sabe ni dónde quedó el recurso de 14 millones de pesos. La pregunta que se hacen, quienes lo perdieron todo, es si eso hubiese mitigado el tamaño del desastre.
El tercero es que madres buscadoras denunciaron que el Instituto Municipal de la Mujer de Poza Rica les quitó entregó despensas y, luego, en un absurdo, les pidió devolverlas. Otra muestra muy clara de la insensibilidad que caracteriza a esa administración municipal.
A su mala racha se suma el escándalo de la prisión preventiva fijada por un juez de Hidalgo contra la hija del presidente municipal por presuntamente haber sustraído dinero y relojes de la casa de su expareja, tema en debate pues algunas organizaciones feministas señalan que es víctima de violencia vicaria y ese encarcelamiento es injusto.
Es decir, para esta administración municipal, los dos meses que restan serán largos, muy largos, amargos y pasarán a la historia como uno de los peores gobiernos que ha tenido Poza Rica. ¡Qué manera de arrastrar la fama!
@YamiriRodríguez
