El regalo de López Obrador al padre Solalinde .

**  La Política Me da Risa .

/ Yazmin Alessandrini /

Con el sacerdote texcocano seguirá la filosofía del ‘echando a perder se aprende’

* ¿Qué se puede implementar y mejorar con sólo año y medio por delante?

* El fenómeno migratorio no se puede atender con lealtad y zalamería

POR EL BIEN DE TODOS… PRIMERO MIS CUATES.- Ya todos sabemos que el sello característico del Presidente López Obrador, desde que asumió el poder en diciembre de 2018, ha sido estrangular, debilitar y anular a todas las instituciones habidas y por haber. Cualquier dependencia o cualquier órgano que se les venga a la mente ha sufrido, en estos casi cuatro años y medios del obradorato, todo tipo de embates desde Palacio Nacional nada más para que todos estemos enterados de que los únicos chicharrones que truenan son los del Primer Mandatario y de que este país se gobierna a base de ocurrencias. Y si no, ¿qué opinión o comentario les merece la más reciente puntada presidencial, de querer encomenarle los complejos y sensibles asuntos migratorios al sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, ubicándolo al frente de una nueva dependencia, la Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería (CONMÉXICO), con la cual se pretende sustituir al inútil, perverso y corrupto Instituto Nacional de Migración (INM)? Sí, el mismo padre Solalinde cuya experiencia en la administración pública es prácticamente inexistente pero que cumple a cabalidad con los dos únicos requisitos que el Presidente le impone a sus colaboradores: Un 90% de lealtad y un 10% de capacidad. Aunque, claro está, este clérigo texcocano, de existir más postulantes para esta posición, se ubicaría muy por encima de ellos gracias a un par de características que lo convierten en un digno aspirante: Es un adulador y zalamero consumado. Así que prácticamente ya tiene el puesto asegurado.

OTRO SUEÑO GUAJIRO.- Pensando en frío ¿cuáles son las cartas credenciales con las que el padre Solalinde llegaría al organigrama gubernamental encabeznado esta nueva Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería? Lo cierto es que este religioso no tiene experiencia y conocimiento en temas relacionados con la administración pública. Cierto, durante varios años se dedicó a velar por los intereses y los derechos humanos de los migrantes desde su albergue “Hermanos en el Camino”, ubicado en Ixtepec, Oaxaca. Sin embargo, durante los últimos años prácticamente se ha dedicado a trabajar en su propia agenda personal y a hacerle la barba a los presdidentes en turno (en su momento lo hizo con Enrique Peña Nieto y ahora lo hace con Andrés López Obrador). Esa es su área de dominio. Pero siendo objetivos, con eso no alcanza para enfrentarse a un monstruo de mil cabezas como lo es la migración, pues para eso se requiere de rudimentos diplomáticos, jurídicos, administrativos y humanitarios, y éste personaje no los tiene. Además, difícilmente se le podría ver coordinando esfuerzos de tipo logístico que involucren temas de crimen organizado, porque todos sabemos que la migración es un fenómeno que involucra a mafias muy complejas de delincuentes (el tráfico de seres humanos por lo regular lo controlan cárteles del narcotráfico). Otra cosa: ¿Con quiénes conformaría su equipo de trabajo? Admitámoslo, lo cierto es que sólo sería un florero más.

SIN PROYECTO Y SIN DIAGNÓSTICO.- Todo apunta a que, de concretarse la creación de esta Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería, se trataría de otro petardo como a los que nos ha acostumbrado el Presidente a lo largo de este sexenio (el Banco del Bienestar, el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, el Instituto de Salud para el Bienestar, la sección “Quién es quién en las mentiras” de sus mañaneras y un kilométrico etcétera). De hecho, ¿qué tanto se podría mejorar e implementar con sólo año y medio por delante? El Presidente López y el padre Solalinde ya han sostenido varias reuniones cuyo eje central ha sido la puesta marcha de este nuevo ente que se encargará de administrar, coordinar, vigilar y proteger la migración. En lo particular yo tengo curiosidad por saber si el clérigo ya le presentó en firme algún proyecto, un plan de trabajo, propuestas de coordinación interinstitucional, escenarios hipotéticos… sinceramente no lo creo. El señor Solalinde sólo sabe hacer una cosa y esa es adular a los gobernantes en turno y con eso, lamentablemente, no alcanza para que se eviten tragedias como la de Ciudad Juárez, donde la negligencia, la corrupción y la perversidad cobraron la vida de 40 migrantes guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, venezolanos y colombianos.

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