*Serán semanas y meses de inestabilidad económica: especialistas universitarios.
Ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca es difícil hacer un diagnóstico económico preciso sobre lo que podría suceder en 2025; pero es un hecho que entraremos en un entorno de incertidumbre importante, junto con la volatilidad en algunos indicadores financieros, señalaron académicos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc).
César Armando Salazar López, investigador adscrito a la Coordinación de Análisis Macroeconómico Prospectivo de esa entidad, refirió que para el siguiente año se espera una desaceleración del crecimiento en México, y en menor medida en el vecino país del norte.
En tanto, César Duarte Rivera, investigador del área de Economía Fiscal y Financiera, consideró que serán semanas y meses de mucha incertidumbre y de cierta inestabilidad en el precio del dólar. Ambos especialistas fueron entrevistados por separado.
Salazar López recalcó que en términos de las políticas económicas que podría aplicar el próximo presidente de Estados Unidos, una de las que más ha llamado la atención es la reducción de impuestos corporativos.
Con su triunfo electoral del 5 de noviembre, las criptomonedas elevaron su precio y han tomado un mayor impulso, porque podrían venir desregulaciones, situación que se suma a la cercanía de Elon Musk (el hombre más rico del mundo y partidario de esos activos digitales), quien formará parte del gabinete del presidente electo.
César Armando Salazar advirtió que hay que tener cautela, porque un proceso de desregulación, más que generar condiciones de crecimiento en el corto plazo, trae consigo problemas de crisis financieras. A mediano y largo plazo, especificó, se da un escenario donde las autoridades monetaria y financiera llegan a perder el control, lo cual sería perjudicial, “porque esos son activos que no tienen un referente, se consideran altamente volátiles”.
La Unión Americana, continuó, es nuestro principal socio comercial y hacia allá va el 85 % de las exportaciones. Aunque Trump ha amenazado con imponer aranceles a México, no hay que olvidar que existe un tratado comercial firmado entre los tres países de América del Norte, el T-MEC, por lo que cualquier acción de ese tipo tendría que controvertirse en el marco de ese acuerdo y llevaría tiempo. Pero, “conociendo la personalidad del republicano y sabiendo que no le importaría incumplir, ahí es donde se origina la incertidumbre”.
Además, llevar adelante esa propuesta sería un golpe también para los consumidores estadunidenses. Hacerlo generaría trastornos en las cadenas de valor que hay entre ambos países, las cuales pueden pasar sus productos más de una vez por la frontera antes de llegar al consumidor, y sin duda se verían trastocadas las operaciones de suministro.
Lo deseable es que “las amenazas se queden en eso, que los actores estén dispuestos a ceder en algunos aspectos y no veamos una guerra arancelaria, ni de ningún tipo”, destacó Salazar López.
En contraste, con el anuncio del triunfo de Donald Trump, también ha habido otros ganadores, como la empresa Tesla, de Musk, cuyas acciones se han disparado desde entonces y podrían seguir al alza, además de beneficiarse de los apoyos del gobierno estadounidense, concluyó.
En tanto, Duarte Rivera aclaró que si se cumplen las amenazas de Trump y se imponen aranceles a México o China, habría efectos negativos, en especial para los consumidores estadunidenses, porque los impuestos por importar mercancías se trasladan a los precios; en este caso de bienes básicos como alimentos.
En el ambiente de incertidumbre que priva, la inestabilidad del mercado cambiario podría mantenerse al menos hasta que Trump asuma la presidencia y ya se tenga un plan económico más definido. Tampoco hay que perder de vista que esa situación no ha respondido por completo al triunfo del político, sino a que se conjugaron diversos aspectos como la decisión de la Reserva Federal de recortar la tasa de interés, y eso también tiene impactos muy fuertes sobre la cotización del dólar.
El especialista detalló que los movimientos en el valor de la divisa estadunidense son importantes, pero no “extraordinarios”: la apreciación y la depreciación no han sido muy grandes. En el caso de nuestra moneda, la fluctuación ha sido alrededor de los 20 pesos por dólar; no se ha disparado ni tampoco ha caído demasiado, está relativamente estable, aunque hay una tendencia a un movimiento un poco más pronunciado que lo que había tenido en semanas anteriores.
Duarte explicó que podría ocurrir que se lleve a cabo la relocalización de empresas, pero en territorio estadunidense, y que el llamado nearshoring no suceda en México como se tenía pensado.
Gaceta UNAM