Jesús “El Rey” Zambada reveló desde 2012 a autoridades de EE.UU. millonarios sobornos a un funcionario del gobierno de AMLO cuando gobernaba la Ciudad de México, y que dio dinero para su campaña presidencial del 2006.
Contracorrinete.
/ Anabel Hernández /
En las conclusiones del juicio contra Genaro García Luna, en Brooklyn, la Fiscalía dejó claro que el Cartel de Sinaloa puede operar como el “FedEx de la cocaína” porque compran partes del gobierno de México.
“El Cartel de Sinaloa es un imperio mundial de la cocaína. Operaba en la década de 1990, y todavía existe hoy, enviando drogas y alimentando la violencia en las calles de México y Estados Unidos, incluyendo aquí mismo, en las calles de Brooklyn y Queens”, afirmó la fiscal Saritha Komatireddy el 15 de febrero, cuando, con aplomo, expuso ante los 12 miembros del jurado las conclusiones de la parte acusadora del juicio contra Genaro García Luna en la sala 8 D de la Corte de Distrito Este de Nueva York.
La joven fiscal, egresada de la escuela de leyes de Harvard, de origen indio, es una de las tres mujeres que integran el equipo de la Fiscalía que puso en el banquillo de los acusados al primer exsecretario de Estado mexicano por narcotráfico.
Komatireddy y su colega Erin Reid fueron quienes lideraron la conducción del juicio por parte del Departamento de Justicia. Fueron ellas quienes hicieron los interrogatorios más intensos a narcotraficantes como Jesús “El Rey” Zambada, hermano de Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, Oscar Nava Valencia, “El Lobo”, y Harold Poveda, “El Conejo”.
“…En el lado comercial (el Cartel de Sinaloa) es una operación multimillonaria de dólares. Emplea a cientos de personas y eso mueve la cocaína a través de los continentes desde América del Sur hasta México a los Estados Unidos”, continuó Komatireddy, elocuente, mientras buscaba contacto visual directo con cada uno del jurado para asegurarse de que el mensaje llegara.
“Cuando se trata de la logística de esta operación, estos tipos son como el FedEx de la cocaína. Usan trenes, usan barcos, usan contenedores, usan submarinos. Trafican cocaína a través del aeropuerto más grande en una de las ciudades más grandes del mundo, Ciudad de México…”, continuó.
“…Las personas que traficaban la droga vinieron aquí y les dijeron que es imposible dirigir una corporación multinacional de narcotráfico como esta sin el apoyo del gobierno mexicano. Entonces pusieron al gobierno en la nómina. Pagaron a funcionarios del gobierno para que los ayudaran, para protegerlos, para permitirles operar…”, afirmó la fiscal.
No sólo explicó con ‘peras y manzanas’ el papel que jugó Genaro García Luna como uno de los funcionarios de mayor rango en ser cooptado por el Cartel de Sinaloa y sus socios, cuando fue titular de la Agencia Federal de Investigaciones y de la SSP federal, sino que, además, dejó bastante claro que esa corrupción en México no ha terminado.
Si el Cartel de Sinaloa, comandado principalmente por Ismael Zambada García, “El Mayo”, opera hasta el día de hoy como el FedEx de la droga, es porque hay partes del Estado que están actualmente corrompidas.
Y es por eso que es necesario recapitular uno de los episodios más polémicos durante el juicio mientras corren las horas para que este martes, 21 de febrero, el jurado reanude sus deliberaciones para dar su veredicto: culpable, no culpable, o sin consenso, lo cual podría hacer que se repita el juicio con un nuevo jurado.
Genaro García Luna.
Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México.
Los sobornos en el gobierno de AMLO
Jesús “El Rey” Zambada García es hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, y durante lustros fue el contador del Cartel de Sinaloa y luego el responsable de las operaciones de la organización criminal en la Ciudad de México. El Rey no solo era operador del Mayo, sino que era su confidente, su hombre de confianza.
En la capital no solo se hacía cargo del control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en el cual recibía toneladas de cocaína a la semana proveniente de Sudamérica, con la ayuda de García Luna y su cartel de policías corruptos. También se encargaba de las bodegas en la CDMX donde dicha droga era almacenada antes de ser traficada a Estados Unidos, y se encargaba de las casas de seguridad que ocupaba el cartel en la CDMX para operar sus negocios criminales.
Los principales años de esa operación del Rey fueron entre 2001 y 2008, cuando fue detenido en la colonia Lindavista, de la Ciudad de México, por un grupo de la Procuraduría General de la República que estaba bajo las órdenes de Arturo Beltrán Leyva.
No hay duda que la Agencia Federal de Investigación de México (AFI) y la Policía Federal (PF) le daban una buena parte de garantías de impunidad al cartel, pero es obvio que también requerían ayuda del gobierno local. De diciembre del año 2000 hasta 2005, quien era el jefe de gobierno de la Ciudad de México cuando el Cartel de Sinaloa utilizaba la capital como bodega de cocaína era Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México.
El Rey fue extraditado en 2012, y en cuanto llegó a Estados Unidos comenzó a cooperar con las diferentes agencias del gobierno, incluyendo la DEA. En el juicio contra García Luna se reveló que hubo más de cien reuniones con el hermano del Mayo.
Lo que ha dicho dijo a las autoridades de Estados Unidos durante los últimos 10 años de encuentros es que contaba con la protección de altos funcionarios del gobierno de AMLO en la CDMX, a quienes sobornó y entregó dinero para financiar la campaña presidencial de López Obrador. No está claro el año de los pagos, pero eran para la campaña del 2006.
El funcionario en cuestión se llama Gabriel Regino, apodado “Tigre”. Más allá del testimonio jurado de Rey Zambada, pude conversar con personas que formaron parte en aquellos años del equipo cercano a AMLO, y me ratificaron el señalamiento. “Esto se sabía desde entonces”, comentó uno de ellos. López Obrador lo sabía, pero Regino fue tolerado, como en su tiempo fue tolerado García Luna por los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Se me afirmó que Gabriel Regino ocupó cargos en la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México a petición expresa de López Obrador. Fue el actual presidente quien pidió que fuera colocado ahí. “Era los ojos de AMLO en la SSP”, me reveló uno de los funcionarios consultados.
Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores de México, fue titular de la SSP de 2002 a 2004, luego lo relevó Joel Ortega, de 2004 a 2008. Regino estuvo en la Secretaría desde junio de 2002 hasta septiembre de 2006. Es decir, su cargo no era por ser miembro del equipo de Ebrard o de Ortega, sino por la petición de alguien de más arriba.
De acuerdo al testimonio jurado de Zambada, la primera vez que él mencionó a Regino fue en julio de 2012, en la primera reunión que tuvo con autoridades del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Y desde entonces su testimonio ha sido consistente.
Dinero para Regino y para la campaña presidencial del 2006
El 14 de febrero pasado, en el contrainterrogatorio que hizo Cesar De Castro, abogado de defensa de García Luna al Rey Zambada, hubo una serie de distorsiones de lo que el hermano del Mayo dijo, y lo que no dijo. La confusión creó una avalancha de reacciones basadas en esas distorsiones.
Para evitar cualquier interpretación es mejor basarse directamente en la transcripción del testimonio jurado. Tuve acceso a algunas fojas del 13 de febrero, cuando inició el contra interrogatorio y el nombre de Regino fue mencionado en el juicio, y el colega Keegan Hamilton, de Vice, publicó algunas parte de la transcripción del día 14.
Estuve presente ese día en el juicio. Lo vi con mis propios ojos. Aunque es de origen latino, el español de De Castro no es bueno, no es meticuloso en lo que dice, y su forma de plantear las preguntas es bastante retorcida porque tiene la finalidad de confundir, no solo al testigo de la Fiscalía, sino al propio jurado. Sus pifias y errores crearon constantemente confusión, y no queda claro si fue a propósito o solo por impreparación.
Por ejemplo, sobre García Luna, De Castro creó la confusión de que el Rey había hablado con el gobierno de Estados Unidos hasta tres años después de haber sido extraditado, como queriendo hacer creer que se lo inventó. Eso es falso.
Aquí la transcripción:
–Tuvo reuniones en 2012, ¿correcto?–dijo De Castro, refiriéndose a las reuniones del Rey con autoridades de Estados Unidos
–Sí–respondió el Rey Zambada.
–Mi cuenta es que tuvo de 10 a 12 reuniones. ¿Esto suena correcto?
–Posiblemente
–En todas esas reuniones en 2012 usted nunca mencionó a Genaro García Luna, ¿No es verdad?
–Tal vez no lo hice.
–No fue sino hasta el 16 de julio de 2013 que usted lo mencionó (a García Luna). ¿Correcto?
–Honestamente, no lo recuerdo, pero es posible.
–Fue casi tres años después de que llegó, perdón, un año después de que llegó a Estados Unidos, ¿verdad?–dijo De Castro.
Un error, para confundir al jurado y al testigo. Un año de distancia es muy diferente a tres. No hay duda de que el Rey Zambada reveló los sobornos a García Luna.
De ese punto, De Castro quiso enfatizar los casos de corrupción de los que el Rey había hablado desde 2012.
–Usted habló de Gabriel Regino, ¿correcto?
–Sí–respondió el Rey.
–El secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal–dijo De Castro, cuando en realidad era subsecretario.
–Sí–dijo el Rey sin oportunidad de aclarar el punto.
–Y usted afirma que le dio un pago de 3 millones de dólares ¿verdad?
–Algo así–dijo el Rey.
Después hablaron de los pagos a un gobernador, pero por confusión o mala fe De Castro, dijo Colombia en vez de Colima.
–Usted habló de que instalaron al gobernador de Colombia ¿Usted recuerda eso?
–No–respondió el testigo con mucha seguridad. Porque él no habló del gobernador de Colombia sino de Colima.
A mitad del contrainterrogatorio, la audiencia llegó a su fin y recomenzó al día siguiente, el 14 de febrero, en donde se había quedado.
–¿Usted recuerda haber hablado de pagar a Andrés Manuel López Obrador 7 millones de dólares?–preguntó De Castro.
–No–dijo el Rey, muy seguro, porque, aunque sí dijo que había pagado dinero a la campaña de AMLO, no lo dijo de la forma que planteó De Castro.
–¿Recuerda haberles dicho (al gobierno de Estados Unidos) que usted pagó siete millones de dólares a través de Gabriel Regino, R-E-G-I-N-O , cuando el señor López Obrador competía por la presidencia contra presidente Fox?–reformuló la pregunta De Castro, atrapado en su confusión de nombres.
–Sí recuerdo haberle pagado algo de dinero, que según él (Regino) era para la campaña, pero no de haberle pagado a López Obrador–respondió el Rey, con claridad.
–¿Le puedo enseñar su JRZG 36?–dijo De Castro, refiriéndose a una de las notas tomadas por el Departamento de Justicia en sus reuniones con el Rey.
Ahí, en ese momento del interrogatorio, la fiscal Komatireddy protestó para que De Castro no mostrara el documento del Departamento de Justicia, que sí existe.
–¿Usted recuerda decir que pagó a Andrés Manuel López Obrador siete millones de dólares para su campaña a la presidencia contra Fox?–dijo De Castro, de nuevo confundido.
–No–dijo el Rey.
–La pregunta es ¿si no es verdad que usted dijo eso, o usted no recuerda si lo dijo o no lo dijo?–replanteó De Castro, aún más confuso.
–No pude haber dicho eso porque no es verdad–afirmó el Rey.
En ese momento el Juez Cogan llamó a las partes a un side bar,una conversación privada. Allí, De Castro aclaró que el Rey había dicho eso al Departamento de Justicia, ya sea en la nota DEA6s ó 302s. De Castro quería abundar con Zambada sobre esas notas de la DEA.
–Yo tengo algunas preocupaciones de que este testigo…Estamos hablando del actual presidente, y este testigo tiene familia en México. Nosotros no lo esperábamos”, dijo la fiscal.
–Dígalo más alto–reclamó el Juez.
–También voy a objetar bajo 403 (una norma jurídica). Pienso que hay suficiente número de funcionarios públicos que ha sacado el abogado de defensa en el contrainterrogatorio para hacer su punto, que él (Zambada) mencionó a otros importantes funcionarios además del señor García Luna–dijo Komatireddy, para no abundar más en el espinoso tema. La fiscal no dijo que lo que había en las notas de la DEA era falso.
El 15 de febrero, rápidamente, gracias a toda la confusión de De Castro y a la confusión extra generada por medios de comunicación, AMLO dijo que el Rey Zambada resultó más “derecho” (honesto) que “este abogado falsario, calumniador, chueco”. Así, el presidente avaló lo que sí dijo el hermano del Mayo.
“…Me han mencionado porque estamos en un contexto político donde se pretende vincular a otras personalidades. Así es la política, así es el proceso penal, y estamos acostumbrados a ello”, dijo, por su parte, Regino, en un video grabado, teniendo como fondo una bizarra pintura de un tigre blanco rugiendo, parado en dos patas.
En una intervención que hice para el programa de la periodista Elisa Alanís, el 14 de febrero, señalé que, o De Castro había mentido sobre los sobornos a la campaña de AMLO, o no planteó correctamente la pregunta sobre los hechos realmente ocurridos. Ahora, con las transcripciones, es claro que se trató de lo segundo.
El Rey Zambada dijo al Departamento de Justicia, en 2012, que entregó dinero del Cartel de Sinaloa a la campaña presidencial de López Obrador para el 2006. No dio el dinero directamente a AMLO, sino que lo entregó al jefe policiaco Regino, quien le dijo que sería ocupado en la campaña presidencial. Hasta ahora no es posible saber si el dinero del Cartel de Sinaloa llegó efectivamente a la campaña ni si AMLO sabía de ese dinero.
El actual presidente, “pagado” por el Mayo
Buscando más referencias de este hecho para obtener más claridad, encontré noticias sobre el juicio contra El Chapo, el cual se realizó a fines de 2018 y principios de 2019.
Alan Feurer, del New York Times, escribió el 21 de noviembre de 2018 que, en su testimonio, Rey Zambada habló de un soborno que pagó en 2005: “Según Zambada, lo recibió Gabriel Regino, un alto funcionario de seguridad que había formado parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el ahora presidente electo de México, cuando este era jefe de Gobierno de la Ciudad de México”. “En el tribunal, el martes, un abogado de la defensa intentó hacer que Zambada proporcionara más información sobre los vínculos entre López Obrador y el funcionario de seguridad. Los fiscales federales de inmediato objetaron, y el juez Brian Cogan prohibió las preguntas al respecto”, escribió Feurer.
El periodista se refirió a documentos de una conversación privada entre los abogados del Chapo, el juez y la Fiscalía. “En ese momento la defensa reveló un posible escándalo: Zambada les dijo a las autoridades que había sobornado al presidente en funciones de México con por lo menos 6 millones de dólares”.
“Un documento judicial introducido por los fiscales federales de Estados Unidos en la Corte, el miércoles por la tarde, menciona un soborno supuestamente pagado por (Rey) el hermano menor de El Mayo Zambada, líder del Cartel de Sinaloa que sigue libre en México, a una persona no identificada que trabajó en la fallida campaña presidencial de López Obrador en 2006”, afirmó el periodista Keegan Hamilton, de Vice, el 16 de enero de 2019.
Tengo copia del documento referido por Keegan, fechado el 15 de enero de 2019. Ahí se afirma: “El soborno en cuestión fue pagado a un individuo asociado con la fallida campaña presidencial, hace más una década, del actual presidente de México”, afirmó la Fiscalía. En esa fecha AMLO ya era presidente de México.
En el multiverso mexicano pasamos de los “bots virtuales” que desencadenan agresivas campañas de desinformación contra periodistas, analistas y académicos críticos al gobierno de AMLO, a “bots humanos” que, con la misma carencia de argumentos atacan agresivamente. De esto hablaré en los próximos días, porque lo he vivido directamente en Brooklyn. Hay que tener cuidado de adónde nos llevan la agresividad y la desinformación.