Hoy que la manera de gobernar en México es tema en la agenda ciudadana, surge el talante de estadista de la jefa de gobierno de Alemania. 
La señora Ángela Merkel vuelve del mercado con su marido después de comprar ella misma su mandado. La señora Merkel vive en un apartamento en una céntrica y modesta zona de Berlín. Es la Jefa del gobierno alemán.
Merkel no recibe ningún servicio gratuito del Estado y no toma nada gratis. Sin alojamiento, sin electricidad, sin gas, ni agua, ni siquiera llamadas telefónicas a cargo de presupuesto alemán.
Esta mujer tiene los mismos derechos y obligaciones que cualquier simple ciudadano alemán.
Compra ella misma, conduce su auto, paga sus impuestos. Y si comete una multa, la paga de su bolsillo.
Un fotógrafo de prensa le dijo:
-Recuerdo que le tomé una foto con el mismo vestido hace diez años.
Y ella le respondió:
-Soy una servidora pública del pueblo alemán, no una modelo.
