*Este será el año con más elecciones de la historia. De hecho, la mitad de la población está convocada a asistir a las urnas.
/ Iñaki Domínguez /
El 2024 será un año muy especial en cuanto a la celebración de elecciones se refiere. El impacto que este hecho puede llegar a tener en las estrategias geopolíticas de diferentes gobiernos, sus políticas interiores y exteriores, puede ser inmenso. Dicho esto, también es cierto que los gobiernos hoy día cuentan con un poder limitado a la hora de realizar cambios profundos en el seno de sus propios países, sobre todo en el apartado económico. Esto último se debe al hecho de que, en gran medida, la economía de cada país se ve generalmente domeñada por la propia economía internacional: es el poder económico transcultural y transnacional el que dicta muchas y relevantes decisiones económicas. Aun así, los respectivos gobiernos nacionales que se verán elegidos en diferentes países del mundo sí tendrán capacidad de ejercer cambios que pueden, en su totalidad, ser esenciales en lo que a la política internacional se refiere. Las respectivas elecciones a las que hacemos referencia sí pueden alterar profundamente lo que entendemos como el tablero político internacional.
Este año se espera que más de dos mil millones de personas en 50 países acudan a las urnas, hecho que representa una movilización de masas sin precedente. 2024 será el año con más elecciones de la historia. De hecho, la mitad de la población está convocada a asistir a las urnas, solo que es de esperar que no todos los potenciales votantes –ni mucho menos– ejerzan su voto. Esto se debe, en muchos casos, al desencanto que provocan los representantes políticos, algo que en el caso de España se ha visto agudizado en los últimos tiempos. Si antes de la crisis de 2008 la clase política era vilipendiada, tras el poder ejercido por nuevos partidos políticos como Podemos, Ciudadanos, Sumar o Vox, no parece que dicha estimación haya mejorado. De hecho, varios de estos partidos han desaparecido por completo de un modo fulminante. La función histórica de estos nuevos partidos parece haber sido una cierta «purificación» del poder político, tras periodos de boyante corrupción en los dos partidos principales: el PSOE y el PP.
Este año se espera que más de 2.000 millones de personas en 50 países acudan a las urnas
A nivel mundial, hablaremos de varios ejemplos. Primero han estado las elecciones del 13 de enero en Taiwán, que afectan a la relación que dicho país tiene con China. En este caso, ya ha ganado el Partido Democrático Progresista (PDP), de Lai Ching-te, quien ejerce desde enero como presidente. Su partido es contrario a las posiciones comunistas y amigo de las democracias liberales. Ha ganado con más del 40% de los votos.
En Rusia se celebrarán elecciones del 15 al 17 de marzo. Aunque casi todos esperamos que Putin será de nuevo presidente, si no fuese el caso, las políticas de un candidato diferente podrían modificar sustancialmente la situación internacional, sobre todo con respecto a un factor decisivo y apremiante: la guerra de Rusia con Ucrania. La instauración de un nuevo presidente traería muchas más consecuencias en lo relativo a la política internacional: afectaría también a la relación de Rusia con Estados Unidos, China y la Unión Europea.
Del 6 al 9 de junio también habrá elecciones, en este caso para los representantes de la Unión Europea. Serán elegidos los diputados el Parlamento Europeo. Los eurodiputados, junto con los representantes de los gobiernos de los países de la UE, desarrollan y votan leyes que influyen en todos los aspectos de la vida en la Unión Europea (algo que nos afecta de modo muy directo). En este caso, ya no hablamos de elecciones nacionales, sino prácticamente continentales. Su resultado también generaría un impacto sustancial a la hora de determinar ciertas políticas, las cuales serían relevantes también en el marco del ya mencionado conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Las elecciones de Estados Unidos afectan al conjunto de todos los países del mundo más que cualquier otra
El 5 de noviembre se celebran unas elecciones que afectan al conjunto de todos los países del mundo más que cualquier otra. El pueblo de Estados Unidos probablemente habrá de decidir entre Joe Biden, del Partido Demócrata, y Donald Trump, representante del Partido Republicano (si estos acaban por representar a sus respectivos partidos, los más potentes del país). Si Trump gana, sería el segundo presidente estadounidense en la historia, junto con Grover Cleveland, en ganar dos elecciones interrumpidas por el mandato de otro presidente. De hecho, si ambos políticos mencionados son los candidatos definitivos, será el primer rematch presidencial entre dos rivales políticos desde 1956. Tras las elecciones habremos de estar muy atentos a la política exterior de esta la primera potencia del mundo, pues sus decisiones políticas pueden verdaderamente afectarnos a todos de una manera u otra.
Otras elecciones nacionales se van a celebrar en Indonesia, México, India, Túnez y Venezuela. Para comprender mejor esta situación que tendrá tanta importancia en el marco de la muy compleja política internacional no está de más informarse adecuadamente. Además de ver la televisión o leer el periódico a diario, el muy boyante mundo del podcast también puede ayudar. Es el caso de podcasts como El Orden Mundial, especializado en el análisis internacional en español, para quienes tengan interés en atender y entender dicha realidad más allá de nuestras fronteras.
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