*La Corte .
/ Azul Etcheverry /
asi todo a nuestro alrededor ha logrado obtener la etiqueta de “inteligente”, teléfonos, carros y hasta electrodomésticos. Gracias a internet hemos logrado estar más conectados entre nosotros y usarlo para hacer nuestro día a día más fácil a través de diversos objetos ahora “inteligentes”.
La pandemia por covid-19 trajo un gran reto para la información oportuna y veraz en el que la lección fue el no creer todo lo que vemos en redes sociales, cuestionar, empujarnos a buscar fuentes confiables y tener especial cuidado con lo que compartimos, pues no son sólo datos los que se propagan, sino también emociones, que al final conducen gran parte de la conducta humana.
Ahora también los algoritmos en medios digitales y el uso de inteligencia artificial plantean desafíos interesantes que, en primera instancia, tendrán que ser enfrentados por la sociedad antes de que llegue una legislación, pues será el método de prueba y error humano lo que determine en qué áreas se deben regular estos ámbitos.
Ahora, cuando incluso la diplomacia se hace en la antes llamada red social Twitter, las elecciones en dos de los países de América del Norte sin duda se verán influidas por estos fenómenos digitales en 2024.
Sin duda serán “elecciones inteligentes” dominadas por el uso de redes sociales e inteligencia artificial en donde el llamado es para nosotros, los ciudadanos a que también adquiramos ese título cuestionando todo lo que vemos, comparando ideas y propuestas.
Los algoritmos observan nuestras tendencias y preferencias y nos arrojan contenido de acuerdo a esto, por muy conveniente que pueda parecer, también trae el peligro de encerrarnos sin dejarnos conocer las ideas de la oposición a nuestros gustos.
La falsificación de contenido y la manipulación de la opinión pública son dos escenarios con los que tendremos que tener extremo cuidado y generar conciencia de que nuestra responsabilidad en las urnas empieza desde ya con la información que obtenemos y compartimos.
No olvidemos que la inteligencia, antes que cualquier otra cosa, es una característica humana.