¿Qué se juega Ecuador en estas elecciones en estos por dos proyectos distintos de país?
15.10.2023 Ecuador.-Un empresario de centroderecha y un candidato de izquierda compiten por la presidencia este domingo en una elecciones entre el voto del miedo y la esperanza.
Casi 13,5 millones de votantes están convocados a emitir su sufragio en esta segunda vuelta entre Luisa González, la candidata impulsada por el exmandatario Rafael Correa, y el joven empresario Daniel Noboa, hijo del cinco veces aspirante Álvaro Noboa, quien parte con una ligera ventaja.
Tras una primera vuelta en la que los ecuatorianos acudieron a las urnas estremecidos por el asesinato del candidato Fernando Villavicencio a manos del crimen organizado, los dos contrincantes se miden ahora en el desempate, en un país blindado y en medio de la incertidumbre, con un proyecto de país en las antípodas que, sin embargo, tiene una prioridad común: acabar con la violencia que asfixia a la población.
Ecuador se enfrenta a una elección crucial en medio de una crisis de seguridad y migración desencadenada por la creciente narco-violencia.
Los dos candidatos se enfrentan en una lucha por el poder, con la narco-violencia como telón de fondo. Daniel Noboa, un empresario con un fuerte respaldo de la derecha, lidera la contienda, mientras que Luisa González, una candidata de izquierda apoyada por el expresidente Rafael Correa, se presenta como su contrincante.
Ecuador se encuentra en medio de la segunda vuelta de un proceso electoral trascendental. En la primera vuelta llevada a cabo el 20 de agosto, González del Movimiento Revolución Ciudadana obtuvo la mayor cantidad de votos, con un 33,30%. Por otro lado, Daniel Noboa del Movimiento ADN sorprendió al asegurar el segundo puesto con el 23,66% de los votos.
En este escenario, estas son las 5 propuestas claves de Luisa González: Seguridad ciudadana, Lucha contra la delincuencia y la impunidad, “Democratizar” la economía, Empleo digno y Protección a mujeres.
Luisa González, una candidata respaldada por la izquierda, se ha comprometido a utilizar las reservas del banco central para estimular la economía, aumentar la financiación del sistema público de salud y las universidades públicas. Además, en materia de seguridad, González también ha prometido asignar más recursos a la policía y emplear al ejército para mejorar la seguridad en los puertos, utilizados por el narcotráfico, y en las prisiones, que están bajo el control de pandillas violentas.
La cercanía de González con Rafael Correa ha ayudado a elevar su perfil político, pero también le ha costado apoyo entre algunos votantes. En la primera vuelta de las elecciones, obtuvo el primer lugar con una amplia base de votantes que añoran la era de bajos índices de homicidios y el auge económico de los tiempos de Correa. Sin embargo, ampliar esa base resulta ser un desafío debido a la división causada por el estilo autoritario de Correa y las acusaciones de corrupción en su contra. El expresidente vive exiliado en Bélgica, huyendo de una condena de prisión por violar las regulaciones de financiamiento de campañas. Esto ha llevado a que muchos ecuatorianos teman que una eventual presidencia de González allane el camino para su regreso y una nueva candidatura.
Estas elecciones se desarrollan en un contexto de creciente violencia vinculada al narcotráfico, lo que ha llevado al país a sumirse en una preocupante espiral de inseguridad. Grupos criminales internacionales, en colaboración con pandillas locales, han desatado una ola de violencia sin precedentes en los últimos cinco años. Esto ha llevado a que decenas de miles de ecuatorianos busquen refugio en la frontera con Estados Unidos y México, lo que ha generado una crisis migratoria que ha desafiado tanto al gobierno ecuatoriano como al estadounidense.
A pesar de que Daniel Noboa ha mantenido una ventaja constante en las encuestas desde agosto, la brecha entre ambos candidatos se ha estrechado en los últimos días. Su plataforma se centra en presentarse como el “presidente del empleo”, prometiendo atraer el comercio y la inversión extranjera, así como reducir los impuestos. Noboa ha activado a una base de votantes inconformes con la promesa de cambio. “Ha sido capaz de decir: ‘Yo soy la renovación, yo la represento en Ecuador’”, afirma Caroline Ávila, una analista política ecuatoriana.
La elección del próximo presidente determinará el rumbo del país en términos económicos y de seguridad. Los ecuatorianos se enfrentan al reto de equilibrar la necesidad de abordar la violencia con el deseo de mejorar la economía y el bienestar social.
Ambos candidatos tienen propuestas significativas en cuanto a empleo, seguridad y economía, y será tarea de los votantes discernir cuál de ellos está mejor preparado para enfrentar los desafíos que Ecuador afronta en la actualidad.
