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/ Escrito por Wendy Rayón Garay /
08.06.2025 /CimacNoticias.com /Ciudad de México.- She said o «Ella dijo» es una película dirigida por María Schrader y escrita por Rebecca Lenkiewicz, basada en el libro de las periodistas Judi Kantor y Megan Twohey del The New York Times cuando investigaron las acusaciones de violencia sexual contra el productor Harvey Weinstein y que más tarde impulsó el movimiento #MeToo.
El caso Weinstein reveló no solo el número de mujeres que fueron violentadas por el productor, sino la forma en la que construyó un sistema de violencia, manipulación y silencio que se sostuvo por su poder en la industria cinematográfica. El modus operandi del agresor se caracterizó por hacer llamados de trabajo con las mujeres (actrices o trabajadoras) para hablar de una posible propuesta de trabajo, citándolas en hoteles o espacios aislados, para cometer conductas inapropiadas.
El productor de cine contaba con asistentes, agentes, abogados y ejecutivos que actuaban como sus cómplices de manera directa o indirecta encargándose de protegerlo con acuerdos de confidencialidad, creando así una red de protección que le permitió operar por más de treinta años. También contaba con equipos de inteligencia privada para intimidad a periodistas o posibles denunciantes.
El juicio contra Harvey Weinstein y el poder del «Me Too»
La cinta comienza desde la perspectiva de Megan Twohey, quien después de dar a luz e iniciar la maternidad, comienza a enfrentar acoso tras publicar una serie de artículos sobre las condutas sexuales inapropiadas de Donald Trump mientras este se encontraba siendo candidato para la presidencia de los Estados Unidos en 2016, lo que empieza afectando su salud mental obligándola a recluirse un tiempo en su hogar.
Por otro lado, Judi Kantor ha tomado la iniciativa de investigar las acusaciones hacia Harvey Weinstein después de hablar con Shaunna Thomas cofundadora de la organización feminista Ultravioleta, por lo que comienza a entrevistar a las actrices, asistentes, y todas las mujeres que trabajaron con él a quienes violentó; sin embargo, no todas acceden a que sus historias sean publicadas en el medio, ya que eso supondría poner en peligro sus trabajos y exponer su vida personal en una época en el que la violencia se callaba.
Como una segunda barrera, Judi Kantor tiene problemas para respaldar su investigación con fuentes documentales o pruebas que acrediten que se cometió violencia sexual o acoso en contra de las mujeres, por lo que pide ayuda a Megan Twohey para que juntas sean quienes trabajen en la investigación. A partir de ese momento, ambas enfrentan barreras en la labor periodística y vidas personales.

Los retos personales de Jodi y Megan en la investigación
Jodi y Megan no solo eran dos periodistas enfrentando una de las investigaciones más difíciles de sus carreras, sino madres de niñas y niños pequeños. En varias escenas de la película se retrata como se ven obligadas a contestar llamadas importantes mientras están en casa como cuidadoras o abandonar reuniones familiares para asistir a entrevistas cruciales, lo que refleja la doble carga de trabajo sobre las mujeres periodistas.
Históricamente las mujeres se han encargado de absorber el trabajo de cuidados que, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se trata de aquellas actividades que dan respuestas a necesidades físicas, psicológicas y emocionales de una o más personas (como las hijas e hijos) en la esfera pública y privada, así como en la economía formal, informal, el cual no está remunerado.
Las implicaciones entre maternar y trabajar se profundizan, ya que las mujeres deben conciliar dos esferas que históricamente han sido concebidas como incompatibles. Por un lado, la maternidad se ha visto desde el ámbito privado, el cuidado y el hogar; y por el otro, el trabajo se ha diseñado desde el espacio público, la producción y la autonomía.
Sin embargo, maternar siendo una periodista implica dificultades adicionales, muchas veces el trabajo no termina cuando se termina la jornada laboral y las historias de las que se investigan se llevan a casa. Esta característica también coincide con la maternidad, puesto que no tiene horas límites o pausas convirtiéndose, sino que es un trabajo de tiempo completo.
Mujeres periodistas y maternidad en redacciones masculinizadas – cimacnoticias.com.mx
A esto se suma la carga emocional y el agotamiento en ambas periodistas, no obstante, se realzan en Megan quien por su investigación de Donald Trump y sus conductas sexuales inapropiadas arrastra afectaciones en su salud mental. Desde un comienzo, la película muestra que esa experiencia dejó secuelas, ya que por varios meses fue acosada por medios de comunicación y equipo cercano al presidente con una campaña de desprestigio.
En cambio, Jodi se siente frustrada a medida que avanza la investigación, no solo por los obstáculos periodísticos que enfrentan, sino por la urgencia de frenar los abusos de Harvey Weinstein. A medida que escucha los testimonios de las mujeres que fueron acosadas o víctimas de violencia sexual por el productor, su motivación trasciende hasta convertirse en una lucha por la justicia y la protección de las mujeres que podrían seguir siendo víctimas.
Constantemente, y debido a su cercanía con la realidad, las mujeres periodistas lidian con testimonios de violencia, amenazas, traumas y experiencias que absorben conectándose emocionalmente con las víctimas. Esto añade otra capa de desgaste en donde trabajan con historias reales en donde saben que pueden hacer una diferencia.

Hablar de violencia de género desde el periodismo
«¿Cómo lograste que las mujeres te contaran lo que les pasó?» pregunta Jodi Kantor a Megan Twohey, quien le responde «Algo que les dije fue que yo no puedo cambiar lo que les pasó a ellas, pero que juntas podíamos usar su experiencia para proteger a otras personas». Hablar de violencia de género desde el periodismo implica asumir una responsabilidad ética y humana, sobre todo en contextos donde las mujeres enfrentan violencia estructural, ya que el tratamiento periodístico puede marcar una diferencia entre la dignidad humana y la revictimización.
Jodi y Megan están conscientes de esto todo el tiempo, por lo que, a lo largo de la película dejan en claro a las víctimas que no publicaran sus historias si ellas no las autorizan, no obstante, las actrices y extrabajadoras no desean hablar, ya que el camino para hacerlo está lleno de obstáculos emocionales, legales y sociales que reflejan las barreras que las mujeres enfrentan para denunciar la violencia de género.
Por ejemplo, los acuerdos de confidencialidad que fueron forzadas a firmar como parte de arreglos extrajudiciales, el miedo a represalias laborales al ser Weinstein una figura poderosa en Hollywood, revivir el trauma y exponer su vida personal ante el juicio social, enfrentarse a diferentes cuestionamientos o no ser creídas, la vergüenza o el estigma de responsabilizar a las mujeres que sufren violencia y la falta de apoyo institucional cuando se atrevieron a denunciar.
«Si a las actrices de Hollywood les pasa esto, a quien más crees que le está pasando» pregunta Jodi en una conversación con Megan. La investigación de las periodistas y el trabajo detrás demuestra que el periodismo puede actuar como una herramienta poderosa de justicia, al exponer una estructura sistemática de encubrimiento que protegió durante décadas a un agresor.
Gracias a ella, se impulsó el movimiento global #MeToo, el cual nació en 2006 con la activista Tarana Burke en MySpace. Después se transformó en una campaña de conciencia social contra el acoso sexual y la cultura de la violación en el que las mujeres hicieron públicas sus propias historias. Tras la exposición del caso Weintein, el movimiento se viralizó en redes sociales.
La actriz Alyssa Milano publicó un Twitter en el que escribio: «Si todas las mujeres que han sido acosadas o agredidas sexualmente escribieran ‘Me too’ como estado, podríamos darle a la gente una idea de la magnitud del problema». Proto diferentes actrices como Gwyneth Paltrow, Ashley Judd, Jennifer Lawrence, Uma Thurman se unieron, junto con muchas mujeres alrededor del mundo, logrando despidos a altos cargos en Hollywood.
