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/Por Marisol Escárcega/
Con el movimiento feminista se ha avanzado mucho en diversas áreas en favor de la mujer, sobre todo en el acceso a los derechos humanos, sin embargo, pese a todo ese camino recorrido, los embarazos en mujeres de menos de 20 años no han bajado como imaginaríamos.
Si bien utilizar o no un método anticonceptivo es decisión y elección personal, ¿por qué con toda la información que hay l@s adolescentes no se protegen al tener relaciones sexuales? ¿No saben qué métodos hay?, ¿no saben usarlos o dónde pueden encontrarlos gratis?, ¿les gana la hormona?, ¿se confían?, ¿sus parejas las amenazan o persuaden de que nada malo pasa? O, sólo ¿quieren embarazase?
La realidad es que, de acuerdo con datos de la Ssa, una de cada diez adolescentes ha tenido al menos un hijo, más de la mitad han estado embarazadas, 15 años es el promedio de edad en la cual inician su vida sexual, y, lo más alarmante, 36% no usa métodos anticonceptivos y 16% planea embarazarse.
De hecho, México es el país en Latinoamérica que ocupa el primer lugar en embarazos adolescentes, las entidades con más casos son Durango, Coahuila, Guerrero, Chihuahua y Tlaxcala. Además, 43% de las chicas de 15 a 19 años embarazadas abandona la escuela y son predominantemente las mayores de sus herman@s.
Ante este panorama, cabe preguntar ¿por qué razón alguien menor a los 20 años querría ser madre o padre, sobre todo cuando no tienen la madurez para hacerse responsables de otra vida que depende totalmente de ell@s, cuando, quizá, no tienen un empleo fijo que les permita brindarle seguridad social y económica a sí mism@s y al bebé, un techo donde vivir o cuando ni siquiera tienen el tiempo para cuidar de esa nueva vida?
La respuesta está en que pese a todo el avance que se ha tenido en materia de género, así como las nuevas tecnologías y las formas de acceder a la información, seguimos careciendo de una educación sexual asertiva.
Si bien casi cualquier adolescente tiene acceso a un celular con internet y solit@ puede buscar información sobre métodos anticonceptivos, se enfrentan a millones de ligas donde se habla del tema, sin embargo, no todos los sitios, videos o podcast les brindan información sin tabués y, sobre todo, exacta y fidedigna.
Hay tanta información en el ciberespacio, sobre todo en redes sociales, que la saturación del tema es abrumadora y, al final, es muy posible que no presten atención a lo que leen, ven o escuchan y/o se confundan más.
Si a esto le sumamos, que l@s adolescentes están expuest@s a conductas de riesgo, abandono escolar, pobreza, drogas, relaciones sexuales a temprana edad, falta de educación sexual asertiva en casa y en la escuela e indiferencia por un proyecto de vida, tenemos un combo perfecto para que los embarazos en esta etapa sean más que frecuentes.
Por ello, como tutores, debemos hablarles sin tabúes desde la temprana edad sobre lo importante que es estar informad@s sobre la sexualidad, las relaciones sexuales, el placer, el uso correcto de los métodos anticonceptivos, las ITS y todo lo que implica un embarazo antes de los 20 años o uno no deseado.
L@s menores de edad deben tener claro que tener relaciones sexuales antes de los 20 y/o tener una vida sexual activa implica riesgos, sí, pero, sobre todo, una responsabilidad con su propio cuerpo y, por ende, con quien tienen sexo.
Aunque no podemos olvidar que sí hay adolescentes que, aun sabiendo y contando con información adecuada sobre este tema, deciden (no sé si de manera irresponsable) no cuidarse y embarazarse, ést@s no dimensionan que las opciones de un futuro digno, en específico las de las chicas y las de ese bebé, se reducen drásticamente, porque si cuentan con apoyo, saldrán adelante, pero si no, estarán llen@s de carencias.