En 2025, Red Nacional de Refugios aumentó 18% número de mujeres que acompañan por casos de violencia.

*Escrito por Arantza Díaz.

15.05.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Los primeros 4 meses del 2025 muestran un recrudecimiento de la violencia de género, según documenta la Red Nacional de Refugios, de enero a abril han brindado protección y acompañamiento a 5 mil 720 mujeres y sus hijas e hijos, un aumento del 18% con respecto al año anterior.

El repunte de mujeres e infancias pidiendo apoyo externo ante situaciones de vulnerabilidad pone en evidencia los desatinos del Estado para garantizar una vida libre de violencia; en México, los refugios y la demanda de espacios seguros son una necesidad primaria para miles de mujeres en todo el país. Desde la RNR, se esbozan algunos de los factores que inciden en este aumento, señalando que el contexto de emergencia nacional, donde más de 10 mujeres son víctimas de feminicidio diariamente, ha abonado directamente a este fenómeno.

Y es que, a pesar de los intentos incisivos por frenar el feminicidio en nuestro país, datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública registran que, en el mismo periodo del aumento del 18% en la RNR –enero a abril-, 162 mujeres fueron asesinadas. Este nexo es íntimo y obvia en la escalada de la violencia física, sexual y doméstica, hasta la expresión del feminicidio.

Mujeres jóvenes e infancias: Principales grupos vulnerables

En una segregación de datos, la Red Nacional de Refugios reconoció que son las mujeres y adolescentes de entre 15 y 25 años el grupo que más se acercó a pedir auxilio. Sucintamente, siguen las mujeres de 26 a 35 (39%) y finalmente, se identificó que las mujeres de 36 a 50, son las que menos apoyo refieren a la RNR.

La mayoría de estas mujeres acude en compañía de sus hijas e hijos, siendo atendidos sólo en estos 4 meses, mil 19 infancias. Sin embargo, se ha identificado que la violencia vicaria ha comenzado a ganar territorio de forma peligrosa, pues al menos 1 de cada 10 madres ingresó a un refugio sola, esto a causa de que sus hijas e hijos le fueron arrebatados por su agresor [expareja].

Sobre esta misma línea, se identifica que el principal agresor de las infancias y las mujeres son las exparejas, en el 83.7% de los casos, las infancias reconocen a su papá como su principal violentador.

En un panorama general, el 89.6% de los agresores de mujeres son parejas o exparejas, siendo la principal forma de amedrentamiento la amenaza; el 33.2% de ellos utilizó un arma de fuego para intimidar y ell 47.3% tiene antecedentes penales. Una de las líneas más preocupantes es la conexión que tienen los agresores con el poder y la facultad de amenazar en total impunidad. Al menos el 19.5% de estos violentadores ostenta un cargo político o se desempeña en las fuerzas castrenses, todo este grupo, ejerce las siguientes violencias:

  • Psicológica 28.8%
  • Económica 28.3%
  • Patrimonial 19.9%
  • Física 17.8%
  • Sexual 5.3%

En este mapeo de identificación resulta importante reconocer cómo opera la violencia para vulnerar a las mujeres junto a sus hijas e hijos. Si bien las agresiones físicas están por debajo de las de mayor incidencia, relucen las agresiones psicológicas, económicas y patrimoniales. Violencias articuladas que pretenden desarmar a las mujeres cooptándolas de su autonomía y su patrimonio a fin de perpetuar, precisamente, la violencia psicológica a través de insultos, amenazas y hostigamiento.

Vivir sin violencias y acceder a un refugio es mi derecho

En aras de sostener esta crisis donde la tendencia de mujeres necesitando refugios va al alza, la Red Nacional de Refugios ha dado a conocer su campaña «Vivir sin violencias y acceder a un refugio es mi derecho», que pretende visibilizar la importancia de estos espacios amplificando las voces de las mujeres beneficiarias de estas redes.

«Esta campaña es de vital importancia, ya que, al hablar de mujeres, niñas y niños, estamos hablando de vidas, de seres humanos cuyo derecho a la protección no debe ser condicionado. Es esencial que este derecho sea protegido con presupuesto garante y progresivo.» (RNR)

De forma autónoma, la Red Nacional de Refugios ha compartido su primera cápsula informativa donde se narra la historia de una mujer que llegó a este lugar tras ser sobreviviente de violencia. Expone cómo ha transformado su vida, la paz que ha encontrado y las expectativas de un futuro venidero.

Desde hace años, la Red Nacional de Refugios ha luchado por que el Estado reconozca el poder de contar con refugios accesibles y descentralizados; espacios autónomos, con un recurso sostenible y con la capacidad de acompañar y defender a las mujeres que enfrentan alguna situación de vulnerabilidad, como la violencia vicaria, que sean expulsadas de su patrimonio o sobrevivientes de la violencia doméstica. Sin embargo, esta batalla de reconocimiento ha sido golpeteada y con frecuencia, la RNR ha impulsado su agenda sin un apoyo contundente del Estado.

Ante la desconfianza de las mujeres en las instituciones gubernamentales y la saturación de espacio en las ONGs, la RNR ha creado estrategias para acuerpar a mujeres que lo han solicitado, Como resultado, en el último sexenio ayudaron a 190 mil 140 mujeres, niñas y niños, pero debido a la disminución de 21.8 millones de pesos en la asignación del PEF para este 2025, los recursos para mantener los Refugios y Centros Externos han disminuido, complejizando su operación.

En consecuencia, hay mujeres que se encuentran esperando acceder a un espacio libre de violencia, mientras que la capacidad de respuesta de los Centros de Atención Externa y los espacios post refugio, se han visto limitados. Hay que recordar que, los refugios para mujeres se crearon en la década de los noventa como una iniciativa de la Sociedad Civil y del movimiento feminista para evitar el último acto de violencia contra las mujeres: la violencia feminicida.

De acuerdo con la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia, se entiende por violencia feminicida como una “forma extrema de violencia de género contra las niñas, adolescentes y mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos y el ejercicio abusivo de poder tanto en los ámbitos público y privado, que puede conllevar impunidad social y del Estado. Se manifiesta a través de conductas de odio y discriminación que ponen en riesgo sus vidas o culminan en muertes violentas como el feminicidio, el suicidio y el homicidio, u otras formas de muertes evitables y en conductas que afectan gravemente la integridad, la seguridad, la libertad personal y el libre desarrollo”.

Sin embargo, al no considerar los refugios como una política de estado, la vida de las mujeres depende de una convocatoria y de la asignación presupuestal que año con año disminuye o presenta retrasos, según ha mencionado Wendy Figueroa, directora de la RNR a Cimacnoticias.

“En nuestro país no existen políticas públicas integrales y feministas que permitan a las mujeres víctimas de violencias restituir sus derechos, fortalecer su autonomía y tener un proyecto de vida digno y sin violencias. Las mujeres deben enfrentarse a las violencias institucionales, a la falta de acceso a la justicia, a la impunidad y a la ausencia de empleos dignos” -Wendy Figueroa.

Esto ha provocado que los refugios trabajen con el mismo presupuesto de años anteriores, que no llega a cubrir los servicios que ofrecen, los cuales son hospedaje, alimentación, vestido, calzado, servicio médico, asesoría jurídica, apoyo psicológico, programas reeducativos, capacitación y bolsa de trabajo. Así, desde el altruismo y la lucha de las mujeres que pilotean docenas de refugios con presupuestos cortos y olas de violencia que las empuja a su máxima capacidad, la RNR evidencia que el inicio de este 2025 ha quedado sellado por altos picos; las mujeres y sus hijas e hijos, demandan, más que nunca, espacios que les salven la vida.