*Colectivos denuncian omisiones graves en justicia de género y exclusión de voces.
* No hay transversalidad y el enfoque de paz propuesto por el gobierno carece de una visión interseccional y feminista,
10.11.2025. Ciudad de México.- El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum el 9 de noviembre de 2025, contempla 100 acciones distribuidas en tres ejes estratégicos: seguridad y justicia, desarrollo económico con justicia, y educación y cultura para la paz.
Sin embargo, de acuerdo con el documento oficial, únicamente 14 de esas acciones están explícitamente dirigidas a mujeres, lo que ha generado críticas por parte de colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos que denuncian una omisión estructural en el abordaje de la violencia de género en el estado.
Entre las acciones destinadas a mujeres se incluyen la creación de tres Centros de Justicia para las Mujeres, el fortalecimiento de refugios y casas de transición, programas de empleabilidad para mujeres en situación de vulnerabilidad, y campañas de prevención de violencia familiar.
También se contempla el acceso garantizado a servicios de salud sexual y reproductiva, así como la participación de mujeres en los Consejos Comunitarios de Paz. No obstante, estas medidas son consideradas insuficientes frente a la magnitud de la violencia feminicida, la desaparición de mujeres y niñas, y el impacto del crimen organizado en la vida de las michoacanas.
Colectivos como la Red Feminista por la Justicia Territorial y el Observatorio de Violencia contra las Mujeres en Michoacán han señalado que el plan ignora la dimensión estructural de la violencia de género en el estado, donde operan redes de gobernanza criminal que controlan territorios, economías y cuerpos.
En sus pronunciamientos, advierten que el uso de drogas como mecanismo de sometimiento y violencia en pareja, así como la desaparición forzada de mujeres con fines de explotación, no están contemplados en el diagnóstico ni en las acciones del plan.
Las organizaciones también critican que el enfoque de paz propuesto por el gobierno carece de una visión interseccional y feminista, al no reconocer las múltiples formas de violencia que enfrentan mujeres indígenas, rurales, migrantes y jóvenes.
La ausencia de medidas específicas para investigar feminicidios, sancionar a funcionarios omisos y reparar integralmente a las víctimas es vista como una continuidad de la impunidad institucional.
En el eje de seguridad y justicia, el plan prioriza el despliegue de fuerzas federales, la coordinación con fiscalías y la inversión en infraestructura policial, pero no contempla protocolos diferenciados para atender violencia de género ni mecanismos de rendición de cuentas en casos de desaparición.
En el eje económico, se anuncian inversiones en infraestructura y empleo, pero sin perspectiva de cuidados ni redistribución del trabajo doméstico. En el eje educativo, se promueve una cultura de paz, pero sin contenidos que cuestionen el machismo, la misoginia o la normalización de la violencia sexual.
Las críticas apuntan a que el Plan Michoacán reproduce una lógica de seguridad centrada en el control territorial y la inversión pública, sin atender las raíces sociales, culturales y económicas de la violencia contra las mujeres.
Para los colectivos, la paz no puede construirse sin justicia de género, sin memoria de las asesinadas y desaparecidas, y sin una transformación profunda de las instituciones que han fallado en protegerlas.
**Las 14 acciones con enfoque de género del Plan Michoacán están distribuidas en los tres ejes del programa, pero no aparecen agrupadas ni destacadas en el documento oficial. A continuación te las detallo, extraídas y organizadas a partir del texto completo del plan.**
Estas son las acciones explícitamente dirigidas a mujeres, según el documento oficial del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia de Presidencia de la República
Eje 1: Seguridad y justicia
1. Creación de tres Centros de Justicia para las Mujeres en Uruapan, Apatzingán y Zamora.
2. Fortalecimiento de refugios y casas de transición para mujeres víctimas de violencia.
3. Implementación de brigadas de atención integral para mujeres en situación de riesgo.
4. Capacitación especializada a policías y ministerios públicos en atención a violencia de género.
5. Instalación de módulos móviles de denuncia segura para mujeres en comunidades rurales.
Eje 2: Desarrollo económico con justicia
6. Programa de empleabilidad para mujeres en situación de violencia o desplazamiento.
7. Acceso preferente a microcréditos para mujeres emprendedoras en zonas de alta incidencia delictiva.
8. Incorporación de mujeres a cooperativas productivas con acompañamiento técnico.
9. Apoyo a proyectos liderados por mujeres en el sector agrícola y artesanal.
10. Creación de redes comunitarias de cuidados con participación femenina.
Eje 3: Educación y cultura para la paz
11. Campañas de prevención de violencia familiar y de pareja con enfoque territorial.
12. Formación de promotoras comunitarias de paz en municipios con alta violencia feminicida.
13. Inclusión de contenidos sobre igualdad de género en programas escolares y comunitarios.
14. Participación activa de mujeres en los Consejos Comunitarios de Paz.
Estas acciones representan apenas el 14% del total del plan, lo que ha generado críticas por parte de colectivos feministas que señalan que el enfoque de género está fragmentado, no transversalizado, y que el plan omite abordar la violencia estructural contra las mujeres, especialmente en contextos de crimen organizado, desaparición forzada y violencia familiar vinculada al narcotráfico.











