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- Señala a Veracruz como el estado con la fosa más grande de Latinoamérica.
- Más de 160 colectivos de búsqueda hacen lo que las autoridades no en México.
01.07.2025 Ciudad de México.- La diputada panista Claudia Quiñones Garrido, presentó una propuesta de modificación al dictamen de reforma sobre búsqueda, localización e identificación de personas desaparecidas, con el objetivo de establecer medidas más eficaces y urgentes ante la crisis emergente que prevalece en el País.
En su participación en tribuna, definió que en México hay más de 120 mil personas desaparecidas al referir que es un país con más de 5,700 fosas clandestinas y casi 30 mil mujeres desaparecidas y no localizadas.
En ese mismo sentido expuso que más de 30 mil menores quedaron en el abandono tras la desaparición de sus padres. Destacó que los Colectivos han localizado más de 1,230 cuerpos y rescatado a más de 1,300 personas con vida.
La legisladora detalló que estados como Veracruz, Guerrero, Tamaulipas y Jalisco concentran el mayor número de sitios de inhumación clandestina, señalando particularmente a Veracruz como el estado con la fosa más grande de Latinoamérica, de acuerdo con datos de la Federación Internacional de los Derechos Humanos.
“Los datos no mienten, las cifras no son números: son nombres, son historias de cada familia”, enfatizó ante el Pleno.
Claudia Quiñones planteó que la activación de la alerta de búsqueda de personas desaparecidas sea inmediata, obligatoria y nacional, y que su difusión se realice de forma segura, masiva y accesible en todo el país.
“Cada minuto cuenta, cada hora perdida puede ser una vida menos”, sostuvo en su alocución al argumentar que la búsqueda de las y los desaparecidos es responsabilidad del Estado y no puede seguir recayendo exclusivamente en las familias, y sobre todo en las madres buscadoras.
“Las madres buscadoras no son un estorbo, son heroínas”, advirtió al solicitar que esos colectivos tengan representación oficial en el Sistema Nacional de Búsqueda, con voz y voto y protección en los procesos de localización.
Hoy vengo con un firme propósito: visibilizar el dolor de más de 120 mil familias mexicanas que viven con la ausencia forzada de un ser querido. Lo hago por las madres, por las familias que, ante la omisión del Estado, escarban la tierra con sus propias manos para encontrar lo que el gobierno no ha buscado en vida.
Tenemos una deuda con el país, una deuda con el dolor, una deuda con cada madre que no duerme, con cada familia que no descansa, con cada rostro que cuelga en una manta.
Tenemos una gran responsabilidad con el pueblo: la oportunidad de regresar la paz que se ha roto en las familias mexicanas.
Veracruz, estado que represento, continúa siendo uno de los estados con mayores índices de desapariciones. Los datos no mienten. Las cifras no son números: son nombres, son historias.
Nos encontramos con instituciones colapsadas, desde el sexenio anterior y continuando con el actual gobierno; una administración que dice gobernar para el pueblo, pero que le ha dado la espalda al dolor de madres y familias de este país.
Es por eso que presenté tres reservas:
La desaparición de una persona no es un trámite, es una emergencia. Propongo que la activación de esta alerta sea inmediata, obligatoria y nacional. Pero no basta con activarla: debe difundirse de forma masiva, escuchada en cada rincón del país.
Propongo que tengan voz y un lugar oficial en el Sistema Nacional de Búsqueda. Porque no son solo víctimas, son expertas, son aliadas. Ya basta de tratarlas como invitadas incómodas.
Las hijas e hijos de personas desaparecidas también son víctimas que merecen respuestas: apoyos económicos inmediatos y permanentes, atención psicológica continua, acceso preferente a vivienda, salud, educación y empleo.
Y si los padres desaparecen, que el Estado garantice su protección, porque cuando desaparece una madre o un padre, el Estado no puede desaparecer con ellos.
Es nuestra responsabilidad legislar con memoria, con empatía, con sentido de justicia y sensibilidad al dolor de las víctimas y familias.
Desde la oposición no venimos a obstruir. Venimos a construir.
El PAN está con las víctimas.
El PAN está con la verdad.
El PAN está del lado de México.
¡Porque en un país con más de 120 mil desaparecidos, callar es complicidad! ¡Y nosotros no vinimos a ser cómplices!