En las elecciones de 2021, los sufragios se harán talco

HORA LIBRE

Álvaro Belin Andrade

El escritor José Revueltas, célebre por sus novelas Los muros de agua y El apando, calificó la centuria pasada como el siglo de las siglas. Tantas había, y se reproducían, a veces en una cruel sucesión de letras, como en el caso de los sindicatos obreros, que todo parecía tener su seña de identidad, aunque la inmensa mayoría, incluidas siglas tan poderosas como CTM, recalaban en una sola y universal: PRI.

En el presente siglo, derrotado el preeminente priismo, no solo abundan siglas sino también acrónimos (el más célebre sin duda el del partido en el poder: Morena, Movimiento Renovación Nacional) y verbos (conjugados en tercera persona del singular, como el partido nacional Súmate, o en primera persona del plural como el estatal Podemos).

Pero las siglas, acrónimos y verbos imperativos amenazan con multiplicarse al grado de que, en los comicios de 2021, los electores tendremos que llevar un diccionario para decidir por quién votar o fijarnos más en los nombres de los candidatos tirando por la borda tantas propuestas huecas e idearios de pacotilla.

Si la cuestión se refiere a la elección federal (constreñida a la elección de 300 diputados uninominales del Congreso de la Unión), a más tardar el próximo 31 de agosto sabremos por cuál de las más o menos 13 opciones políticas vamos a votar.

¿Cuáles son las organizaciones que aspiran a ser partidos políticos nacionales y tienen posibilidad de obtener su registro ante el INE? Con los nombres preliminares, los nuevos partidos serían: Partido Encuentro Solidario (antes PES), Redes Sociales Progresistas, México Libre, Fuerza Social por México (FSXM), Alternativa y Súmate.

Cuatro de ellas (RSP de Elba Esther Gordillo, FSXM de Padro Haces, PES y Súmate de Manuel Espino), por cierto, afines al presidente Andrés Manuel López Obrador, de manera que si logran diputaciones federales contribuirán a mantener la mayoría de Morena en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Si los seis lograran sus propósito se sumarían a los 7 ya existentes: Partido Acción Nacional (PAN), Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido de los Trabajadores (PT).

Y mire que estos últimos podrían disminuir la baraja en caso de que se aliaran (se habla de las alianzas Morena-PT-PVEM y PAN-PRI-PRD-MC), pero los siete nuevos partidos deben ir solos y sus almas porque deben demostrar que son capaces de lograr el 3 por ciento de votos del padrón electoral, y son muy pocos los que sobreviven.

¿A quién beneficia la atomización del voto?

Como durante el imperio del PRI, muchos partidos y pocos votantes van a ser garantías para que Morena y sus aliados mantengan el poder. Van a estar en juego gubernaturas, una por cierto en sus manos, Baja California, y seguramente buscarán hacer crecer su presencia en los 14 estados restantes que elegirán primeros mandatarios locales, pero lo que más le importa al presidente Andrés Manuel López Obrador es mantener mayoría en la Cámara de Diputados federal y, de ser posible ganar más congresos locales y ayuntamientos.

Dos elementos jugarán en su favor: por un lado, los votos para la oposición tendrán muchas urnas, mientras que las de Morena serán muy contadas, sobre todo si logra aliarse con PT y el Partido Verde; y por otro, el famoso anillo al dedo que significará la posible extensión de la pandemia, tanto en la limitación para las actividades proselitistas de los partidos de oposición (mientras Morena tendrá a AMLO como su principal propagandista) como la baja afluencia de votantes el 6 de junio del año entrante.

En total, 13 partidos políticos nacionales podrán postular en 2021 a candidatos a cargos de elección popular tanto federales (diputados federales) como locales (gobernadores, diputados locales y presidentes municipales).

La enorme cantidad de opciones electorales no solo se refiere a los partidos políticos nacionales que, como dijimos, pueden llegar a ser 13.

En el caso de Veracruz, habrá que agregar, para la elección de los diputados del Congreso local y los integrantes de los 212 ayuntamientos, a cuatro partidos más, que el 16 de junio aprobó el Organismo Público Local Electoral (OPLE) en sesión extraordinaria virtual: TxVer, Podemos, Bienestar y Justicia Social, y Unidad Ciudadana.

Si nadie se alía, la paleta de colores en Veracruz puede ser abrumadora: 17 partidos políticos (13 nacionales y 4 locales), 17 rostros, 17 nombres.

Fuera de Veracruz, habrá elección de gobernadores en 15 estados del país, 8 gobernados por el PRI, cuatro por el PAN, uno por Morena, uno por el PRD y uno más en manos de un independiente:

[Gubernaturas en juego: Baja California (Morena), Baja California Sur (PAN), Campeche (PRI), Chihuahua (PAN), Colima (PRI), Guerrero (PRI), Michoacán (PRD), Nayarit (PAN), Nuevo León (Independiente), Querétaro (PAN), San Luis Potosí (PRI), Sinaloa (PRI), Sonora (PRI), Tlaxcala (PRI) y Zacatecas (PRI)]

Los estados en que renovarán diputaciones locales y ayuntamientos son Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.

En Coahuila, Quintana Roo y Tamaulipas habrá renovación de ayuntamientos, mientras que en Aguascalientes, Durango e Hidalgo sólo se renovarán los congresos locales.

¿Cómo llegará AMLO en aprobación para los comicios de 2021?

Mientras El Economista-Consulta Mitofsky observaron una leve recuperación en los niveles de aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador a finales de julio, que le permitieron promediar un apoyo del 50.3 por ciento, arriba del 47.5% logrado en junio, la encuesta GEA-ISA observó un verdadero descalabro.

Según esta última, relativa al mes de junio, el 58 por ciento de los ciudadanos mexicanos desaprueba la gestión del mandatario morenista y, por primera vez en su administración, son más las personas que reprueban su gestión que quienes la avalan (39%)

“La aprobación a la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo su tendencia decreciente por cuarto trimestre consecutivo. Ha caído en total 27 puntos desde junio de 2019”, refiere el estudio.

Comparado con la popularidad de sus antecesores, Enrique Peña, Felipe Calderón y Vicente Fox al año y medio de su sexenio, el presidente López Obrador registra el menor nivel de los cuatro.

Las causas de este desplome de la popularidad presidencial son varias: en primer lugar, el grave deterioro de la situación económica del país y de las familias. Casi 40% de la población dice que el económico es el principal problema del país y 63% de los ciudadanos considera que la situación económica de su familia es mala o muy mala.

La pandemia del Covid-19 ha tenido un efecto negativo muy fuerte en la economía de las familias y el manejo hecho por el presidente López Obrador de la pandemia también es más rechazado (56%) que aprobado (44%).

Dos terceras partes de los ciudadanos piensan que el país va por el rumbo equivocado.

El estudio “La gobernabilidad en los tiempos de la cuarta transformación” revela que el 48% de los mexicanos encuestados considera que el manejo de la pandemia ha sido peor que en otros países; el 61% no está de acuerdo en que el presidente no haya apoyado a las empresas para que conservaran sus empleos y tampoco apoyan la construcción del Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas cuando se requieren más recursos para la atención a la pandemia.

En el manejo de la seguridad pública y la corrupción, la desaprobación creció, debido a que dos terceras partes de la población piensan que el país va por el rumbo equivocado. Las acciones para combatir al crimen organizado que eran aprobadas por 50% en marzo, ahora solo lo hace 29%, mientras que la desaprobación creció de 42 a 57%.

En el caso de los esfuerzos para combatir la corrupción, quienes creen que sí los ha realizado cayeron de 51 a 31% entre marzo y junio y 8 de cada 10 piensan que todavía existe la corrupción en el gobierno. Además, quienes opinan que los funcionarios de este gobierno son más corruptos que los de gobiernos anteriores aumentaron de 19 a 36% en los últimos tres meses.

En los 22 años que lleva levantándose la encuesta GEA-ISA nunca 58% de la población había respondido que la situación política del país era peor que la del año previo y 9 de cada 10 mexicanos consideran que la sociedad se encuentra profundamente polarizada, que esto no es bueno y que la causa de esta división es el gobierno.

Finalmente, el 63% de los ciudadanos opinan que el presidente López Obrador no es tolerante con sus críticos.

Frases sin disfraces

“La diferencia de casos entre hoy y ayer, si lo comparamos con el hoy y ayer de la semana pasada y el hoy y ayer de la semana antepasada, es cada vez más pequeño, aun cuando el número de casos es mayor”. Hugo López-Gatell

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