/ Por Inocencio Yáñez Vicencio./
En política los amigos son de mentiras, los enemigos de verdad; repetía, con la agudeza y la claridad que siempre le distinguió el ilustre tuxpeño, Don Jesús Reyes Heroles. En su primera intervención en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, cuando todavía se elegía en Colegio Electoral para calificar la elección de la cual surgían, contestando a un miembro de esa bancada por el PAN, que le llamó maestro y amigo, le replicó que no admitía el calificativo de maestro porque en política no había alumnos no exámenes y respecto al adjetivo de amigo, le observó que sus amigos políticos eran sus correligionarios y compañeros de causa .
Aristóteles, en la Ética Nicomaquea, diserta sobre los tipos de amistad. Para mayor abundancia hay que ver esa obra. Lo que si puedo resaltar es que entre la amistad afectiva y la amistad política existe una frontera muy tenue. Sin embargo es suficiente para hacer una distinción clara. Desde temprana edad escuchamos hablar que los amigos se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. También aprendemos que los amigos son la familia que elegimos. En estas condiciones quien aspire a ser amigos de todos está en un error, porque hacer amigos se quiera o no implica discriminar. Craso error es pretender quedar bien con todos. Si lo que busco son amistades honorables, congruentes y de una sola pieza, no puede aspirar a ser aceptado y aprobado de gente mentirosa, farsante y sinvergüenza. Debo aprender a convivir con todos sin preocuparme de tener el consenso de las personas que han decidido vivir fuera de las reglas morales y de los valores que compartimos como sociedad.
Cuando una gente que estimo decide ya no estar en la causa con que comulgo, lo siento mucho, pero tendré que combatirlo políticamente. Lo mejor es que con quien compartimos afectos compartamos una banderas, pero si esa doble soldadura se rompe, no debiera dañar el lazo afectivo, pero en la realidad es muy difícil, porque uno de los dos actores considera que el otro debe seguirlo, lo que es equivocado, porque las razones de la union afectiva son diferentes a las razones políticas, por lo cual, civilizadamente, podrían mantenerse las relaciones afectivas sin interferir con las relaciones políticas. Está falta de distinción entre unas y otras viene de la concepción de la política como lucha por la conquista y retención del poder. Tuvo razón Hannah Arendt, exclamó: maldito mando. Tiene su origen en considerar la política como relación de mando y obediencia. Por algo Rousseau, rechazó la representación o gobierno. Por eso pensaba en un tercer estadio. Decía: salimos de la sociedad de naturaleza para entrar a una civilidad que ha corrompido al ser humano. Veía idilicamente la sociedad de naturaleza a diferencia de Hobbes, que la tenía como estado de guerra, de lucha de todos contra todos, de la que sólo se escapaba pactando uno a uno, en un acto de razón, entrar a una sociedad política,bal Estado.
Es la lucha porque ese poder político separado de la sociedad, se convierta en un instrumento de un iluminado, una banda o una clase social para someter a toda la sociedad, lo que genera que se haga uso de todos los recursos habidos y por haber con tal de alcanzar o retener el reino. Maquiavelo tuvo el mérito de describir los mecanismos del poder al margen de la naturaleza y la divinidad, presentando esos recursos con crudeza, enseñando que el príncipe puede hacer el bien y el mal, según las circunstancias. El buen poco a poco, el mal de un sólo golpe. Que un príncipe jamás será escusado por su pueblo de haber perdido el reino, bajo el pretexto de obra moralmente. La Iglesias Católica es quien más condenó la Razón de Estado, pero también la que más la utilizó para construir un Imperio que se levantó teniendo como base la mentira de que el Emperador Constantino le había hecho una donación, que las mismas autoridades de la Iglesia reconocen su falsedad. Y no sólo eso. La Iglesia Católica para acumular poder no únicamente practicó genocidios como La Noche de San Bartolomé, envió a miles a la muerte y a la hoguera, persiguió y torturó a cuantos consideraba sospechosos, por señalamientos directos o anónimos y despojó a las víctimas de sus bienes. Es esa política, la que se concibe como mera relación de mando y obediencia la que ha propiciado que la representación política, El Estado, así como todos los cuerpos que, como afirmaba Gramsci, entran en el concepto ampliado de Estado, como las iglesias, las que no quedan fuera de esa lucha feroz y despiadada por el poder, para ponerlo a su servicio.
Es la política del poder por el poder, que en nuestros días prevalece, la que hace que la obsesión por obtenerlo borre las fronteras entre las relaciones afectivas y la práctica política como lucha del poder por el poder. Lo aceptamos tanto que vemos muy normal que Rocío Nahle, Rubén Rocha, Claudia Sheinbaum… Invite al gobierno , no personas capaces sino amigos. Si queremos un empleo, no confiamos en nuestros estudios o experiencia, vamos a ver q un amigo del gobernante o funcionario. El mérito ya dejó de importar. Muchos despistados dicen: regresamos a la época del PRI. No. Recuerdo bien que Echeverría, sacó del Colegio Nacional de Economistas a Torres Mando; a Jesús Robles Martínez, del Poli; a Alfonso Martínez Domínguez de la burocracia Fetse y así a los que ocupaban otras carteras. En una ocasión que politécnicos le visitamos nos decía pestes del cacique que teníamos. Salinas , lo deslumbraba la capacidad, prueba que Zedillo, se peleó con él, pero conservó un gabinete salinista. En cambio, para AMLO y Claudia, primero la lealtad canina y luego la capacidad. Es irrefutable que los morenistas han potencializado los vicios que veníamos arrastrando del realismo político, pero con su llegada han hecho crisis .
Hoy los morenos se valen de infamias, limosnas, persecusiones, caballitos de Troya, traiciones…para someter a muchos. Por cierto el gran circo que montaron para obtener el voto que les faltaba en el Senado, para lograr la Reforma con la cual hoy destruyen al Poder Judicial, centró los reflectores en Miguel Ángel Yunes Linares, cuando no fue el único que les dió su voto. Pero eso no es lo único que me llama la atención. También me causa escozor ver que los amigos que tuvo trabajando en la SEV, en SEGOV… en su bienio, ninguno saca la cara por él, cuando no llegaron ahi por méritos sino porque cumplió con su palabra aliancista y su amistad. Lo externo, porque yo me alejé de Miguel, porque se fue al PAN, no porque me hubiera hecho una ofensa. Puedo decir que en los años que colaboré con Miguel, nunca recibí ni siquiera un mal gesto de su parte a pesar de que en varías ocasiones deliberadamente hice totalmente lo contrario a sus indicaciones, será porque finalmente mostré que era lo correcto. De dos personas que me ofrecieron ser candidato a diputado, creo que él fue quien lo realizó sinceramente, siendo yo quien lo rechazó, por eso creo que quienes se beneficiaron de su gobierno, son unos cobardes no apoyarlo. Pero bueno, esa es la política entendida como simple lucha por el poder, de dientes para fuera eres mi hermano, en mi alma te conozco mientras me pueda servir de ti.Durante la pasada elección de gobernador vimos como Rocío Nahle, dió el bochornoso espectáculo de dejar con la mano estirada a Pepe Yunes, patentizando que ella no concibe más política que su desprecio a la crítica fundada y que su reconocimiento a Movimiento Ciudadano, no fue casual, que hoy, por cierto lo ocupa para tratar de desfondar al PRI, lo que no sabe el pobre de Carbonell, que ya Morena se llevó todos los que señalaba de ratas y que tiene que festinar los residuos que necesita el tricolor segregar para empezar sin esa carga parasitaria. Movimiento Ciudadano eligió bien su color. Color de presidiario de Morena. Los escándalos de corrupción en SAGALMEX lo delatan.Cuando volvamos a una política como concertación para resolver nuestros problemas comunes, entenderemos que el poder político es una relación de fuerzas y que su sede, si es que la tiene, está en el centro de la discusión y el debate, por eso no admitidos esa doble cara de Nahle, de enviar pautas morales a la prensa y por la otra salir como su adalid, porque los gobernantes no están para sofocar sino para encauzar diferencias. La política surge de la diferencia. Ahí donde no se reconocen diferencias, no hay política.
Condicionar la política a la existencia de un enemigo, es peligroso, porque para quienes sostienen eso, como Carl Schmitt, teórico del nazifascismo, la lucha termina con la liquidación del contrario.
En la democracia pueden coexistir relaciones afectivas y relaciones políticas, porque de lo que se trata es de coordinar diferentes verdades y modos de pensar.