En shock .

** El Baldón .

/ José Miguel Cobián /

La aceptación de la verdad cruda y descarnada no es algo común en la hipócrita sociedad mexicana. Escuchamos y vivimos la doble moral todos los días y en todos los ámbitos de nuestro país. Se dice una cosa y se actúa exactamente al contrario. Desde el presidente de la república para abajo, esa es la norma de conducta cultural en el país.

En cuanto al presidente, esto llega a extremos insuperables, ya que mientras realiza un acto de gobierno en cierto sentido, critica en su mañanera exactamente ese comportamiento, y lo señala como característica de sus adversarios. Su magnetismo y un discurso que hace creíble cualquier cuento o narración que salga de su boca, logran que sus actos de gobierno sean aplaudidos por una enorme cantidad de mexicanos politizados, ignorados por la mayoría apática y desinteresada de pobladores, y rechazados por una minoría que está aprendiendo a ser ciudadano con plenos derechos, por primera vez en su historia.

Tuve la oportunidad de platicar con una simpatizante de AMLO, y la honestidad y sinceridad de sus comentarios me dejaron en shock. Se salió de la acostumbrada hipocresía mexicana. Además es un personaje nacido en la península de Yucatán, y sabemos que la gente de aquélla zona es muy respetuosa como en el bajío y trabajadora como en el norte. Así que salirse de las normas sociales y escuchar la verdad cruda, fue una experiencia absolutamente interesante.

Platicamos del tren maya, que por cierto, ella espera que sea eléctrico y de alta velocidad. Ella me decía que la gente por la que pasan algunos tramos, tenía esos terrenos totalmente improductivos, personas en extrema pobreza que gracias a que recibieron cien o doscientos mil pesos de indemnización por el uso de su tierra para que circule el tren, están felices. Para ellos una fortuna que llega por sorpresa y que sirve para arreglar sus casas, o para tener más animales en la granja. Ella me comenta que no importa el ecocidio, tampoco importa si se muere un jaguar mas o menos, lo que importa es que ahora viven mejor gracias al señor López Obrador. Esperan ansiosos que llegue el primer día con turistas, para poner un puesto de salbutes, y ganarse unos centavitos. Creen que el tren llevara ingresos y progreso. Además de la alegría que ha generado la generación de empleos en toda la zona en que circulará.

No hubo oportunidad de responder, pero me quedé pensando en los menonitas y en otros grupos que han llegado a zonas totalmente inhóspitas, y las han convertido en emporios agrícolas, gracias al trabajo intenso y al ahorro. Me quedé pensando que esa gente que se autodenomina en pobreza extrema, dueños de enormes extensiones ejidales que jamás han hecho producir, quizá sean responsables de su propia pobreza, y no es responsabilidad del resto de los mexicanos y mucho menos del gobierno, su situación económica.

Pero ahora, mi interlocutora me comenta orgullosa, que gracias a los apoyos de AMLO, su hija se puede comprar un vestido o dos cada mes, dinero que ella se ahorra. Por cierto, me presumió que no necesitaba de los apoyos, porque gana en dólares en la zona turística de Cancún, y al mismo tiempo criticó a las personas que no necesitan los recursos con que el gobierno federal apoya a los adultos mayores, pero aun así, los reciben. Negándose a entender que es un derecho de todos los mexicanos el recibirlo, y mucho menos aceptando que si algún adulto mayor no recibe dicho dinero, seguramente algún funcionario se lo va a embolsar.

Platicamos también del saqueo a la nación, y me respondía que no importaba. Los anteriores también habían saqueado, pero cuando menos los actuales le daban dinero a los más pobres. Que roben mucho si nos dan algo, con eso nos conformamos.

Platicar sobre la posibilidad de que nadie requiera ayudas sociales, generando una economía boyante en la cual cualquier mexicano pueda vivir dignamente sin recibir esos apoyos, simplemente estaba fuera del alcance. Lo importante es que les regalen dinero de parte de AMLO, y por eso son incondicionales del presidente.

Y si no hay guarderías, estancias infantiles, medicinas para niños con cáncer, vacunas disponibles para recién nacidos, vacunas aprobadas por la OMS vs COVID, etc. Eso no importa, lo que importa es que los que reciben el dinero están mejor gracias a esos apoyos económicos. La solidaridad con el resto de los mexicanos, el pensar incluso en el futuro, cuando el tren maya transporte pocos turistas, a paso lento, y se acaben los empleos de la construcción, eso no importa. Lo que vale es vivir la ilusión unos cuatro años. Después ya se verá.

Una persona preparada, con cierto nivel de estudios, dispuesta a defender lo indefendible, debido a que sus familiares de sangre y políticos ahora reciben un dinero que ¨antes¨ no recibían, sin importar el rumbo de la nación, que por cierto jamás les ha servido el derrotero que se toma cada sexenio, está dispuesta a todo para defender a AMLO. Lo demás, México y el resto de los mexicanos, nada importan. No hay visión de futuro. No hay capacidad de análisis, algo común en el 90% de la población. Tenemos lo que hemos construido en decenios de educación pública en manos de rentistas y no en manos de profesores con vocación.

Así es más difícil salir adelante, pero es lo que tenemos y como somos democracia, tendremos que aceptar los resultados y adaptarnos a ello. Mi conclusión es que, si una joven me dice que si llega al poder, robaría como todos los mexicanos lo hacen, eso significa que la educación ha fracasado. Y un país sin educación, sin comprensión de la realidad, sin empatía, sin cohesión, dónde cada quién busca resolver su problema personal, sin considerar que somos ¨nosotros¨ en lugar de ser ¨yo¨ lo que importa, es un país que está destinado al fracaso eterno. Y si triunfa en algo, será en contra de la voluntad de las mayorías o de manera accidental. Esa es la cultura de México.

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