En su discurso de victoria de Zohran Mamdani envía mensaje a Trump: “No nos van a chantajear con recortes ni con odio”

“Este triunfo no es mío, es de quienes nunca fueron escuchados”, advirtió en su participacion la noche de la elección.

05.11.2025.- En una noche cargada de emoción y significado político, Zohran Mamdani, de 34 años, se dirigió a miles de neoyorquinos tras ser electo alcalde de la ciudad más diversa de Estados Unidos. Será el primer musulmán y la primera persona de ascendencia surasiática en ocupar el cargo de alcalde de la ciudad. Con 34 años, también será la persona más joven en dirigir el Ayuntamiento en la historia .

Su discurso, breve pero contundente, marcó el inicio de una nueva etapa para Nueva York, con un liderazgo abiertamente socialista, antirracista y comprometido con las comunidades históricamente excluidas.

“Este triunfo no es mío, es de quienes nunca fueron escuchados. De los trabajadores invisibles, de los migrantes que construyen esta ciudad, de los jóvenes que sueñan con justicia y no con privilegios”, comenzó Mamdani, rodeado de simpatizantes en Queens, el barrio que lo vio crecer.

El nuevo alcalde agradeció a las organizaciones comunitarias, a los sindicatos y a los movimientos sociales que lo respaldaron, y recordó que su campaña no se financió con grandes corporaciones, sino con pequeñas donaciones y voluntariado. “Hoy demostramos que se puede ganar sin venderse. Que la dignidad no es negociable”, afirmó.

En un mensaje directo al presidente Donald Trump, quien había calificado su candidatura como “una amenaza socialista”, Mamdani respondió: “Nueva York no se arrodilla ante el miedo. Esta ciudad seguirá siendo un refugio para quienes el poder quiere silenciar. No nos van a chantajear con recortes ni con odio”.

El alcalde electo también hizo referencia a su origen migrante y musulmán, señalando que su elección representa una ruptura con los estigmas que han marcado la política estadounidense. “Soy hijo de Uganda, de India, de Queens. Soy musulmán, soy socialista, y soy alcalde de Nueva York. Que esto le diga algo al país que aún cree que el poder tiene un solo rostro”.

Concluyó con una promesa: “Vamos a gobernar con el pueblo, no para él. Vamos a redistribuir, a cuidar, a escuchar. Porque el futuro no se construye desde arriba, sino desde abajo, con manos diversas y corazones rebeldes”.

Posteriormente le acompañaron en el estrado su esposa, su madre y su padre.