HORA LIBRE
Álvaro Belin Andrade
Xalapa no debe construir argumentos para ser visitada por turistas nacionales y extranjeros; hace siglos tiene bien ganada la fama de ser un remanso de arte y cultura, con mujeres y hombres que cultivan la literatura, la música, el teatro, las artes plásticas, y donde radica la sede de la principal universidad pública del sureste, a cuya sombra proliferan decenas de colegios y universidades privadas.
Muchas ciudades del país quisieran el intenso turismo universitario que permite a Xalapa dar vida a sus negocios (la mayoría, familiares y pequeños) y mantener encendida la llama de la alegría y la juventud en sus calles y plazas.
La formación de miles de jóvenes en diversas profesiones le permitiría contar con el capital humano necesario para diversas ramas económicas, sobre todo las no contaminantes, como el comercio electrónico, el turismo, los negocios tecnológicos, las bellas artes, los encuentros de diversos géneros musicales, los festivales de teatro, los congresos y las convenciones.
Pese a ello, Xalapa se ha ido hundiendo en la mediocridad. Se ha restringido a la mantención de una burocracia cada vez más precarizada, a permitir y hasta promover los comercios informales que se adueñan de los espacios públicos, a solapar a empresas transportistas que ocupan buena parte de las calles y las aceras, contaminando y limitando las vialidades, y a dejar que los espacios aéreos sean ocupados por empresas telefónicas y cableras, además de la CFE.
En medio de todo ello, lo realmente valioso ha sido puesto de lado y, gobierno tras gobierno (tanto estatal como municipal), se han desentendido de generar las condiciones para que se construya un mejor aeropuerto que permita la operación de vuelos comerciales, de construir un importante centro de convenciones, de mejorar la vialidad y movilidad e, incluso, de ir más allá de los impactos mediáticos en la creación de un tren interurbano.
Lo anterior lo comento por lo que está sucediendo en la ciudad de Orizaba que, en septiembre pasado, cumplió cuatro años con la declaratoria de Pueblo Mágico. En apenas poco más de una década, esta ciudad, la más importante antes de salir de Veracruz e ingresar al estado de Puebla, dejó de ser una ciudad de paso para convertirse en un destino turístico de primer orden.
Resplandece Orizaba; Xalapa, cada vez más sombría
Los últimos alcaldes que ha tenido Orizaba, todos provenientes del sector empresarial, han logrado dar continuidad a un proyecto de mejoramiento de la ciudad, con obras públicas de enorme impacto en la imagen y la movilidad, y la creación de nuevos atractivos turísticos, como el teleférico y, a partir de este año, el planetario, al que le seguiría el ya denominado Tobogán de la Montaña.
Lo más importante: pese a formar parte de una región con municipios asolados por la violencia criminal, como Córdoba, Ciudad Mendoza, Río Blanco, Nogales, Huiloapan e Ixtaczoquitlán, además de los ubicados en las Altas Montañas, Orizaba parece un oasis, donde los índices delictivos no son tan marcados como los de sus vecinos.
Conocida por constituir junto a Córdoba el corredor industrial más importante después del Puerto de Veracruz, Orizaba ha logrado adoptar la vocación turística con la adición de atractivos turísticos a los que ya tenía por su historia, arquitectura y gastronomía, lo que le está permitiendo atraer más turismo local y nacional y, con ello, dinamizar su economía local.
¿Qué le ofrece Orizaba hoy al turismo? Cuenta con 14 edificios religiosos de la época colonial, el Museo de Arte Religioso, el Museo de Arte del Estado (que atesora una colección de obras de Diego Rivera), un zoológico cerca del río Orizaba, el teleférico, tirolesas, jardín botánico y pronto pondrán en servicio un planetario.
¿Y Xalapa? En Xalapa se destruyen tradiciones culturales, se despoja de su original propósito al museo de ciencia y tecnología para convertirlo en salón de fiestas y pista de patinaje; se deja destruir el Museo de Antropología de Xalapa (el segundo más importante del país) por no darle a la UV recursos suficientes para su mantenimiento; el Teatro del Estado se destina a la renta para espectáculos comerciales locales o foráneos; se abandona a su suerte el principal espacio abierto de atracción turística, el Paseo de los Lagos que, junto con el Parque Juárez, símbolos de la ciudad, se hunden en el descuido, la destrucción y la inmundicia.
Así, mientras que en Orizaba se crea una nueva imagen, en Xalapa se destruye lo que ha sido su principal patrimonio.
¿Qué papel juegan los alcaldes en estos destinos paralelos y cuál es el grado de responsabilidad de los gobernadores? Es algo que tendremos que ver.
En el caso de Orizaba ha habido una sucesión de empresarios amantes de su ciudad, nacidos en ella y que han logrado su fortuna producto de una larga historia de emprendedores, quienes han puesto su pica en Flandes.
En Xalapa, los gobernadores, luego de Dante Delgado, han dejado la obra pública de gran envergadura fuera de sus proyectos políticos, y solo algunos alcaldes han buscado presentar proyectos importantes para lograr el financiamiento federal, como la remodelación integral del centro histórico lograda por Américo Zúñiga.
El actual alcalde, salido de Morena, ni siquiera es oriundo de la ciudad y ello se proyecta en su abúlica actuación al frente del ayuntamiento capitalino. Basta recorrer el Parque Juárez, a unos cuantos pasos de su oficina, para calificar negativamente a Hipólito Rodríguez: basura, excremento de animales, pisos destruidos, abuso de comercios informales, mientras que el Paseo de los Lagos constituye un verdadero riesgo sanitario para los visitantes.
Y así, pues ¿cómo?
Miguel Ángel Yunes, ¿en la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera?
A horas de finalizar 2019, se filtró que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda tenía en la mira a cuatro exgobernadores por “distintas irregularidades” durante su mandato.
El único nombre que se empezó a manejar en la prensa nacional fue el de Rodrigo Medina de la Cruz, quien fue gobernador de Nuevo León de 2009 a 2015.
Lo interesante es que no es el único que tiene en la espalda la diana del incombustible Santiago Nieto, quien participó en la mañanera de AMLO el 27 de diciembre, fecha en que soltó la versión para calmar varios temas candentes contra el gobierno federal.
Según el diario Reforma, a Medina de la Cruz se le investiga por triangulaciones de recursos públicos por hasta 3 mil 500 millones de pesos a empresas y cuentas vinculadas a su familia en Estados Unidos y para la compra de empresas en ese país.
La pregunta que todos nos hacemos en Veracruz es si en la lista de cuatro exgobernadores a los que indaga Santiago Nieto, titular de la UIF, y que según él ya fueron denunciados por irregularidades, se encuentra o no el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Solo este meticuloso funcionario, usado últimamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador para tender cortinas de humo (que muchas veces no aterrizan en juzgado alguno), podría generar un sólido expediente sobre los graves delitos cometidos por el panista durante sus desastrosos dos años al frente del negocio familiar… perdón, del gobierno del estado, y llevarlo a juicio.
En nuestro poblado, las autoridades estatales han hecho el papel de personajes de carnaval, al llevar sus denuncias sobre malversación de fondos públicos durante el yunismo a los paseos mediáticos.
Ni siquiera una fiscal a modo, como Verónica Hernández Giadáns, ha puesto en firme un expediente que le permita perseguir a exfuncionarios estatales. Su frustrado proceso contra exfuncionarios de la propia Fiscalía General y de la Sefiplan, de los que solo logró detener a uno, ha mostrado la incapacidad absoluta del gobierno estatal morenista para impartir justicia.
Si de esa manera se comporta el gobierno federal (y la promesa de AMLO de no perseguir y, en cambio, perdonar, nos puede dar la respuesta), ya podemos imaginar cómo va a comportarse el gobierno que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, cuyos secretarios de Gobierno, Educación y Desarrollo Social, entre otros, además de la Fiscalía, han salido a carnestolendas, como una comparsa chusca, a proferir acusaciones que solo buscan agradar al graderío.
Frases sin disfraces
“Ustedes ven a una persona ejecutada con nueve balazos, no tengan duda que esa persona asesinada se andaba portando mal, ¿verdad? Aunque parezca una tragedia y lo es”. Manuel Barbosa, Gobernador de Puebla.
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