/ Eduardo Sadot /
Cuando durante el gobierno de Zedillo se hizo público que el director de CONACYT y después de la SEP no tenía cédula profesional fue cesado por falta de probidad, no obstante tener una amplia cultura, muchos años después en un evento donde se llevaba a cabo la lectura de unos poemas, el mismo personaje Fausto Alzati asistió con algunas copas encima y perdió el control y dijo que no permitiría que se insultara así al presidente – desconociendo que no se referían al presidente – cuando era solo un poema. Entonces también fue cesado fulminantemente.
Un exdirector del Instituto Politécnico Nacional, Eugenio Méndez Docurro, académico y de gran prestigio fue pillado en una malversación de fondos y también fue cesado fulminantemente y sujeto a proceso penal que lo condujo hasta la cárcel.
Durante el gobierno de Miguel de la Madrid, se descubrió la malversación de recursos en PEMEX por Jorge Díaz Serrano y como en los otros casos, no obstante ser Senador de la República y gozar de fuero constitucional, fue llevado a juicio político en el poder legislativo y desaforado para después seguirle juicio penal que lo mantuvo recluido.
La conducta de los subordinados no necesariamente es culpa de los jefes, tampoco debe culparse de los errores y pifias de los subalternos, alguna vez el gobernador Hendricks comentó que no obstante tener muchos amigos no metía la mano al fuego por nadie, que cada quien se responsabilice de sus actos.
Durante el gobierno de Peña Nieto, un diputado que iba encaminado a ser senador de la república y gozando de la amistad del presidente, enrutado para ser gobernador de Morelos, terminando la participación de un funcionario en la cámara de diputados, inclusive ya fuera del evento y de todo protocolo, tuvo la mala fortuna de hacer un comentario fuera de lugar. Dijo que “caballo manso tira a penco, mujer bonita tira a meretriz y hombre bueno tira a pendejo” pero que no era el caso del funcionario, porque no obstante siendo bueno no era su caso de ser pendejo, el comentario se difundió como pólvora y, las mujeres que integraban la cámara de diputados exigieron que el diputado fuera descarrilado de la carrera que llevaba.
Si bien es cierto, que cada quien, debe responsabilizarse de sus actos, también es cierto que cada quien paga por sus errores, que los jefes no tienen la culpa de las pifias de sus amigos o de sus subordinados, lo que los exime de la responsabilidad de los actos de sus colaboradores, pero sí es responsabilidad de los jefes poner remedio inmediato a los errores de sus funcionarios dependientes, como en los casos anteriores los jefes actuaron de inmediato y cesaron a quienes se equivocaron.
Pero no ha sido el caso de todos, el gobierno actual por ejemplo, ha solapado a personajes como la ministra Esquivel, quien no obstante las evidencias de plagio y la importancia de la honorabilidad de un ministro de la Corte sigue ahí, igualmente la ministra Loretta Ortiz que ha dado muestras de parcialidad en su participación en asuntos de la corte y que con apego a la ética, igual que Esquivel, debiera excusarse de participar en asuntos donde se ventilen temas del poder ejecutivo, dada la evidente cercana relación con el presidente de México.
Ayer se dio a conocer una grabación donde el secretario de la facultad de Derecho, hace un desafortunado comentario, que provocó su cese fulminante del cargo, ordenado por el director de la facultad de Derecho, que es un importante aspirante a rector de la UNAM, el director actuó de manera inmediata y fulminantemente, como ha actuado, ante violencia de género.
No así, casos como los funcionarios involucrados en temas como la línea 12 del metro, el colegio Rébsamen, Segalmex o contratos de familiares presidenciales siguen en la impunidad.
La vigilancia, observación de aspirantes a la rectoría de la UNAM, así como a la presidencia de México, demanda cuidado y atención extrema, el tema de Xóchitl y el de Jazmín no son iguales por más que se pretenda igualarlos en el caso de una ministra es obligatoria acreditar honestidad en el caso de una ingeniera en un informe es menos relevante pero no menos importante, Xóchitl reconoció acatar lo que determine la UNAM, Esquivel no.
El exgobernador de Quintana Roo Miguel Borge Martín nos comentó que cuando le dijo el presidente que iba a ser gobernador, la primera recomendación fue, sea cuidadoso, ya ni maneje usted su coche a partir de éste momento, imagínese un candidato involucrado en un accidente de tránsito provocado, así es la política. Y Xóchitl sigue sin protección y seguridad elemental después de tantas amenazas y ataques.
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