El epicentro del rebrote será ahí, en las escuelas. Tendrán que volver a cerrar unas en septiembre y otras en octubre. Nuevamente no hay plan
Martha Gutiérrez.
Uno de los negocios más rentables en las últimas décadas son las escuelas de educación privada (en todos los niveles). Cómo todo negocio que ha proliferado en este país tiene una historia, diferentes niveles de conducta y una aproximación determinada por el gobierno que da las bases para el grado de enriquecimiento. Atinadamente en campaña, el hoy presidente López Obrador se pronunció sobre estas conductas en otras áreas de la economía, y los llamó la mafia del poder. Con nombre y apellido, en la industria minera, energética, inmobiliaria y otras tantas, describió su problemática.
Sin embargo, en lo que corresponde a la educación —privada— ha guardado silencio. Hoy el COVID-19 los ha desnudado completamente. Esteban Moctezuma sin rubor alguno ha sido el modelo perfecto de la pérdida de toda dignidad y principios de un servidor público. Disciplinado, servil y agachón —como coloquialmente se dice—, ha destruido al menos dos años la educación de miles de menores y jóvenes de este país, como sociedad lo pagaremos muy caro.
Al darse a conocer los primeros casos de COVID-19 en China y posteriormente en EU, la SEP, bajo un esquema de reacción en lugar de planeación y como medida transitoria notificó —con timidez— a las escuelas la suspensión temporal de clases y adelantó las vacaciones de semana santa; posteriormente envió un mensaje de solidaridad a los padres de familia, para terminar por establecer una serie de resoluciones y sinsentidos solapando la visión de no cerrar la economía ni tomar medidas drásticas para contener la pandemia por parte del Presidente de la República. La realidad avanzó aceleradamente y no le quedó otra que aceptar la tímida exigencia de las escuelas privadas, el creciente malestar y temor de los padres de familia, para migrar a un proceso de enseñanza virtual, en el que sin reglas claras solicitaba que le documentaran la asistencia a clases y el trabajo realizado.
Con esto la SEP únicamente buscaba justificar, desde el punto de vista administrativo, la terminación del periodo escolar. Los padres de familia, quedaron abandonados, y sin metodología ni preparación pedagógica, tuvieron que sustituir a los maestros, resolver la ineptitud de las escuelas y falta de liderazgo de sus directores, hacerse cargo de la educación de los alumnos, además al mismo tiempo sufrir el recorte de empleos y el deterioro a las finanzas familiares. Así, las escuelas iniciaron la oferta de algunas horas de clase vía zoom, google classroom, o cualquier otra plataforma digital, aparentando dar clases. La SEP por su parte simulaba supervisar. Los alumnos de nivel preparatoria y universidad con más conocimientos y capacidades personales lograron un mejor desempeño en esta excepcional situación.
Las escuelas privadas que presumen prestigio y ser las más condecoradas en el país como el Colegio Alemán Alexander von Humboldt, Colegio Americano (American School Foundation), Liceo Franco Mexicano, Escuela Moderna Americana, Humanitree (propiedad del propio Salinas Pliego), Edron, Eton, Colegio Irlandés, Junípero, Alexander Bain, Green Hills, Vistahermosa, entre otros, simple y sencillamente optaron por mantener su matrícula y por supuesto el negocio. Cortaron comunicación con los padres de familia e hicieron responsables a los maestros; ellos, conforme a sus capacidades medio establecieron contacto con los padres e implementaron otro NO plan (continuidad de algunas clases virtuales, envío de tareas por correo y compromiso de revisarlas una vez escaneadas y enviadas). Total, se regalaron calificaciones y certificados de aprobación. Actualmente, los menores y padres de familia se encuentran en una incertidumbre ante el anuncio de reapertura de escuelas el 24 de agosto y protocolos absurdos de distanciamiento, lavado de manos, clases y recreos escalonados, pero eso sí todos juntos en el transporte escolar, con una distancia de menos de 30 cms., entre uno y otro.
El epicentro del rebrote será ahí, en las escuelas. Tendrán que volver a cerrar unas en septiembre y otras en octubre. Nuevamente no hay plan. “Ad infinitum”, hasta que se encuentre una vacuna. Mientras tanto existen veladas amenazas a los padres de familia que levanten la voz, condicionando reinscripciones, aprovechan la necesidad de los padres de familia para inhibir protestas contra la administración de escuelas y maestros. Una relación absolutamente asimétrica e intimidatoria, propia de cualquier cártel. Nuevamente Esteban Moctezuma como avestruz esconde la cabeza y hace mutis, esta actitud evidentemente traerá a los alumnos y padres de familia consecuencias de una dimensión aún desconocida.
¿Como se le llama a esto?
Yo diría cinismo de parte de los Consejos de decisión y dueños de las escuelas, de la propia Secretaría de Educación Pública y del Presidente de la República.
¿Acaso para ellos la UIF, SHCP, SAT y las mañaneras no existen? O sólo son utilizadas para Walmart, Femsa, Cementos Cruz Azul, adversarios y periodistas. Se trata sólo de dinero o del futuro de nuestro país, señor Presidente…
