*En un mundo que, en 24 horas, gasta en armamento lo que dedica en todo un año a frenar la violencia sexual en los conflictos, es fundamental no continuar con los recortes de recursos que cierran refugios, clínicas y suministros médicos.
*El recorte de presupuesto para frenar esta lacra traiciona a las víctimas y envalentona a los criminales.
19.08.2025 La representante especial sobre la violencia sexual en los conflictos, Pramila Patten, presentó al Consejo de Seguridad este martes el informe anual del Secretario General sobre la cuestión, destacando la necesidad crítica de apoyar a los sobrevivientes en zonas de conflicto donde los servicios son cada vez más inaccesibles.
La crisis se profundiza, reflejando la creciente escala de las guerras globales. En 2024, se reportaron más de 4600 casos, un aumento del 25% respecto a 2023. Patten subrayó que estas cifras son un registro a la baja crónico, ya que solo reflejan los casos verificados por la ONU.
La violencia contra niños aumentó un 35%, con víctimas de hasta un año de edad. El informe monitorea 21 situaciones preocupantes, con los números más altos en República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Haití, Somalia y Sudán del Sur.
Tendencias Alarmantes
En el documento, la representante especial verifica una serie de patrones que van al alza y son tremendamente inquietantes, como que:
- las mujeres y niñas refugiadas y desplazadas enfrentan riesgos exacerbados
- la inseguridad alimentaria incrementa la vulnerabilidad
- los grupos armados usan la violencia sexual para controlar territorios y recursos, y reclutar combatientes
- la violencia persiste en los centros de detención formales e informales
Fondos insuficientes, capacidad mermada
Patten alertó que el gasto militar global en 24 horas supera los fondos anuales destinados a abordar esta violencia en un año. Los recortes presupuestarios han cerrado refugios, agotado suministros médicos y clínicas, forzando a las organizaciones a “hacer más con menos”, especialmente en Sudán, Ucrania, Etiopía y Gaza.
Si nos tomamos en serio la paz, debemos financiar a las instituciones que la hacen posible“, urgió, exigiendo que los autores de estos crímenes sean llevados ante la justicia para que respondan por ellos.
Líneas de Acción
Recordó que el mandato de su Oficina busca tres objetivos: promover el cumplimiento de las normas, mejorar la prestación de servicios y fortalecer las salvaguardias contra la impunidad. Además, preside una red interagencial, conocida como UN in Action (la ONU en acción) que ha sido “transformadora” al llegar a miles de sobrevivientes en 18 zonas de conflicto.
Concluyó que cualquier fallo en sostener la inversión o retroceder en las normas no solo traicionaría a los sobrevivientes, sino que envalentonaría aún más a los perpetradores.