Esas rotundas y premonitorias 61 palabras .

*Desde el Café .

/Bernardo Gutiérrez Parra/

Cuando Enrique Peña Nieto salió por última vez de Palacio Nacional ya como expresidente, cientos de miles de mexicanos respiraron con alivio. Al fin se iba uno de los gobiernos más corruptos en la historia de este país y renacía la eterna esperanza. “Con Peña tocamos fondo y ya no nos puede ir peor, por muy mal que gobierne Andrés Manuel”.

Pero siete años después las cosas están peor que antes por mucho que los jilgueros de la 4T traten de minimizar los problemas y descalifiquen las críticas, con el cuento de que quienes critican son neoliberales que perdieron sus privilegios.
Nada más falso.

Hay descontento popular que se ha manifestado en marchas y plantones de los que se carcajea el partido en el poder. Ese descontento también se ha manifestado con intensidad en las redes que son “la gota que está taladrando la roca”.

Pero hubo alguien que con una parrafada rotunda de 61 palabras, dejó sin argumentos a los morenos para el revire. (Los entre paréntesis son míos).

“El régimen se dedicó a desmantelar nuestra democracia (mandó al diablo las instituciones, secuestró al IPE e hizo polvo los contrapesos); violó la Constitución (aparte de violarla la modificó a su antojo en un 70 por ciento); falsificó nuestra historia (el libro Grandeza es el mejor ejemplo); corrompió a las Fuerzas Armadas (como no lo hizo ni Victoriano Huerta); purgó a los jueces independientes (todos quedaron desempleados después de la elección judicial); censuró a la prensa (ejemplos los hay por docenas); manipuló las elecciones (eso hasta por sabido se calla); persiguió la disidencia (y la sigue persiguiendo con el SAT detrás de ella); devastó nuestra biodiversidad (nomás en la península de Yucatán se talaron criminalmente 17 millones de árboles). La riqueza petrolera no se usó para liberar sino para someter. Y entonces llegó la ruina, una corrupción obscena y un saqueo histórico”.

En obediente nado sincronizado, nadie de Morena ha salido a replicar esas 61 palabras que son parte del discurso pronunciado el 10 de diciembre en Oslo por Ana Corina Sosa Machado, hija de la premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, perseguida y obligada a vivir en la clandestinidad po

r el sátrapa Nicolás Maduro.
¿Y por qué no han replicado los morenos? Porque no se sienten aludidos a pesar de que esas 61 palabras son una copia exacta de lo que está sucediendo en México desde hace siete años.
López Obrador no es un transformador, es un copión del sistema implantado por Hugo Chávez y continuado por Maduro que ha llevado a Venezuela a vivir uno de los episodios más negros de su historia.

Quizá alguien diga que esto no va a pasar en México y no es que no vaya a pasar, es que ya está pasando.

¿Qué va a suceder cuando la llave del exprimido Pemex termine de cerrarse y se acabe el dinero para los programas sociales? ¿Qué va a pasar cuando se acaben los alimentos y no haya dinero para importarlos?

“Lo que pasa es que eres un ave de mal agüero y quieres que le vaya mal a nuestro país porque se acabaron tus privilegios, columnista de cuarta”.
Por Dios que no, lector.

Mi deseo es que la señora presidenta tome el mando del país y se desembarace de quienes sí quieren que México se convierta en otra Venezuela; principiando por el señor de Palenque.

[email protected]