Más claro…
Por Felipe Mendiola Parra
El próximo día 8 se celebrará el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo y es una fecha que en los últimos años ha servido para manifestarse en contra de las agresiones, los asesinatos, la discriminación y el mal trato que en pleno siglo XXI se sigue registrando en muchas partes en contra de las mujeres.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en sus artículos 6 y 7 la libertad de expresión como un derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas, por supuesto.
Nos unimos a esa oportunidad para reclamar sus derechos y condenamos las agresiones que siguen sufriendo muchas mujeres en el mundo y sobre todo en nuestro país y en nuestro estado.
Por esa razón, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que no limitará ni prohibirá las manifestaciones de las mujeres, pero pidió que las actividades que realicen sean pacíficas.
En México “hay libertades plenas” en la manifestación de las ideas y comparó a nuestro país con España, al referir que en dicha nación, solo van a permitir que salgan 500 mujeres a marchar por el tema de Covid-19.
Aquí no. Aquí es prohibido prohibir. Se garantizan los derechos de manifestación, de expresión”, señaló el presidente.
Desde Palacio Nacional, solicitó a las mujeres que vayan a manifestarse ese día a no dañar comercios, monumentos, ni agredir a las personas.
Y esa reflexión es muy importante tomarla en cuenta, porque de lo contrario ese apoyo moral que se escucha en favor de ese movimiento feminista se distorsiona y se reprueba, entonces es importante que esas manifestantes estén muy pendientes de denunciar a los que consideren infiltrados en esa marcha.
“No hay prohibición. Nada más como recomendación que sean manifestaciones pacíficas, que no se dañe a establecimientos comerciales, que no se afecten monumentos públicos y mucho menos que se agreda a otras personas; que también haya cuidado para que no vayan a dañarse entre los mismos manifestantes”, insistió Andrés Manuel López Obrador con ese lenguaje que acostumbra, directo, sin ambages. Más claro ni el agua.